— Mama, mañana iremos al médico para ver por qué te sientes tan cansada ¿te parece?
— bueno está bien, pero no quiero que me metan en máquinas ni nada de eso, mira que he visto muchas cosas en las películas, podría hasta sufrir un ataque dentro de esas máquinas.
— mamá haremos lo que el doctor indique, tu solo obedecerás y yo pagaré ¿está claro?
— si mija, si ¿dónde iremos? — pregunta mientras come su profiterol relleno.
— iremos a la clínica donde me atendieron, veremos si te puede atender el doctor Rafael castro. — suelto y poder ver la reacción de pedro lo que ha dado resultado, ya que solo de decir su nombre se ha atragantado con el café, aunque no contaba con el comentario de mi madre.
— ¿que? con el doctor guapo, ¿por qué? eh — mi madre tan... especial ¿cómo no se dio cuenta que estamos con pedro?
— sí, mamá con el doctor guapo— digo poniendo los ojos en blanco para que pedro no piense que quiero verlo.
— ¿por qué iras donde ese doctor Carolina? — pregunta algo molesto.
— yo no iré a ese doctor pedro, irá mi mamá, pero yo la acompañare, es un buen médico recuerda que me atendió muy bien.
— bueno entonces yo iré si no te molesta, no quiero dejarte sola con ese tipo.
— ¿por qué no me quieres dejar sola con él? ¿temes lo que pueda decirme?— lo veo desafiante para ver algo en su mirada, algo sí que encontré; miedo, desesperación, rabia y continuo— que más podría decirme pedro; nada, estaré con mi madre lo recuerdas— le digo sonriente dándole un beso en la mejilla para demostrarle que es un chiste y que se relaje, pero ya estoy descubriendo cómo podría llamar su atención, debo provocarlo, hacer que se desespere, aunque al parecer es un poco peligroso, quien diría que yo iba a ser tan suicida, si hasta yo me sorprendo.
al reír recién mis padres me siguen el "chiste", como si se estuvieran recién enterando de que con el tenemos unos pequeños problemas.
— ¿por qué pedro no quiere dejarte sola con el doctor guapo mi vida? ¿ha pasado algo?
— no lo sé madre, — dándole una mirada asesina a pedro por el comentario tan estúpido que acaba de tirar. aunque yo no me he quedado atrás.
— por nada magdalena es solo que cuando estaba en la clínica note cierta fijación que tenía con carolina, pero nada importante— se excusa para bajarle el perfil.
— ¿te quedarás a cenar hoy Pedro? — pregunta doña indiscreta creo yo para tratar de distraer la conversación a otro punto y además eso significa que le está preguntando si se quedara a dormir y él por su parte me mira pidiendo mi aprobación
— sí, mamá hoy se quedará a cenar para que coloques un plato más en la mesa, confirmó un tanto irritada.
ya en la privacidad de mi cuarto no puedo evitar regañar a Pedro por todas las cosas que dijo en la mesa.
— ¿qué ha sido eso de que no me quieres dejar a solas con Rafael?
— ¿ahora lo llamas Rafael? — dice altanero provocando que la discusión se acalore un poco.
— sí, claro que lo llamo por su nombre porque así se llama ¿no?
— no me refiero al nombre si no la familiaridad con que te diriges a él. Hoy el volvió a tu oficina, ¿hablaste con él?
— ¿cómo te ganas la vida Pedro? me refiero a que últimamente solo estas en la oficina vigilándome y siguiéndome. ¿crees que eso es sano? — tratando de desviar la conversación.
— no, claro que no es sano, solo he respondido a las llamadas, es que no puedo evitar pensar que ese tipo va y se ven, él te quiere alejar de mí, yo no quiero estar lejos de ti, ¿por qué te cuesta entender? — me dice casi al borde de la desesperación.
— bueno está bien lamentablemente no puedo hacer nada para que el deje de ir a la oficina, pero no te preocupes que el al parecer está interesado en una colega, él va a verla a ella ya que le lleva su contabilidad y además creo que están saliendo. — suelto, recordando la escena que armaron los dos fuera de la oficina.
— sí, eso también lo vi, pero no me converse.
— ¿que no te converse? si yo creo lo que tú me dices. — casi escupo esas palabras. — ese hombre es médico y muy bueno llevare a mi madre mañana y tu si quieres puedes ir, no tengo problema en eso. — pero verdaderamente que lo tengo, tendré que fingir delante de él y no creo poder hacerlo.
— sí, claro que iré ¿A qué hora paso por ti?
— llamé para pedir una hora, me la dieron para las 9:00 AM. Así que tendremos que estar un poco antes.
— bueno estaré aquí a las 8:00 AM o prefieres que me quede esta noche— comienza a decir mientras traza delicados besos desde mi oreja bajando lentamente hasta llegar al borde de mi blusa, no negare que me prendió, pero no estaba preparada para tener sexo.
— si quieres puedes quedarte, pero estoy muy cansada; después de la cena quiero acostarme a dormir si no te molesta.
— pero tenemos que esperar la cena— comenta mientras sigue con lo suyo
— no quiero, Pedro por favor no insistas.
— que te pasa Carolina, ¿por qué no quieres acostarte conmigo?
— solo estoy cansada, volver al trabajo no ha sido fácil, no tengo la misma energía que cuando no tenía nada que hacer, espero lo entiendas si no lo puedes hacer puedes irte ahora.— digo bastante enojada, no puedo con esto.
— está bien, lo entiendo no te preocupes, entonces... Quieres ver alguna película— definitivamente este hombre no se cansa.
— bueno pon lo que quieras ver.
Después de 1 hora mamá nos llama a comer. con el cansancio me quedé dormida mientras Pedro veía alguna película, ni siquiera alcance a ver cuál era el título solo sé que era muy bulliciosa por qué desperté varias veces con el ruido hasta que a Pedro se le ocurrió bajarle un poco el volumen, el me tapo para que pueda descansar. Cuando desperté recordé que debía avisar a Rafael a la hora que iría y que Pedro irá con nosotros, para que esté preparado y ponga su mejor cara de actuación
— ¿puedes bajar a ver si mi madre necesita algo para la cena? Yo voy enseguida pasaré al baño antes de bajar.
— si claro. — aprovecho el momento para mandarle el mensaje a Rafael.