Por ella.

Ellas

Markus Powell

-Buenas tardes señora Huges-saludo a nuestra vecina como todos los días esperando una sonrisa por parte de aquella mujer, en cambio Janet me da una mirada triste

-¿Susede algo Janet? ¿Paso algo con las niñas?-Arrugo las cejas y bajo el radio del auto, la señora Huges niega y va dentro de su casa con lágrimas en los ojos

Parpadeo varias veces aún con el ceño fruncido y empujo el acelerador para dirigirme a la puerta de mi hogar, aparco el auto y salgo de inmediato con los nervios a flor de piel

Me encamino a la puerta, y al estar allí encajo la llave en la cerradura de un solo tiron y entro en la casa, sólo el eco de las llaves chocando con el cristal de la pequeña mesa cerca de la puerta se escucha, dejó el maletín a un lado revisando con la mirada cada rincón que está a mi alcance

-¡Papá!-la sonrisa de Lizzie me calma por completo, la abrazo sonriendo-¿Cómo estás cariño?-Dejo un beso sobre su cabello castaño, mientras ciento como sus manitas recorren mi espalda

-Muy bien-mi pequeña sonríe dejando ver los huecos de los dientes que le faltan al separarnos, beso su frente y sonrío

-¿Dónde están tu madre y tus hermanas Lizzie?-le pregunto mientras me camino hacia la cocina, con ella detrás como siempre

-Mamá fue a comprar verduras, Mady y Melody están en la habitación, estabamos viendo Los Minions-

¿Verduras? Saco un vaso de la despensa con una mano, mientras que la otra la está sosteniendo Lizzie

-¿Dónde está Abigail?-sirvo agua en el vaso, Lizzie tarda en responder, pero al final lo hace-Esta con Erick, pero shh-

-¿No pidió permiso verdad?-Lizzie niega con una mueca en su pequeño rostro, suspiro y saco mi teléfono

-¿Quieres una galleta cariño?-le sonrió mientras marco el número de mi hija mayor, mi pequeña hija asiente con enfucividad, la cargo con el teléfono pegado a mi oreja esperando de Abby me conteste

Dejo a Elizabeth en la encimera y abro la despensa para buscar tres paquetes de galletas, seguro que Mady y Melody también querrían

-Hola papá-

-Abigail...-le doy las Oreos a Lizzie y le susurro un "Dale a tus hermanas" al bajarla de la encimera, dejo un beso en su frente y desaparece por el pasillo

-En cinco minutos estoy allá papá-

-Abigail-

-Adiós-

Mi hija cuelga dejándome con la palabra en la boca, desapego el teléfono de mi oreja y lo apoyo sobre mi barbilla

¿Así son los adolecentes de ahora? Salen de casa cuando sea y como sea y después regresan con su novio como si nada

Doy un largo suspiro y voy a la habitación de las gemelas, camino por el amplio pasillo y llego a la puerta que dice "Si no eres papá, mamá o Abby no entres, tenemos nueve y puedes morir" rodeado de calcomanías de pequeñas princesas, castillos y unicornios

Toco la puerta, a Melody le encanta porque según su imaginación "se siente como un castillo", mi hija abre la puerta vestida con un disfraz rosa de princesa, el que le compré para bailar ballet

-¡Papá!-Mady chilla antes de abrazarme y colgarse en mi torso, como siempre que regreso

-¿Cómo estás preciosa?-la cargo y beso su pelo mientras me adentro en su habitación todo es rosa, las camas, las alfombras, cojines, repisas, cortinas, todo rosa

-Muy bien papá-Mi pequeña Mady me da un beso en la mejilla con toda la energía

-¡Papá! ¡Mira! Estamos haciendo una fiesta del té como en Los Minioms-Melody me jala por el dedo hasta hacerme sentar en el piso dejando a Mady a un lado de mi

Yo río viendo la supuesta fiesta del té en Los Minioms, veo como Lizzie me empieza a "servir"-cabe destacar que el "té" era aire- con el mismo disfraz que tienen Mady y Melody

-Chicas hoy no pued...-

-Por favor-las tres dicen al unísono, mientras inflaban sus mejillas, el corazón se me derretia cada vez que lo hacían

-Tengo que resolver algo con Abigail-Las tres me miran parpadeando varias veces, desvió la mirada de las chicas, se que si las sigo mirando voy a terminar aceptando

Las tres me toman de la mano haciendo que las mire-Por favor-

Y así fue como termine con un delantal de flores, varias pelotas de plastilina en mi organismo y un lazo en mi cabello

Cojo la taza de plástico y la llevo a mi boca simulando que bebo algo, en ese momento el timbre suena

-Chicas regreso en un momento-dejo la taza sobre la bandeja rosa que está encima de la cama de Melody y salgo de su habitación

Al abrir la puerta, veo a Abby y a Erick dándose una muestra de afecto bucal, me cruzo de brazos y craspero mi garganta

-Hola papá- Abby me abraza, sabiendo cuáles son sus intenciones me dejó abrazar-Buenas noches señor Powell-Le sonrío a Erick-Buenas noches Erick-Cierro la puerta cuando veo a Erick alejarse luego de una despedida formal

-¿Cómo estás papá?-Abigail se apoya en mi hombro con una sonrisa angelical

-Esta severamente castigada señorita-quito el teléfono de sus manos-Pero-le interrumpo poniéndolo sobre la mesa-Una semana Abigail-

Mi hija se sienta en el sofá con el ceño fruncido; tomo una larga respiración antes de sentarme a su lado

-Para tu madre y para mi es importante saber donde estas Abby- ella sigue sin dirigirme la mirada-¿Qué te parece si mañana vamos y te inscribimos en esa clase de francés que tanto quieres?-

Ella despega la mirada de sus manos y me ve con una sonrisa-Estoy castigada, no deberías regalarme cosas papá-

Me encojo de hombros-¿Prefieres que te castigue yo, o que te castigue tu madre?-inquiero con una sonrisa burlona, colocando mis manos detrás de mi cabeza al recostarme en el sofá

De inmediato Abigail niega frenéticamente
-¡Papá! Mamá me castigará por el resto de mi vida ¡No me dejará salir durante un mes! ¡Papá dile algo!-Abby viene corriendo hacía mi con Olivia detrás de ella



#7667 en Joven Adulto
#32961 en Novela romántica

En el texto hay: chicklit, romance, niñeras

Editado: 23.12.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.