CAP 1

Mi vida no ha sido increíble si hablamos de grandes aspectos. Todo en mi vida es bueno, a excepción de que crecí sin una figura paterna, pero Lori (mi mamá) hizo un buen trabajo haciendo ambos roles, madre y padre. Ella es una mujer estupenda, muy guapa, cabello dorado y una piel perfectamente bronceada. Ella si que tiene una gran historia. A los 22 años conoció al que creía ser el amor de su vida, mi padre, Lucas; un hombre alto, de tez blanca y un cabello ridículamente negro al igual que sus ojos (mamá dice que luzco exactamente igual a mi padre).  A los meses de noviazgo mamá quedo embarazada de mi y Lucas la apoyo en todo el proceso. Lucas tenía una gran economía gracias a mis abuelos y por eso mismo Lori siempre estuvo rodeada de lujos y a mi me compraban todo tipo de cosas sin siquiera haber nacido. A los dos años de nacido, Lori descubrió que Lucas le estuvo siendo infiel desde el momento en el que se conocieron, así que tomó lo poco que a ella le pertenecía y nos fuimos del lado de Lucas. Afortunadamente mis abuelos por parte de Lucas apoyaron a Lori dándome cosas y hasta una nana para que me cuidara mientras Lori trabajaba día y noche para así no depender de nadie que tenga que ver con Lucas. Cuando cumplí ocho, Lori puso un negocio de seguros de autos con ayuda de varias personas que si me lo preguntan no tengo idea de quienes son. Así fue como el negocio brindo frutos y ahora Lori es independiente y me ha podido dar los mismos lujos que Lucas me llego a dar una vez. 

Esa es una gran historia. Amor, decepción y éxito. Una historia que muchos querríamos contar. Pero yo, yo no tengo mucho que decir, gracias al trabajo de Lori mi vida a sido muy cómoda. Escuela, amigos, fiestas, chicas, creo que mi vida se resume realmente en eso.

Ahora tengo 21 años, cursando el tercer año de la universidad, estudiando administración de empresas para en un futuro poner un restaurante de cortes. Dos años más y podré poner ese restaurante que se llamará Henning's, mi nombre es genial, sería muy tonto si no lo pusiese en mi restaurante.

-Entonces ¿crees venir estas vacaciones a verme?-le digo a Lori por el celular.

-Oh Henn, sabes que en serio quisiera ir a verte pero debo viajar fuera del país para tomar conferencias para el negocio. Espero que entiendas- su voz se escucha triste y desanimada, pero le sonrío por el celular teniendo esperanzas de que escuche mi sonrisa, así sabrá que no tengo problemas, porque es cierto, comprendo que no siempre puedes estar para todos todo el tiempo.

Hace 3 años me mude de ciudad para estudiar la universidad, desde ese entonces no vivo con mi madre, tratamos de hablar lo más posible y de vez en cuando ella viene a visitarme, solo en vacaciones y cosas por el estilo. Adoro a mi madre y como no vive con nadie le llamo todo el tiempo para que no se sienta sola.

-Esta bien Lori, será para la próxima.

-Te quiero Henn. Oye, cambiando de tema ¿cómo está Jennifer? No me has hablado de ella desde hace tiempo.

Ay no ¿por qué me pregunta ahora sobre ella? ¿Se habrá enterado que terminé con ella y está tratando de hacer como si no supiese?

-Ammmn, bien. He estado ocupado por eso no te había dicho nada de ella- digo tratando de sonar lo menos nervioso posible.

-No te preocupes, luego te llamo para hacer una llamada larga ¿te parece?

-Si, suena bien.

-Bien, debo de irme hijo, regresa con cuidado a tu departamento ¿si?

-Claro má- y cuelga.

Diablos ¿cómo le diré a Lori que he terminado con Jennifer? Ellas se llevaban de maravilla y lo arruiné.

Jennifer es una chica que conocí en las primeras vacaciones largas desde la universidad estando en Masal, mi cuidad natal. La conocí en una fiesta con mis amigos, resultó que ella estudiaba en Gandy, la misma ciudad que yo, pero en una diferente universidad y desde ese entonces tuvimos una hermosa relación de dos años. Compartimos muchos momentos juntos, conocí a sus padres, ella a Lori, viajamos juntos. Pero, hace tres semanas terminé con ella, solamente un mes después de haber cumplido dos años, pensando que era lo mejor. Verán, Jennifer y yo comenzamos a tomar mucha distancia, ella no me respondía los mensajes, yo no tenía tiempo de buscarla, cuando hacíamos planes para vernos siempre ocurría algo que hacía que no pudiésemos vernos. Fue así durante varios meses y yo creí que era ya el momento de ponerle fin a la relación, así ambos nos enfocaríamos en nuestras carreras y en nuestro futuro. En serio fue duro el terminar con ella pero ella lo tomó muy bien, dijo que tenía razón y que me deseaba lo mejor. Y así como así, se fue y ya no supe más de ella.

¡Ahora estoy muy arrepentido! Realmente creí que sería sencillo, no tengo tiempo para nadie así que pensé que estando ocupado la sacaría de mi cabeza ¡pero no! ¡No me concentro con nada! ¡Su rostro siempre aparece de la nada y eso me agobia mucho! 

La quiero devuelta. 

-¡Henning!- me saca de mis pensamientos Cesar llamándome a mis espaldas- Oye ¿a donde vas?

-Mi ultima hora ya acabó, así que voy a casa- le digo señalando mi coche con las llaves.

-Oh ok, ok. Oye ¿crees que puedas llevarme a Cochera? -un restaurante de la ciudad-. Esta ahí Laura esperándome.

-¿Laura? ¿Sabes si está Jennifer con ella?- le pregunto tratando de sonar tranquilo, pero por su expresión, creo que no lo logré.

-No, hermano. No está con ella.

Suelto un suspiro y le digo que subamos al auto haciendo un gesto con la cabeza. Cesar es un amigo que conocí en la universidad casi desde que entramos. Es un gran tipo, aun que bastante soberbio en ocasiones, pero eso lo hace tener suerte con las chicas, porque en apariencia no es nada atractivo, mas que por su cuerpo ya que se la vive metido en el gimnasio. Ya en el auto Cesar habla.

-¿Aún no le has llamado?

-No, no se como hacerlo, la terminé hace tres semanas y no quiero que piense que estar sin ella me pone mal- arranco el auto y salgo del estacionamiento de la universidad.