Pólvora y Sangre

Capítulo 10

Eros

“Toda mi alma necesita control…”

El Cherry 's era uno de los club más grandes y prestigiosos de Erebo, había un tratado de “paz” para que ninguna pandilla, mafia o incluso la policía tuviera algún altercado, eso no significa que no hubiera tráfico o fuera un lugar para hacer tratos criminales. Era el lugar perfecto y ya que no podían entrar como policías, entraron encubiertos.

Todos los involucrados estaban siendo preparados con cámaras y micrófonos, Cassian aprovechó un momento en el que estuvo solo y sin ninguna cámara para entrar en el chat secreto de la dark web y responder el mensaje que previamente había recibido.

< ¿El Caribe o Cuba?

Cuida tu espalda, que no te sigan, no quiero que dañen a il mio uomo… estaremos en contacto muy pronto.>

Cassian no pudo ocultar una sonrisa que le provocaba pensar en la persona tras ese mensaje, los granos de arena que quedaban en ese reloj eran muy pocos y contaba cada uno de ellos para poder estar con él. Apagó su teléfono para no recibir nada durante el transcurso de la noche, entró a dónde todos estaban, se puso el micrófono y la cámara, cuando Daemon se acercó a él con la excusa de querer asegurarse de que todo estaba bien puesto en él, cuando lo único que quería era tenerlo cerca y poder tocarlo.

— Estás muerto, Maxi – dijo Cassian cuando vio a su compañero vestido de mujer. – ¿¡Por qué carajos se lo permitieron!?

— Toda la ciudad lo conoce – dijo Ryle, mientras se ponía su chamarra de piel. – Era lo mejor que se podía hacer.

—¿Soy linda nene?

— Te atreves a tocarme y te mato Maxi.

— Vámonos, es hora – informa Kragel.

Jade y Ryle irían como una pareja que busca cosas nuevas y extravagantes, mientras que Maxi y Cassian van como simples amigos a relajarse en un club. Jade y Ryle entraron una hora antes, preparando el terreno para Cassian y Maxi. El Cherry 's presentaba algo muy especial conocido como el Oasis del Olimpo, cada Dios y Diosa sería presentado pero la suculencia de la presentación eran los hombres. Los Dioses.

Cuando Cassian y Maxi llegaron se mezclaron perfectamente, en especial Maxi y su actuación como mujer. Cassian fue directo a la barra, mientras Daemon y Viktor estaban con el equipo de emergencia monitoreando todo a una calle de distancia en una camioneta. Sin embargo, Daemon era el más atento a la cámara de Cassian.

— ¿Les ofrezco algo chicos? – dijo la mesera.

— Un cóctel, guapa – dijo Max tratando de imitar la voz de una mujer.

— ¿Y tú, guapo? – sonrió la mesera a Cassian.

— Dame algo sin alcohol – pidió sin prestarle mucha atención.

Cassian estaba mirando todo su entorno, Z.E.R.O lo habían entrenado a la perfección para ser un camuflaje perfecto, pasando casi por una persona invisible, aunque el perfecto en camuflaje siempre sería Mallimian. Él siempre sería el arma perfecta de Z.E.R.O, algo que tal vez muy pronto acabaría. Maxi empezó a hacer plática con algunas chicas y lo más sorprendente es que ellas lo incluyeron de inmediato.

— Dame un whisky – ordenó un hombre que se sentó a su lado, suspiró y lanzó una maldición.

— ¿Mal día, amigo? – preguntó Cassian.

— Muy malo – respondió y lo miró, en cuanto lo miró su rostro se iluminó y se le formó una sonrisa que puso un tanto incómodo a Cassian. – Pero puedes arreglarlo bastante bien.

— ¿A qué te refieres? – dijo Cassian sin entender el brusco cambio de actitud del hombre.

— ¿Sabes bailar?

— Depende – dijo confundido.

El whisky del sujeto llegó, tomó el vaso y se lo tomó de un trago.

— Acompañame.

Cassian se levantó y miró en dirección a Maxi para qué este viera a dónde se iba. En cuanto Daemon vio que se iba con un hombre desconocido, empezó a mirar los demás ángulos de las cámaras para saber si podía verlo pero nada.

— Maxi ¿a dónde fue Cassian? – preguntó Daemon por el pinganillo.

— Eso estoy averiguando.

Daemon no perdía de vista la cámara de Cassian, parecía que estaban entrando al sótano del club, parecía otro club pero mucho más privado y la cámara empezó a fallar así cómo el micrófono. Sus nervios se pusieron de punta.

— Mierda – susurra Daemon sin apartar la mirada de las pantallas.

— ¿Qué pasa? – inquiere Kragel.

— La señal falló, perdí contacto de Cassian – suspira, tratando de controlarse. – Jade, Ryle estén atentos, perdí comunicación con Cassian – informa por el pinganillo.

— 10-4 Comisario, estamos en ello – responde Jade mientras se empieza a mover por el club.

— Tenemos que entrar – dijo Viktor tomando su arma.

Daemon no evitó poner los ojos en blanco, como siempre Viktor tratando de hacerse el héroe, cuando conoce perfectamente que Cassian puede salir de esa sin ayuda de nadie.

— Relájate, Cassian sabe lo que hace.

Viktor no estaba tan seguro de ello pero se quedó quieto, mientras que Daemon seguía buscando alguna visual de su chico. Mientras que Cassian estaba mirando todo el lugar y lo conocía bien, Z.E.R.O los tenía en la mira pero nunca trataron de atacar directamente porque no se interponen entre sus planes.




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