XII. ♡

O2/O5

Un inesperado Halloween ♡

—¡Pollito! Ya sal, debemos irnos rápido —había exclamado aquello la azabache.

—¡Ya voy YooMi linda! —dijo de vuelta JiMin— Solo una cosa más me falta y ya salgo.

—Bebé, enserio apúrate; luego ya no sobrarán dulces para comer —dijo YooMi.

JiMin se apresuró en su arreglo, y es que él era el que siempre se tardaba a la hora de vestirse. YooMi, por su parte, le esperaba pacientemente. Con su traje ya puesto en su cuerpo, y con ansias de ver a su pollito.

Era temporada de Hallowen, por lo que ambos decidieron vestirse aquel año con un atuendo demasiado único.

JiMin abrió la puerta de su cuarto y salió, y en aquel rato, YooMi se quedó plasmada. No podía creer que su pollito lucía de lo más angelical con aquel atuendo.

En su cuerpo llevaba puesto una fina tela color blanco, característico de un traje de ángel. Y su cabeza se adornaba con una tiara escarchada, la cual contrastaba con su cabello rubio.

—¡Te ves muy lindo! ¡Eres un ángel! —había dicho aquello YooMi, con el corazón enternecido ante lo que veía.

Por su parte, JiMin sonrió ante los halagos de su pareja. Pero inmediatamente cambió las facciones de su rostro. No podía creer lo que estaba viendo ahora con sus propios ojos.

­­—Estás... ¿Estás vestida de una diabla? —habló JiMin con la voz entrecortada. Y es que aquello había hecho que su estómago se removiera, y que sus ojos vieran más allá del traje que ella llevaba puesta.

—Sí... ¿No te gusta? —preguntó YooMi hacia su pareja.

JiMin no respondió, literalmente se había quedado estupefacto por lo que veía. Nunca le había visto vestida de aquella manera. Y es que aquel atuendo, hacía que su piel se viese y se contrastase de una manera sexy. Veía como, aquel vestido, se ajustaba a sus curvas y las delineaba completamente. Y ni que decir a que altura se encontraba aquel atuendo, más arriba de sus muslos lucía. Las mallas a cuadros que llevaba puesta en sus piernas, daban a relucir sensualidad, y el color rojo era fuertemente estimulado hacia los ojos de JiMin.

—No me queda... ¿Verdad? —había preguntado de nuevo YooMi hacia JiMin, con un tono de voz bajo.

JiMin negó con frenesí hacia lo que ella decía, relamió sus labios e inmediatamente se aferró hacia ella.

Depositó sus labios en los de la azabache y saboreó plácidamente aquellos besos que se daban. Y con ello, le hacía entender a ella lo bella que lucía y lo mucho que él la amaba. Y deseando más de aquello, se apegó más hacia su cuerpo. Lentamente bajó sus manos hacia la cintura de ella, y repetidas veces dejaba caricias; haciendo que YooMi emitiera leves jadeos ante aquellos roces.

Y siguió degustando los labios de la contraria, teniendo, aquella noche, otra sesión de besos que él amaba tenerlos.

Se despegó lentamente de ella y la miró a los ojos.

—YooMi es linda, y siempre lo será; ella nunca debe pensar que no es suficientemente bella para gustarme. Porque, además de eso, JiMin ama a YooMi por lo que es; en su corazón y en su ser —y diciendo aquello, abrazó a la azabache. Con gran sentimiento en su corazón y en lo que él sentía.