¡por dios Carolina!

Capitulo 10

— Como que el hombre que estaba en mi cubículo es Rafael— dice Irene alterada como si le hubiera dicho que se ha muerto alguien y no lo acaba de creer.

— Sí, como lo oyes— aclaró haber si en una de esas deja de exagerar tanto.— ¿por qué te sorprende tanto?

— Carito linda, ese hombre ha Sido asignado a ti, ahora es tu cliente. — y el mundo y todo lo que conozco a caído sobre mí en ese mismo instante, ahora parece que le han dicho que ha muerto alguien es a mí.

— ¿Desde cuándo ese hombre lleva su contabilidad aquí?— pregunto al borde de la histeria.

— bueno hace algunas semanas, ahora que has vuelto Samantha te lo ha asignado.

— ¿Qué voy a hacer ahora?— digo más para mí que para mi amiga, sé que ella no tiene nada que ver en eso.

— bueno la verdad es que yo estaba encantada con él, es muy caballero y amable, creo que por ser doctor maneja una cantidad más o menos importante de dinero, no es la gran cosa, pero yo viviría como una reina con semejante bombón—Escupe sin percatarse de lo que ha dicho por qué al instante se tapa la boca como si con eso pudiera evitar lo que ya dijo.

— lo siento, no sabía nada de esto, son órdenes ¿qué más podría hacer yo amiga?

— no te preocupes no es tu culpa

— pero no te preocupes, estaré cerca cada vez que venga, así que tu tranquila.

Siento como las manos me sudan y corazón me late tan fuerte. Pensé que ya había salido de mi vida, estaba más calmada.

—tenía que haber esperado que terminara la semana en casa, tú y tu típica "hiperactividad". — digo en voz alta aunque claramente es solo para mí.

Unas de las cosas que me preocupa ahora es ¿Qué dirá Pedro? El no quiere que me acerque a él y ahora prácticamente me paga el sueldo.

— ¿le dirás a Pedro?

— creo que por ahora no diré nada, cuando estuve con él en la cafetería no se veía para nada violento, me inspiró confianza desde el primer momento.

— bueno yo estoy para lo que necesites lo sabes verdad?

— si, por supuesto que lo sé.

— bueno ahora que te lo he dicho, dijo que vendría mañana para conocerte y ponerte al tanto de todo.

— No tienes alguna otra noticia mala para que lo cuentes todo de una vez— casi grito del fastidio que me causa esta mujer.

No sé cómo le ocultaré esto a Pedro. Mi día ha empezado bien pero poco a poco se ha ido transformando en una pesadilla, de esas que tengo cada vez que Pedro no se queda conmigo.

No las puedo evitar, siempre están presentes como si mi mente ni en sueños dejara de pensar en el.

— llamaré a Pedro para que no me recoja ni vaya a casa hoy, no quiero que vea mi cara hoy, mis expresiones no mienten jamás.

— sí, eso es verdad, de ti se sabe todo con tan solo mirarte a la cara— me dice riendo para tratar de bajarle el perfil al almuerzo, que por cierto no hemos tocado y ya falta poco para continuar la tarde.

Una vez en la oficina llamó a Pedro para decirle que tengo muchísimo trabajo por el regreso y que no se moleste en recogerme o ir a la casa que así como voy no valdré ni un peso, por lo menos por teléfono si puedo mentir digo entre mí cuando cuelgo el teléfono.

Un nuevo día comienza y los nervios comienzan a apoderarse de mí, no pudo haber dicho más o menos a qué hora vendría, son aproximadamente las 11 de la mañana y mis nervios van en aumento, mi pie derecho ya tiene vida propia y el sudor de mi blusa se está haciendo cada vez más notorio en una hora más tendré que colocar la chaqueta para que no se note.

Cuando hable con Samantha durante la mañana para ver la posibilidad de que transfiera a Rafael de mi cartera de clientes, con la vaga excusa de que estaba recién incorporándome al trabajo y no quería someterme a tanto estrés. Me dijo claramente que no, ya que por mi licencia médica tuve varios clientes que tuvieron que ser transferidos por lo tanto tenía cupo de sobra para más posibles clientes.

Cuando salí de su oficina salí más derrotada que cuando entre.

Anoche Pedro hizo caso omiso a mí petición de que no fuera a verme, cuando llegó estaba sentada comiendo un trozo de pastel de chocolate que mamá preparó por mí regreso al trabajo. No lo esperaba la verdad, pero todo lo que tenga chocolate es muy bienvenido así que solo me serví y comencé a comer, ya por el segundo trozo sonó el timbre y fui a abrir.



#43588 en Novela romántica
#11639 en Joven Adulto

En el texto hay: humor, obsesion, passión

Editado: 05.09.2019

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.