El segundo día en el campamento trajo una lluvia de actividades. Después de un desayuno de tortitas con sirope, el director propuso juegos en equipos. La primera actividad era una carrera de obstáculos, un desafío que mezclaba agilidad y estrategia.
Asher se unió a su grupo de amigos, mientras Lloyd y Ben se unieron a otros compañeros.
Durante la carrera, el equipo de Asher tomó una ventaja temprana, gracias a su agilidad natural. Pero en el último obstáculo, una red de cuerdas enredadas, se estancaron. La frustración era palpable en sus rostros.
—No sé cómo salir de esto —dijo Mike, el amigo de Asher, luchando con una cuerda.
Lloyd y su equipo se acercaron. Lloyd vio el problema de inmediato. Era un tipo de nudo que había estudiado en su manual de supervivencia.
—Es un nudo de lazo deslizante —dijo Lloyd, en voz alta—. No tienes que desatarlo. Solo tienes que encontrar el punto de presión y aflojarlo.
Asher lo miró, y una sonrisa se formó en sus labios.
—¿Y cuál es el punto de presión, cerebrito?
—Si me ayudas a ganar, te lo diré —dijo Lloyd, con una sonrisa burlona.
Asher se rió.
—Trato hecho.
Después de que el equipo de Lloyd ganó gracias a su conocimiento, los estudiantes se sentaron alrededor de la fogata. El ambiente era de diversión y compañerismo.
Asher, con una sonrisa, se sentó al lado de Lloyd.
—Buen trabajo, cerebrito. Parece que tu lógica es más útil en el bosque que la fuerza bruta —dijo Asher, dándole una palmada amistosa en la espalda.
—Lo mismo digo —respondió Lloyd.
Entonces, uno de los amigos de Asher propuso un juego de "Verdad o Reto", pero con un toque diferente: "Apuesta o Consecuencia".
Cuando le tocó el turno a Asher, uno de sus amigos lo desafió.
—Apuesto a que no puedes hacer que Lloyd se ría.
Asher aceptó el reto. Se giró hacia Lloyd, con una expresión seria, y le dijo:
—¿Por qué los científicos no confían en los átomos?
Lloyd lo miró con curiosidad.
—No lo sé.
—Porque se les cae encima todo el tiempo —dijo Asher, con la voz más seria posible, y al final, la pequeña broma de ciencia hizo que una risa genuina se escapara de los labios de Lloyd.
El grupo se asombró.
—¡Lo lograste! —gritó Mike.
Asher sonrió, orgulloso de su logro.
Cuando le tocó el turno a Lloyd, su amigo Ben le hizo la pregunta.
—Apuesto a que no puedes confesar algo que te haga sentir vulnerable.
Lloyd se puso tenso, pero miró a Asher y se sintió conmovido.
—Apuesto que sí puedo. Lo que me hace sentir más vulnerable es que por primera vez en mi vida, no tengo miedo de que las cosas sean impredecibles.
El grupo se quedó en silencio, y por un momento, la atmósfera del campamento se volvió solemne. Solo Asher comprendió el significado de sus palabras.
En ese momento, se dieron cuenta de que su conexión había trascendido la lógica y la popularidad. Se había convertido en un juego de confianza, en un reto mutuo de ser más honestos y vulnerables el uno con el otro. Y en el campamento, lejos de las presiones de la escuela, habían descubierto que la mayor apuesta de todas era ser ellos mismos.
💙💚Polos opuestos se atraen💚💙
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Editado: 09.09.2025