"¿Habrá algo que me guste? No tengo ningún hobby, el aburrimiento me está matando", era lo que decía Enui una y otra vez. Él se recostó en su cama; su habitación era bastante grande y tenía su computadora, que utilizaba constantemente por el aburrimiento, pero últimamente estaba cansado de Internet y de todas las cosas estúpidas que salían en él. Enui despertó, miró debajo de su almohada y encontró un pequeño polvo blanco y un poco amarillo. "¿Brujería? No", pensó. ¿Cómo podrían ponerle una cosa así sin que él se diera cuenta? Tomó el polvo entre sus dedos y los movió un poco para ver qué tan suave era, y se desvaneció como si se lo hubiera tragado su piel. "¿Qué es?", se preguntó. Se levantó de la cama para ir a cepillarse los dientes y olvidarse de lo que había encontrado, pero en el lavabo también se encontraba ese polvo. "¿Pero qué es esto?"
Editado: 27.02.2025