Cara a cara
“Me he caído y soñado con este momento, porque este es el final dejaré que el Cielo se caiga…”
Cassian
La brisa del mar hace que cierre los ojos un momento y suelte un suspiró, estamos cerca del puerto de Erebo, no creí que volvería aquí, al lugar dónde todo este caos comenzó y está vez lo haría de cierta forma, solo. Me enfrentaré de nuevo a todos los demonios que me hicieron llegar al punto en el qué estoy, sé qué Z.E.R.O hizo bien su trabajo y sé qué lo ocurrido en Sicilia no removerá la mierda del pasado. Está enterrado muy en el fondo de mi oscura alma, pero tengo la sensación de que Viktor Kragel no será el problema de todo esto. Abrí los ojos y me sostuve con fuerza del barandal. Aquel día de la explosion, mis sentimientos por Kragel había muerto, el hombre al que una vez ame murió cuando me considero un simple peón y no el hombre de su vida. Él también cree que Kragel no será el problema en esto, estamos seguros de qué hay algo más grande y oscuro a lo que nos vamos a enfrentar. Algo que incluso pondrá en duda lo que pasó en Sicilia.
Tomé mi maleta y bajé del barco. La noche se ha puesto más oscura, es como si el clima cambiará con mi mera presencia, apenas sonreí, el hecho de que hasta la atmósfera cambie conmigo aquí me hace querer empezar el juego. Kaira me ha dado las instrucciones de dónde estaré al menos este primer día, así como la ubicación de mi piso franco. Si todo está como ella dijo, la motocicleta que ha dejado para mí debe estar aparcada en el estacionamiento de una tienda cercana al puerto. El viento se ha vuelto más helado. Todo en sincronía a mi llegada. Tal vez ya no incendie este lugar de nuevo, pero sin duda lo reduciré a nada en su debido momento.
Encuentro la motocicleta, junto con un casco y las llaves. Me favorece que todo esté tan oscuro, puedo pasar desapercibido, conduzco por la ciudad y me detengo un momento cuando veo la iglesia que reducí a nada. Una sonrisa tira de mis labios y me rió un poco, está reconstruida, quisiera entrar solo para ver cómo está todo, pero sería arriesgarme a que alguien me vea antes de tiempo. La imagen de esa iglesia en llamas me provoca una gran felicidad, me hice experto en explosivos e incendios, sería divertido revivir ese día de nuevo.
Llegó al piso franco. Un edificio de departamentos cerca de la playa, puede ser un piso de soltero, abrí las cortinas para que los primeros rayos del sol iluminaran el lugar. Kaira me ha dejado este piso y la motocicleta como un regalo por ser su mejor experimento, se puede decir que soy su hijo y ella es mi madre, me forjó a base de drogas y torturas. Fui a la cocina que está bien abastecida y preparé el café, mientras tanto preparé el desayuno y saqué el frasco de pastillas rojas, me tomé un par de ellas y me senté en una mesa, solo yo, con una vista increíble al mar. Es raro. Estando en Z.E.R.O todo estaba listo, preparado metódicamente y siempre había ruido a mi alrededor, me es raro estar en silencio. Es aquí dónde veo lo jodida que está mi audición, con Kaira aprendí el lenguaje de señas básico, pero me es más práctico leer los labios. Nadie tiene que saber mi problema con la audición, sería tomado como una desventaja, aunque para desgracia de quién se quiera ir sobre mí, el resto de mis sentidos se agudizaron más que los de un discapacitado, todo gracias a las drogas y torturas de Z.E.R.O.
Cuando terminé de mi desayuno y dejar todo en orden, fui a la habitación del fondo la cuál tiene clave de acceso y al encender la luz, pude ver toda la telaraña en la pared, en el centro las fotografías de Viktor y Daemon, como el centro de toda está operación. Mi objetivo es matarlo a ambos, pero antes de eso tengo que estudiarlos y de cierto modo “cuidar” que no les pase nada hasta el día designado. En especial Kragel, es el más capacitado para llevar está mierda en orden y me cueste lo que me cueste, debe mantenerse vivo hasta el tiempo señalado.
Centró la mirada en Daemon. Solo me cruce una vez con él, hubo un llamado de alguien fastidiando y era él, no era un anormal cualquiera, era uno de los criminales más poderosos y con más influencia en la sociedad, le agradaba a todo el mundo e incluso me agrado a mí con tan solo verlo una vez. Según la información, Daemon estuvo involucrado en todo mi caso cuando me volví mafioso y traicione a la placa, no recuerdo nada de ese tiempo y ni siquiera lo recuerdo a él, estoy a ciegas con Daemon porque el objetivo principal es Viktor. Mirar su fotografía no causa ningún revuelo, un simple latido, un suspiró, algo, pero no hay nada y me mantengo tranquilo con ello. Hasta que veo como toda la información se cruza con una fotografía de alguien que ya tiene una X marcada en rojo, el siciliano, Pietro Vitale, un latido me hace salir de la habitación y poner la clave para cerrarla.
Entró a mi habitación y fui directo al baño a echarme agua fría en el rostro y la nuca. Me amarro el cabello con una liga y me repito la historia, no debe haber fallas. Llevo cuatro años encerrado en el Hospital Estatal para Criminales Locos, no tengo memoria de mi último año antes de la explosion… Viktor Kragel es el hombre que me arruinó y es momento de que yo lo arruine, aunque esto es solo una prueba más. Pensarlo es una cosa, pero enfrentarme al hijo de puta será otra cosa.
Repito la historia una y otra vez hasta creermela, limpié todas mis armas y miré el lugar. Vaya por primera vez estoy solo y lo digo de todas las formas posibles, hay tanto silencio en mi cabeza y siento un vacío dentro de mí. Sin amigos, sin familia, sin nada… en un pasado tenía al menos a Dante, pero él es cosa del pasado y debe quedarse ahí. Sepultado con toda mi historia con Viktor.
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Editado: 29.03.2025