Polos opuestos | historia corta

Capítulo 5

La gira llegó a su fin y mi contrato con la banda había llegado también a su fin. Se había cumplido el año acordado que habíamos firmado en un principio. Y a pesar de que no quería dejar de trabajar para ellos sólo por estar más tiempo con Brad, eso me abrió una puerta grande a nuevas oportunidades de trabajo. Gente famosa querían contratarme para eventos importantes ¿Pueden creerlo? Cómo casamientos, bautismos y cosas de ese estilo. Fue un año muy vigorizante para mi. Y cabe aclarar que no me separé de Brad por ningún motivo. 

Él seguía haciendo increíbles conciertos junto a Taylor y Greg. Cada vez más gente los seguía. 

Yo me dediqué completamente a mi trabajo. No sólo trabajando para personas o empresas, si no que había decidido de que las mejores fotos que había tomado en todos mis años, las seleccionaría para exponerlas en una galería. Quería que todos vieran lo que el mundo se guardaba y yo lograba capturar antes de que desaparecieran. 

Ésa noche. La noche de la exposición de mis fotos. Sucedió lo que jamás olvidaré ni en cien años.

En un principio creí que Brad me acompañaría, que llegaría conmigo a una de las noches más importantes de mi vida. Pero dijo que me encontraría una vez haya empezado porque llegaría tarde por los ensayos. Lo comprendí y lo acepté. A fin de cuentas se cumplirían dos años desde que estábamos juntos, desde que habíamos enfrentado aquello que nos pasaba. 

Públicamente somos pareja hace sólo ocho meses. La comunidad femenina de la banda se decepcionó un poco al principio pero ya qué,  terminaron aceptando al final que su galán e ídolo tenía una vida y la compartiría sólo conmigo. 

Para ésta noche especial llevaría un vestido negro, algo formal pero atractivo y elegante. A fin de cuentas yo sería el centro de atención ésta vez.

Al llegar a la galería no podía creer la cantidad de personas que se encontraban allí.

Estaban ahí por mí ¡Que locura!.

Grace fue la primera en felicitarme junto a mis padres que también se encontraban allí. Los saludé y agradecí su presencia, agradecí la presencia de todo el mundo. Estaba feliz pero necesitaba la presencia de Brad quién en estos momentos se estaba tardando.

Los minutos pasaron y así se fue la primer hora de exposición y Brad no aparecía. El que no estuviera conmigo me ponía nerviosa. Más que nunca necesitaba de su presencia en éste momento. 

Seguía sonriendo y cruzando palabras con gente que me deseaba mucho éxito. Llegaron algunos famosos al lugar a admirar las fotos. Aunque la exhibición estaba también abierta al público. No quería que nadie se perdiera de querer estar aquí.

– Mili, tranquila –me pidió Grace, agradecía que ella estuviera aquí–. En cualquier momento aparece, ya verás.

– Estoy demasiado nerviosa y ¿si no llega? –dije mirando constantemente hacia la entrada.

Entre la gente que iba y venía me encontré a Taylor y a Greg muy bien vestidos. Intenté encontrar a Brad con la mirada, por si estaba con ellos, pero no lo vi. Cuando volví mi mirada a ellos ya me habían visto así que les sonreí y me acerqué a ellos. 

– ¡Felicidades Mile! –ése fue Greg con una sonrisa. Siempre tan alegre. 

– Gracias Greg. –besé sus mejillas en agradecimiento y lo mismo hice con Taylor.

– ¡Te felicito! Es increíble lo que lograste –dijo Taylor mirando a su alrededor. Él siempre tan atento y amable.

– Muchas gracias a ambos por venir.

– Como nos íbamos a perder esto –dijo Greg–. Apenas terminamos de ensayar, nos arreglamos para ti… –me reí por eso– y nos vinimos directo aquí.

– ¿En serio? ¿Por mi se arreglaron tan guapos? –hice una expresión de felicidad.

– ¡Obvio! –respondieron los dos al unísono.

– ¿Saben si Brad está aquí? –estaba nerviosa–. Dijo que vendría pero ya me estoy poniendo algo nerviosa, como verán… –puse una sonrisa y me empezaron a sudar las manos.

– ¿No recibiste el mensaje? –me preguntó Taylor con una expresión sería.

¿De qué me estaba perdiendo?.

– No ¿Qué mensaje? –abrí mis ojos asustada.

– El mensaje. –indicó Greg.

Ambos me miraban serios. No estaba comprendiendo nada. Tomé mi cartera y busqué mi celular. Cuando lo encontré, lo prendí y revisé si me había llegado algún mensaje, la bandeja de entrada estaba vacía y automáticamente me llegó un mensaje. Seleccioné “abrir” y lo leí.

Dirigí mi vista a ellos y sus semblantes sólo irradiaban felicidad a través de una gran sonrisa en sus rostros. Me tembló la mano y releí nuevamente el mensaje para asegurarme que no era una alucinación mía.

 

Amor.

<<Desde el primer día que te vi supe cómo es que tú y yo íbamos a terminar. Sólo no creí que fuera a ser mucho mejor de lo que me había imaginado entonces. Amarte me hace sentir vivo y saber que tú me amas me hace sentir afortunado. Por eso sólo quiero reducirlo a una simple pregunta…>>

 

– ¿Te casas conmigo? 

Quité mi vista del celular al escuchar esa voz. Taylor y Greg miraron detrás de mi. Me di la vuelta sobre mis pies y lo vi. El mundo se detuvo en ese instante y todos presenciaron lo que sucedía. 

Brad Malkovich de traje frente a mi, jamás lo vi usar traje, y una cajita roja resaltaba en su mano. 

– ¿Qué? –todavía no caía de mi asombro. 

– Si… –comenzó a decir mientras se arrodillaba frente a mi– ¿te casas conmigo? –concluyó abriendo la cajita y exhibiendo el anillo en su interior. 

Lo miré realmente emocionada. Sus ojos verdes reflejaban lo que su corazón sentía en ese momento. Jamás creí que este momento llegaría a mi vida ni que él fuera a dar este enorme paso conmigo. Todo el público estaba expectante a mi respuesta. A lo lejos Grace me sonreía cómplice, se la veía feliz por mí. Volví a mirar a Brad quién estaba expectante e impaciente por mi respuesta. Sonreí.




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