¡por dios Carolina!

Capitulo 1

Bueno tengo novio llevamos unos cuantos muchos años juntos, aun espero ver ese anillo en mi dedo, aunque he tratado por todos lados que llegue aun no pasa na', tampoco es que quiera algo tan grande, solo me gustaría algo que cuando mis amigas lo vean digan o mejor dicho griten ¡ah weona te vas a casar!, algo más o menos así, pero bueno supongo que así son los hombres hay que presionarlos un poquito para conseguir lo que uno quiere, aunque por lo visto a mi no me funciona, la verdad varias veces hemos tocado el tema de vivir juntos, pero mi mamá siempre me dijo – Tu jovencita no sales de esta casa hasta que estés casada. aunque después de cumplir los 29 años y vivir aún en casa de mis padres empiezo a creer que se ha planteado ese consejito suyo ya que últimamente me dice "Hijita de mis entrañas, mi vida, mi amor, mi tesoro, tú ¿cuándo comenzarás a independizarte?". Creo que eso quiere decir que me quiere fuera de casa, Pero como buena hijita de mis papis además de hija única pienso, si no me he casado aun es porque mis padres necesitan de mi ¿o no?, será muy egocéntrico, ósea ¿qué harán sin mí?, alomejor se aburren, en fin, también he pensado irme.

Richard tiene un pequeño departamento en el centro de la ciudad, es algo así como un "departamento de soltero" aunque ahí no cabe ni un perro chihuahua de mascota, es muy pequeño tiene solo una habitación un baño que por cierto está en la pieza y una cocinacomedorliving, porque literalmente está todo junto, no sé si a eso se le puede llamar hogar, además es tan maniático de la limpieza y el blanco por favor si ese departamento parece hospital, ¿quien diría que un agrónomo sea tan obsesivo? ¿No se supone que les gusta estar metidos en el barro y tomar vino barato? no es que me queje de lo que hace, a mi me encanta, es solo que es muy raro ¿no?

En fin trabajo como contadora en una pequeña oficina del centro, mi jefa es bueno nada del otro mundo solo una controladora y trabajólica a niveles estratosféricos, y más encima pretende que todos trabajemos a su ritmo, aunque me cae bien a veces, solo a veces me dan ganas de decirle que vaya a freír monos, pero ¿quien en su sano juicio le diría eso a su jefe? Bueno si se quienes lo harían, esos fulanos que compran el famoso cartoncito de lotería "chao jefe", yo creo que esos son capaces de escupir a sus jefes por explotadores. Bueno, ya que hoy la jefecita no viene creo que podre arrancarme a la hora de almuerzo y demorarme quizás no sé ¿toda la tarde? Con el trabajo que hay no creo que se den cuenta de que no llegue, algo así como un pollito al velador, de solo imaginarme literalmente un pollo asado con papas fritas esperándome en un velador me mato de risa, para los que no me entiendan eso quiere decir de forma vulgar que pretendo tener sexo en mi almuerzo, la verdad no sé de dónde salió ese término tan sutil. Con esa idea en la cabeza me planifico la sorpresa que le daré a mi hombre, pasare a comprar algo juguetón para la ocasión.

Mientras vitrineo en la tienda de lencería veo un babydoll bastante bonito de color dorado con tonos negros algo así como animal print y al darle la vuelta me encuentro con una pequeña cola y pienso sí, definitivamente es una tarde para jugar. Como se que Richard estará en su departamento hoy, llego sin aviso para sorprenderlo que mejor que sacar la llave de repuesto de su escondite "especial" bajo la alfombra pequeña que dice "bienvenidos", siempre me ha parecido muy patético esas cosas, en pocas palabras le dices a tus invitados "Eres bienvenido en mi casa siempre y cuando primero te limpies los pies". Pero bueno su casa sus reglas. Con la cara literalmente llena de risa de solo imaginar lo que pensará cuando me vea siendo que yo nunca llego sin avisar, abro la puerta y de tan solo abrirla me viene algo en el estomago muy fuerte es como un pequeño punto en el centro del vientre que se va expandiendo de a poco hasta cubrir toda la zona, eso quiere decir que algo malo pasa, no sé siempre he tenido esas sensaciones, como si de alguna manera mi cuerpo supiera antes que la lógica que algo malo pasa, y claro que fue así, entró en el departamento y lo primero que escucho son risitas de una mujer por que un hombre por más femenino que sea no se ríe así de chillón y desagradable, me dirijo al dormitorio y no puedo creer lo que ven mis ojos, con el susto se me cae el florerito tan bonito y carito que se compró el idiota este, cuando fuimos de vacaciones a viña, y para variar blanco.

-.¿Qué fue eso? Pregunta la mujer asustada, me quedo helada al darme cuenta lo que está pasando, y no lo puedo creer aparte de fea y flacucha la muy descarada, no es que discrimine a nadie en lo absoluto yo acepto a todo el mundo tal cual es , pero es que la mujer es tan distinta a mí, no es que me crea lo mejor de lo mejor, pero tengo lo mío, aquella mujer era algo morenita y muy flaca, vamos que ni poto tenía, y su pelo que decir que por el color de su piel no creo que fuera natural y para rematar tiene puesto el mismo babydoll que me compre para este ¡¡hijo de p...!!

Pero antes que Richard se levante a ver qué ha pasado yo misma me asomo, para que me vea bien, que a mí no me podrá dar excusas, ¿Qué me iba a decir? Que a la pobrecita se le quedó la ropa en casa y viene a limpiar en esa facha.



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En el texto hay: humor, obsesion, passión

Editado: 05.09.2019

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