Teniente
“No subestimes lo que soy capaz de hacer…”
Cassian
Cuando yo era alumno, me costó tener la placa de una manera exorbitante, no por estar saliendo con el jefe me dio todo regalado, además era un chico bobo que hacía tonterías y sinceramente ni quería la placa de no ser por Dante ni siquiera hubiera sido policía. Pero el destino me quería aquí por alguna razón y todo siempre apunta a Viktor Kragel…
— Dejame entender – dije mirando a Kragel. – Ayer en el turno nocturno arrestaron a varios de los boyx, que me sorprende que estén de vuelta sabiendo como los acabaste – la sonrisa de Kragel me provoca un descoloque… pero lo ignoro. – Y salieron dos de ellos, de comisaría, esposados como si nada.
— Así es.
— Es que no me lo creo, tenemos como treinta policías y ninguno hizo nada. Recién hubo oposiciones y… – pasé una mano por mi barba sin creerlo. No me enliste para esto. – No me jodas.
— Ya te digo yo, que ni en tu tiempo como alumno me jodiste tanto.
— Ya te digo – sonreí, recordando que me costó mucho comportarme legal. – Mira, puedo tomar un nuevo alumno y ponerlo en regla, Max ya subió a oficial II así que puede ir solo por ahora.
— Pero tampoco lo pierdas de vista, porque es un todo caso.
— Lo sé jefe – suspiré.
Es la primera vez que estoy en una reunión con todos los superiores, Daemon no está porque, una no le gusta está mierda y dos porque alguien debe estar vigilando a la Unidad, capaz que ahora dejan entrar a un terrorista y nos matan a todos. Ni en mis tiempos de novato hubo tantas pendejadas como ahora, pero nuevos tiempos, nueva comisaría, nuevo todo.
— Pasan por los superiores como si fueran moscas, es como si yo como alumno pasará sobre Winchester que es Teniente – dijo Kargel y fruncí el ceño, ¿qué?
— Inspector Jefe – corregí.
— No, Teniente.
— Qué no, soy Inspecter Jefe – dije sin entender el punto aún.
Viktor me mira, algo en su mirada me provoca un hormigueo en los dedos de los pies y me seca la boca, ¿qué está pasando aquí?
— No Cassian, si eres Teniente – dijo el subcomisario a mi lado.
— ¿Qué? – revisó la tablet policial y se ve reflejado mi cambio de rango.
— Eh Cass – vuelvo a mirar a Viktor. – Eres un Onix, recuerdalo.
Siento un ligero mareo. No es como si pudiera olvidarme de quién soy, tal vez lo hago cuando estoy con Daemon, pero fuera de ello, tengo muy en claro quién soy o en quién me convirtieron.
— Sí – susurré.
— Bueno, hubo un traspapeleo. Ahora eres Teniente.
Sonreí sin emocionarme tanto. Porque el Cass que salió de su boca está haciendo estragos en mi cabeza, mareándome… algo está provocando en mi cabeza, como si estuviera refrescándome algunas cosas.
— Felicidades corazón – dijo Ryle con una sonrisa.
— De hecho me lo merecía – dije volviendo a la realidad. – Estoy recuperando lo que tenía.
— Eso es cierto, Cassian se está recuperando – dijo Kragel sin dejar de mirarme.
Tengo que tragar saliva, llevó dos días sin pastillas y he estado jodidamente bien pero Viktor Kragel está teniendo un efecto que con las pastillas no pasaba, es cómo si estuviera afectando algo ahí dentro. Suficiente tengo con que el beso de Daemon aún tenga estragos en mí, su mera presencia me está alterando más de lo que debería como para estar lidiando ahora con Kragel.
— Bueno, tomo a Filadelfo – dije después de ver quién era.
— Es egresado de Quantico y ya fue policía novato en otra ciudad, pero aquí entra desde cero – informó Kragel.
— Entiendo.
Salí de la sala y fui al baño para refrescarme, miré mi reflejo, tengo el cabello amarrado pero un par de mechones caen por mi frente, pero puedo verlo a él, actuando diferente en mi reflejo.
< Necesitas saber qué son esas pastillas. Porque te la metieron doblada. >
Saqué el frasco de pastillas, algo no anda bien con esto y sé que debería decirle a Raden pero no puedo, ella comenzará a decirme sí me tomo las pastillas o no, necesito algo bajo la ley para investigar sobre esto, me costara trabajo sabiendo que tengo ojos encima, no solo tengo a Daemon, sospecho que también está Viktor mirando sobre mi hombro y sé que Z.E.R.O envió agentes aquí como respaldo mío por si algo ocurría.
— Corazón, creí qué ya estabas fuera – la voz de Ryle me saca de mi cabeza, guardo las pastillas y me recompongo de inmediato, mirándolo con una sonrisa coqueta. – ¿Qué tal pasaste la noche?
La cena estaba de puta madre, realmente Ryle Lambert me estaba sacando de todo mi puto mundo, me sentía como una persona normal en una cita normal, Ryle no es como los demas es un tipo bueno y lindo. Como el café reconfortante que te tomas por las mañanas, así es él. Pero claro, Daemon Aslan tenía que llegar y arruinar todo, aunque se la regrese cuando me fui con Ryle y se qué eso le jodio demasiado.
— La mejor noche, la verdad – salimos del baño. – Oye, ¿y tú cuando trabajas? Eres Inspector, pero siempre estas en la oficina y yo con un rango ahora más alto que el tuyo – sonreí echándole en cara mi rango alto. – Voy a salir a patrullar con los novatos.
#330 en Thriller
#281 en Detective
#44 en Novela policíaca
triller romntico sexo, policias mafia sexo venganza erotica, triángulos amorosos lgbt
Editado: 10.07.2025