Por Culpa Del Destino

CAPITULO 2

               ONCE AÑOS DESPUES

Ya pasaron once malditos años desde que mis padres murieron, once años en los que mi hermano y yo hemos planeado una venganza, que juro por Dios llevare a cabo... solo necesito mas tiempo, también pasaron once años para poder convertirme en el mejor de todos, el mejor espía, el mejor detective, el mejor en camuflaje y pronto sere el mejor asesino... fui entrenado para no sentir remordimiento por lo que soy perfeccto para ello.

Yo ya tenia 19 años, ya tenia la edad necesaria para poder investigar donde se encuentran los malditos que mataron a mis padres, aunque mis tios no lo quieran, yo se que los puedo encontrar y los puedo enfrentar...

        -Alex, hermano, nuestros superiores esperan para dar la siguiente misión- dijo mi prima Tania sacándome de mis pensamientos, ella es muy hermosa, heredo los ojos de la familia, a ella la considero como una hermana y ella me considera igual.

        -En seguida voy, solo termino de alistarme para ir al Gym- le dije serio, ¿ahora a quien le asignaran la siguiente misión?.

       Al salir de mi cuarto me fui directo al gran salon donde nos reúnen a todos para dar las misiones, allí se encontraban todos, hasta los nuevos reclutas que eran los que menos sabían, mi grupo que consistía en: Ethan, Albus, Johan y yo estabamos en nuestra mesa de siempre, mi hermano ya tenia a los suyos, yo era el encargado de hacer que mi grupo sea el mejor.... pero siento que falta algo, presiento que hay alguien mas que debe ocupar el puesto faltante de mi equipo, aun no me decido porque nadie me convence.

          -Chicos y chicas, les hemos enviado a llamar para decirles que tenemos una misión para uno de ustedes- hablo la entrenadora de los novatos.

           -Esta misión consiste en viajar a norte-américa, para ser mas específicos, a Estados Unidos- esta vez hablo el entrenador de los de clase media, pero algo capto mi atención, al que eligieran tenia que salir del país... esa seria una gran oportunidad para....

           -La persona que ira a este país sera Alexander Dobrovolski- rayos, maldición, tenia que hablar mi tía.

         -No estoy dispuesto a salir del país- le dije firme y de lo mas cortante posible.

       -Pero lo harás, no estamos en si estas dispuesto o no, es una orden y no esta a discusión- dijo ella severa, no me gusta cuando se pone en ese maldito plan.

      -Es una muy mala idea meter las narices en los asuntos de ese gobierno, no pienso ir- afirme nuevamente.
 

          No se como carajos entre a este maldito lugar tan depresivo, aquí todo es de color blanco, los enfermeros visten ropa blanca y por lo que vi los pacientes también visten de blanco, hice una mueca y me acerque a mi tía para hablar con ella. ¿Como demonios mi tia me convencio para esto? Esta mujer tiene algo que hace que cualquiera haga lo que ella dice... a de ser el poder de una madre, siempre pasa,

         -No me gusta este maldito lugar, es muy depresivo y odio el color blanco- hice una mueca al mirar a mi alrededor.

         -Tranquilo, cariño, solo sera un tiempo, sabras cuando sera el momento para que ataquemos a estos desgraciados y liberar a estos jóvenes- dijo ella acomodando mi cabello, odio cuando hace eso, pero la dejo porque se que es muy sensible y se puede enojar.

         -Bien, ya quiero que toda esta maldita pesadilla acabe para...- no termine de hablar ya que sentí que alguien me sostuvo del brazo derecho, sin pensarlo, me safe de ese agarre haciendo que la persona caiga al piso.

        Mire a la persona que era y resulto ser una enfermera... no me gusta que me toquen sin mi consentimiento, la chica se incorporo y llamo a otros enfermeros, genial, habrá fiesta desde ahora, sonreí ante mi propio pensamiento. Mire hacia donde estaba mi tía, pero esta ya se estaba marchando hacia la salida, me abandono en este maldito infierno, pero me las voy a cobrar.

       Los malditos enfermeros aprovecharon mi distracción ya que me sostuvieron con fuerza, intente soltarme de ellos, lo bueno es que me moví mucho para que no me inyectaran ese maldito tranquilizante.

        Me llevaron hacia una de las habitaciones y me obligaron a vestirme con esa maldita ropa blanca, las enfermeras se quedaron embobadas al ver mi bien trabajado cuerpo al quitarme la ropa, yo solo les sonreí para mis adentros... por lo menos la estancia no sera tan mala, podre jugar un rato con las enfermeras... si, llámenme puto, pero hay necesidades de hombres que debo cumplir y mas para sacar información de este lugar.

         -Quiero salir al jardín a tomar aire- dije de lo mas frio posible.

         -Lo siento, pero no puedes salir hasta después de una semana- dijo una enfermera, eso que dijo me hiso enfurecer.



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En el texto hay: asecino, drama, amo

Editado: 13.11.2020

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