Lloré, grité y pataleé, no quería eso para mi hijo, pero yo no tenia opción, lo que sucediera conmigo y el niño nonato no era mi decisión, solamente me gané un sedante.
Desperté en ese cuarto frio y solo, blanco y estéril,
Apenas recordé lo sucedido empecé a llorar nuevamente mientras abrazaba mi vientre y le pedía perdón a mi bebe por no poder mantenerlo a salvo.
Yo fui botada en una caja y el sería echado por un drenaje, debía hacer algo, pero, me sentía tan débil.
Intente hablar con la enfermera y aunque esperaba que me comprendiera ella también opinaba que era lo mejor, podría continuar mi vida como si nada después de eso, tener más hijos cuando fuera mayor y conformara una familia, podría ser, pero yo no estaba decidiendo por mí, eso no era lo que quería.
#32451 en Novela romántica
#5400 en Chick lit
#20716 en Otros
#6090 en Relatos cortos
Editado: 14.10.2020