Capítulo 16

Volvimos a la mesa donde estábamos para continuar con el postre un tiramisú bastante bueno, nadie me había dicho que Pedro lo trajo me imagino que para endulzar el cargo de consciencia que amenaza con salir de vez en cuando aunque no se deje ver muy a menudo. Una vez terminamos todo nos despedimos de mis padres para poder salir.

Una vez en el cine dejo que elija la película, la verdad es que yo tengo muy pocas ganas de verla, solo quise salir para despejarme un poco. Pedro ha estado muy tranquilo, no he dicho nada para provocarlo, después de la última vez que se alteró aún me duelen un poco las muñecas por la brusquedad que tuvo hacia mí, llevamos casi dos horas en el cine y la película que escogió para variar de acción no me agrada para nada.

— Pedro, iré al baño ya no aguanto— y como me espere apenas si se dio cuenta que había salido, por la última vez que vimos una película en el cine sospeche que no notaria mi ausencia en un buen rato.
Así que sin esperar respuesta solo salí. Cuando llegue al baño tome mi celular y compense a borrar todo, me detuve solo en los últimos mensajes que recibí de Rafael y no había podido leer.

Rafael
Carolina, no me digas que debemos dejar de vernos por este sujeto por favor, no quiero dejarte en sus manos. Qué puedo hacer para que lo entiendas bien.

No sé si soy yo o el mensaje que me envió fue algo suplicante. Por lo que mejor le marco así hablamos y no mal interpretó las cosas.

— Carolina, ¿cómo estás?— apenas y marcó una vez y me contesta de inmediato.
— hola, bien, estamos en el cine ahora, le he seguido la corriente desde que llegó y está bastante tranquilo, lo malo es que le ha anunciado a mis padres que nos casaremos, no sé que estoy haciendo, es violento cuando lo contradigo y un sol cuando le hago caso, yo no sé hasta qué grado me hubiera enamorado de él si tú no hubieras aparecido— la frustración del momento hizo que hablara sin pensar muy bien en mis palabras, solo ruego a Dios y a todos los ángeles que no se tome a mal mis palabras.

— no sabes cuánto me alegra haberte encontrado, estuve meses buscándote, volví muchas veces al pub donde te conocí, pero no te vi aparecer en ningún momento ¿por qué no volviste más ahí?, pero explícame una cosa ¿cómo es que Pedro le ha dicho a tus padres que se casaran?

— eso es una larga historia y bueno la verdad es que no me acuerdo de nada y menos de ese lugar y por otro lado con el asunto del casamiento, me ha dicho muchas veces que se quiere casar y hoy para seguirle la corriente le dije que si, el problema es que también quiere que engendremos un hijo esta misma noche. — a juzgar por la respiración que escucho en el teléfono, creo y afirmo de que Rafael no está para nada contento con los últimos antecedentes que le he dado.

— ese hijo de p... por favor carolina no hagas nada, ya no quiero que sigas arriesgándote de esta manera, no puedo soportar el solo pensar que te maltrata o que te hace daño, para con esto por favor. — me encanta la forma en que me trata Rafael la forma en que me quiere proteger, aunque su manera de cuidarme claro siempre con cautela, esa forma de mirarme me llena me siento feliz solo con su presencia. Nunca me ha pasado esto, ni siquiera con Richard, pero me encanta sentirlo.

— que harás ahora, quiero verte por favor, necesito ver que estés bien y completa, no me digas que lo por favor.

— te llamaré cuando pueda verte ¿está bien?

—espero que sea pronto por qué no puedo estar lejos. De ti, como te dije hace unos días. Ahora me iré porque no quiero Pedro se dé cuenta de que no estoy.

— ¿no dijiste que estabas en el cine?

— si, al aparecer las películas de acción lo hipnotizan por qué no notó que salí.

— qué interesante y conveniente. Nos vemos hermosa avísame cuando pueda verte no importa la hora pero que sea pronto ¿si?

— bueno nos vemos un beso.

— otro para ti linda adiós.

Al cortar la llamada vuelvo a la realidad, pero escucho unos gritos provenientes de afuera pronunciando mi nombre, así que con todo el coraje del mundo salgo de mi lugar de confort que se ha convertido el baño. Al salir paso lo que me espere, un Pedro asustado y enojado a la vez gritaba mi nombre como loco por todo el cine.

— Pedro aquí— grito para que pueda verme y no seguir haciendo escándalo.

— tú dónde estabas, por qué huyes de mi— la ira se apodera de él y yo con toda la paciencia del mundo lo tranquilizó.