capítulo 10:Fuerza de gravedad

El silencio entre ellos era más ruidoso que cualquier otra cosa. Habían pasado dos días desde el incidente en la cafetería, y el ambiente en la escuela se sentía diferente.

Lloyd estaba de vuelta en su burbuja, pero esta vez, no le gustaba. Se sentía vacía, como si una parte de él se hubiera quedado en el campo de baloncesto o en la biblioteca con Asher.

Se sentó en su mesa habitual en la biblioteca, pero no podía concentrarse en sus libros. Cada vez que intentaba leer, la imagen de la expresión de decepción de Asher se interponía en su camino.

De repente, una figura se sentó frente a él. No era Ben. Era Asher, con su ropa de baloncesto y una expresión seria en su rostro.

—No me voy a ir hasta que hablemos —dijo Asher, su voz baja y determinada.

Lloyd no levantó la vista.

—No hay nada de qué hablar. Ya te dije lo que tenía que decir.

—No. Dijiste lo que pensabas. No lo que sentías. Y te equivocaste.

Lloyd levantó la vista, sorprendido.

​—No me estaba riendo de ti. Me reía porque Mike es un idiota y no tiene ni una pizca de la inteligencia que tú tienes. Me reía de lo ridículo que sonaba. Y no tuve las agallas de decírselo. Me fui con ellos porque, por un momento, me olvidé de que tú me hacías ser una mejor persona —dijo Asher, con una sinceridad que dejó a Lloyd sin palabras.

—No entiendo. Eres el chico popular, el que no tiene que preocuparse por nada.

—Y tú eres el chico que no tiene que fingir. Eso es lo que me gusta de ti. No tienes miedo de ser tú mismo. Me haces sentir que yo tampoco tengo que ser perfecto todo el tiempo —dijo Asher, y sus ojos azules estaban llenos de una vulnerabilidad que Lloyd nunca había visto.

Los ojos de ​Lloyd se humedecian, sintió como se le acumulaban las pequeñas lágrimas. Había juzgado a Asher demasiado rápido, basándose en la misma superficialidad que siempre había despreciado.

​—Yo… lo siento. Siento por la forma en que reaccioné —dijo Lloyd, con la voz temblando.

—Yo también lo siento. Lo siento por no haber sido lo suficientemente valiente para defenderte —dijo Asher.

Un silencio se apoderó de ellos, pero esta vez no era incómodo. Era un silencio de entendimiento, de perdón.

—Pensé que no me necesitabas, pensé que. Estabas mejor con los "Populares"—dijo Lloyd en voz baja.

—Tú me haces más inteligente. Me haces ver el mundo de una forma que nunca había considerado. Y yo… te necesito —dijo Asher, estirando la mano sobre la mesa.

​Lloyd no dudó en tomarla. Sus dedos se entrelazaron, y el toque fue como un ancla en un mar de incertidumbre. Se dieron cuenta de que, a pesar de sus diferencias, se necesitaban. Sus mundos podían ser opuestos, pero la fuerza de su conexión era una gravedad que los unía, y esa era la única órbita en la que querían estar.

💚💙polos opuestos se atraen💙💚