CAP 5

Mis párpados están cerrados pero veo luz a través de ellos. Abro los ojos haciendo una mueca al ver demasiada luz en mi cuarto y me levanto de golpe, mierda, me quedé dormido, planeaba dormirme en la sala para no parecer un raro durmiendo a lado de Audrey estando... esperen ¿donde está Audrey? 
La cama está  intacta, como si nadie hubiese dormido ahí, miro al rededor del cuarto y si no fuese por las cortinas abiertas creería que me imaginé todo lo de anoche, pero yo jamás dejo las cortinas abiertas. Me levanto de la cama con algo de dificultad y cierro las cortinas.

Salgo de mi cuarto y en cuanto llego a la sala veo a Audrey descalza sentada en una silla frente a la barra de la cocina comiendo un cereal. Cuanta confianza, se hizo cereal y está como si nada.

En cuanto ella escucha mis pasos voltea de golpe y me sonríe, pero no parece una sonrisa real, sino una de incomodidad. Me quedo parado en la entrada del pasillo que da a mi cuarto mientras la observo. Tiene corrido el maquillaje de los ojos y ahora sólo lleva una camisa blanca de tirantes, su cabello no es un desastre pero tampoco se ve perfecto. Viéndola bien ahora con luz de día, me doy cuenta de que realmente es muy pequeña y muy delgada.

-Hola, Henning-me dice girandose hacia mi en la silla alta en la que está sentada-. Cuanto tiempo.

Muevo la cabeza en forma de saludo. Me sorprende como está sentada ahí sin decir o hacer nada, como si hiciese eso todos los días.

Me acerco a la cocina sin decir alguna palabra y saco del refrigerador huevos, jamón y una manzana que dejo frente a Audrey para que se la coma. Ella entiende el gesto y toma la manzana.

-¿Cómo estás?-Le pregunto al mismo tiempo que sacó una sartén de un mueble bajo el fregadero.

-Ammmn bien, me duele un poco la cabeza.

-Ok... Amm, ¿gustas...? -pregunto haciendo referencia a si gustaba que le hiciera algo más elaborado de desayunar.

Ella había tomado una cucharada de cereal, así que sólo niega con la cabeza al mismo tiempo que niega con la mano.

En serio me estresa el silencio tan incómodo que hay entre nosotros, quiero preparar mi desayuno con tranquilidad pero cada que volteo en su dirección me tenso y olvido que es lo que estoy haciendo.

Estaba por ponerle azúcar a mi desayuno en vez de sal.

Audrey termina su bowl con cereal y empieza a jugar con su manzana, haciéndola rodar por la barra con sus manos.

De vez en cuando chocabamos miradas y eso hacía que fuese más incómodo.

En serio me estresa está situación. Una vez que mi desayuno está en mi plato, me coloco en la barra, una silla después de Audrey.

Ella trata de no mirarme, en serio se ve muy incómoda con mi presencia.
Es seguro que piensa que soy un pervertido por haberla traído aquí.

-Sobre... lo de ayer-se peina el cabello que le cae por la frente con las manos.

¿Qué sobre ayer?

-Henning... mira -se voltea completamente hacía mi mientras yo me llevo un bocado de mi desayuno a la boca-, yo estaba disfrutando la fiesta ayer ¿Si? Tenía muchas ganas de divertirme y yo solo me dejé llevar...

Ay no, dirá que soy un pervertido por haberla traído aquí.

-... ahí estaban mis amigos, o bueno, los que recién había hecho esa noche...

Demonios, ella quería quedarse en casa de Ayax, definitivamente va a decirme que fui un pervertido.

-... y bueno, yo no pensé en irme en la noche con nadie, tu sabes que yo estoy con Liam y jamás haría algo para dañarle...

Alto, ¿qué está diciendo?

-... bueno, ahora no estamos juntos juntos pero lo estamos, no sé si me explico...- da una risa muy fingida. Sus dedos no dejan de torcerse en sus rodillas.

Ok, no entiendo para donde va esto.

-... lo que trato de decir es que, lo que sea que haya ocurrido entre tu y yo, no significó nada...

¿Qué?

-... Yo, estaba muy ebria y no tenía idea de lo que hacía, pero de no ser porque estaba borracha jamás habría aceptado venir aquí con...

-Alto, Audrey -alzo mis manos y me volteo totalmente hacía ella-. ¿Tú piensas que tu y yo...?

Dejo mi pregunta al aire esperando que ella entienda y a decir por su expresión me queda claro que si la captó.

-Amn no, no Audrey, tu y yo no...- sacudo las manos frente a mi pecho de manera desenfrenada.

-¿En serio? ¡Ay Dios! Que alivio -ríe nerviosamente-. Yo creí que, tu y yo habíamos...

-¡No! Para nada- la interrumpo-. Además seguimos vestidos -Y ahí va otra risa nerviosa.

-Si -Se vuelve a reir, ya son demasiadas risas incómodas que plática-, pero bueno también pueden hacerse muchas cosas con la ropa puesta...

-Este no fue el caso, tranquila- interrumpo al mismo tiempo que...¿qué creen? Otra risa nerviosa.

-¡Fiu! Yo que pensé que fui una de tus chicas de una sola noche- se vuelve a reír nerviosamente, esto ya es demasiado.

-No, no, no, yo no podría hacer eso jamás-Ahora yo soy quien ríe nerviosamente.

-¿Ah, no?

-Bueno si te lo haría pero...- Mierda ¿qué he dicho? Su cara me esta diciendo prácticamente a gritos que ella no se refería a si me la tiraría a ella, que genio- ¡O sea no! ¡No! Me refiero a que podría hacertelo ¡No que te lo quiero o te lo hice! Es que tu eres muy bella y...-otra vez ¿qué?- no, aguarda, amn...

-Si, si, si, creo que comprendo -gracias al cielo me interrumpe pero ahí va otra maldita risa nerviosa que hace que me ponga más incómodo de lo que ya estoy.

Asiento dejando la mirada directa al piso y entonces...

Silencio...

El silencio más largo e incómodo del planeta, de ese que te deja sintiendo peso en los hombros y no deja que tus ojos vean un punto fijo. No se cuanto tiempo ha pasado pero yo siento que han pasado más de 10 minutos.

Por un intento de salir de esta situación digo lo más inteligente que podría haber pensado.

-¿Te gusta el flan?- le digo cruzando mis brazos en el pecho.

-Amn ¿flan? ¿Qué tipo de flan?- dice mirándome fascinada, se le ve que quiere hablar de cualquier otra cosa, en este caso, de flan.