Por Amor A Ti

Trece.

—¿Te enteraste de las buenas nuevas? —me preguntó la señora Martínez entrando de manera intempestiva en la habitación, me senté de golpe y de pronto observar mis manos se volvió algo realmente interesante.

—Si, el medico me lo informó hace un rato.

—Encontré una manera en la cual todos salimos ganando—alcé mi mirada para encontrarme con la gran sonrisa que amenazaba con dividir su rostro, —él bebe estará bien y tu estarás feliz, todos estaremos felices.

 

Susurro lo último.

Prácticamente me saco de aquella habitación a rastras, apenas pude agarrar la pequeña maleta que contenía mis efectos personales, llegamos a la casa prácticamente en un borrón y cuando pensé que me diría algo como había prometido en días pasados, simplemente me envió a mi habitación a descansar.

 

Miré el reloj y aun faltaba una hora aproximadamente para que Nicolas llegara de su empleo pues asistía  en las tardes, subí al cuarto que compartía con cinco chicas mas a dejar mis cosas, también para descansar un rato.

Todas se alegraron de que hubiera vuelto y estuviera bien, de que ambos lo estuviéramos.

 

 




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