Claire
Desperté en una habitación pequeña en una cama super incómoda y pequeña, mi cabeza dolia al igual que todo mi cuerpo, no recordaba nada de lo que había sucedido, por lo que mire a mi alrededor confundida, intente mover mis manos pero no pude ya que las tenia esposadas a la incomoda cama en la que estaba.
No se como termine en este maldito cuarto encerrada, pero tengo que salir de aqui, no recuerdo que me ha ocurrido, no se por que me duele todo el cuerpo, es como si Rosalie me hubiese dado una paliza... y por lo que me dijo su mellizo y todos los que soportaron sus golpes a causa de que no controla su ira, son para matar a alguien, asi que hay que tener cuidado con ella.
Escucho pisadas fuera de la habitación en la que me encuentro y veo como la perilla, (picaporte, o como le digan en sus países), se gira, la puerta es abierta y una chica con aspecto de drogadicta entra por esta, la luz que entra del pasillo no deja que vea su cara y me cega al mismo tiempo, la chica camina hasta donde me encentro con los mismo pasos pesados con los que entro al cuarto, pareciera que no estaba contenta con venir a visitarme, pero que mas me da, ni que yo quisiera estar aqui, voy a logar escapar de este lugar de una manera u otra.
-Valla, con que por fin despierta la niñita- esta chica debe de estar drogada, yo no soy ninguna niñita- Al parecer lo que se dice es cierto, si te pareces a la igualada de Rosalie.
-...
Yo desido no contestar, porque si lo hago, la insultare y muy feo... esas vacaciones a Republica Dominicana no fueron en vano... gracias, papa, por llevarme a un lugar donde hablan muchas groserías las cuales aprendi, y muy bien aprendidas.
-Ahora dime, niña, ¿por que estas en esta situación tan... deplorable?- dijo con algo de asco y mirándome de arriba a bajo con superioridad.
-Eso es algo que a ti no te importa- mi voz salio rasposa... mas de lo que debería.
-A mi no me contestes asi, maldita moco...- se callo al escuchar como la puerta se abria mas de lo que ya estaba.
-¿Que manera es esa de hablarle a nuestra invitada?- dijo el chico con una voz muy profunda... no como la de Alex, pero es profunda al igual que su acento italiano.
-Es una engreída... hay que matarla antes...- no termino de decir nada ya que el tipo que estaba a su lado la interrumpió.
-No podemos matarla... niña, nuestro jefe te quiere conocer, asi que enviaremos a alguien a que te ayude a curar tus heridas y estés un poco mas presentable delante de el- ¿su jefe?- Te daremos la bienvenida a la mafia Italiana, pero primero habrá que hacerte unas preguntas de tu vida y el por que estas asi- ¿mafia italiana?
En ese momento llegaron todos los recuerdos, mi hermana y Alex entrenándome... mas peleando entre ellos que entrenándome, mi hermana quería que me infiltrara en la mafia para asi poder saber quien es el maldito soplón de la agencia enemiga que esta filtrando información a ciertas personas que tenemos encardas eliminar del camino de ciertas empresas o de la sociedad, claro, antes de todo eso se hace una investigación sobre las personas para las que trabajamos, porque sino, estaríamos en muchos problemas con los rusos.
-Ella no puede estar aqui, es la hermana de una persona muy peligrosa para nosotros- dijo la voz chillona de la tipa esa, ella podría ser de la agencia enemiga, pero no parece de ese tipo de personas, mas bien parece una mafiosa.
-En eso no lo decidimos nosotros, es decision del jefe- dijo con una sonrisa para luego retirarse.
La chica me miro con odio y superioridad, yo solo arquee una de mis cejas dándole a entender de que no me daba miedo, todo lo contrario, esto sera divertido... Llámenme loca o demente o como se les de la gana, pero esto es mejor que soportar a mi ex detrás de mi pidiendo una segunda oportunidad, cosa que no tendrá, por lo menos no de mi parte.
Los minutos pasaron como si fueran horas, me aburría y casi me quedaba dormida hasta que la puerta se volvió a abrir mostrándome a una señora que se veía muy buena gente, pero no me puedo fiar de como se ven las personas, tengo que ser desconfiada, tal y como me enseño Alex, aunque viendo en los ojos de la señora si sabia que podría confiar en ella, no parecía mala y algo muy en el fondo me pedía que confiara en ella, que no es como yo pienso que sea.
Sin mediar palabra, la señora me desposo las manos y me ayudo a levantar para llegar al baño... oh, Rosalie, me vas pagar todo este dolor, no tienes idea de lo que es soportar esto por tu culpa hermana... aunque viéndolo bien, yo creo que Rosa sufrió peor de lo que yo estoy sufriendo mientras vivía en Rusia, ella tenia misiones peligrosas y esta era la mía, y ahora que me acuerdo ella ha estado mas en hospitales que yo... mejor no me quejo tanto.
Después de una rica ducha de agua caliente y después de haberme vestido con algo cómodo para que no me molestara en los lugares mas afectados por los golpes de mi hermana... ¿o era de alguien mas?, maldición, mis recuerdos son confusos y borrosos, no se lo que me paso, o por lo menos no me acuerdo de lo que me paso ya que he despertado hace poco y no he visto a nadie familiar.