Por culpa mía

"El amor que no mostró"

Pasaron exactamente dos días. Dos exactos días cuando, de la nada, entré a redes sociales y vi una historia de él con ella. Estaban agarrados de la mano, él le daba flores mientras caminaban sobre un sendero de rosas y velas. Al fondo, un cartel enorme que decía: “¿Quieres ser mi novia?”

Cuando vi esa historia, me quedé helada.

No supe cómo reaccionar. Mi rostro no mostraba ningún sentimiento. Lo único que ocurrió fue que mis lágrimas comenzaron a caer por una cara vacía, sin emoción, sin reacción.

En ese momento entendí que, en realidad, nunca me quiso.

Y quizá alguien me preguntaría: “¿Estás segura de eso?”
Sí, lo estoy. Muy segura.
A mí nunca me presumió. Nunca permitió que nadie supiera de mí, solo su familia. Una vez me contó que alguien le preguntó si yo era su novia, y él respondió que no, que ni siquiera hablaba conmigo.

Desde mucho antes yo ya notaba el cambio en él, lo veía alejarse poco a poco, pero aún así, no decía nada. Me aferraba porque lo amaba. Era mi primer amor. Solo imagina… cuatro años.

Vivía engañada, creyendo que me amaba. No quería irme, aunque tuviera muchas razones para hacerlo. Tenía miedo de que ese momento llegara, así que lo esquivaba todo lo que podía. Pero también sabía que, entre más tiempo pasara, más doloroso sería.

Y sí, fue mi culpa. Me aferré a alguien que no sentía nada por mí. Quise forzar algo que no iba a funcionar.

Mientras él presumía feliz su noviazgo con mi “prima”, yo me iba apagando.
Mi mamá comenzó a preocuparse por mí, porque notaba que algo en mí estaba cambiando para mal… y yo también lo sabía. Aunque mis estudios no se vieron afectados, sí lo hicieron muchas de mis decisiones en la vida.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.