Por ella.

Maldita masculinidad

Casandra Adams
-¿Qué les parece si hacemos un día de spa luego de que hagan sus tareas? Aprovechemos que su padre no está aquí-les sonrío picando la fruta desde la cocina

-Me parece una muy buena idea-dice Abigail sacando unos cuadernos de su mochila al igual que Melody, Maddison y Elizabeth

-¿Y ustedes que dicen?-me dirijo hacia las más pequeñas, poniendo las frutas en los tazones, Fresa para a Elizabeth, Melón para Abigail, Piña para Melody y Banana para Maddison

-¿Qué es un spa Cassy?-pregunta Elizabeth, mirándome por la ventana que da a la cocina

-Es algo así como un lugar donde te relajas y te pones mascarillas, una vez Abby nos puso una ¿Te acuerdas Mady?-Le responde Melody moviendo a su gemela emocionada

-¡Oh Si! Era de chocolate, sabía deliciosa-dice entre risas Maddison, río con ellas, estos últimos días nos hemos caído muy bien, he aprendido mucho en estos días, como por ejemplo que Melody es significativamente más sensible que Maddison, Elizabeth y Abigail, Elizabeth es la más tranquila de todas, Maddison la más traviesa y Abigail la más madura de las cuatro

También cosas menores como qué, Melody y Maddison aman con toda su vida el rosa, o que  Elizabeth solo duerme si le cuentan un libro que se llama "Las hormiguitas de Chago" y por supuesto, como ya sospechaba, Abigail ya tiene novio, se llama Erick, lo conocí ayer cuando vino a buscarla

Con Markus, seguimos igual, digamos que se a tomado encerio el papel de jefe, es algo que me gusta mucho, el hace lo suyo y yo lo mío, así Alphonso no se molestará

Salgo de la cocina con los tazones en las manos, los pongo en la mesa con sus respectivas dueñas, vuelvo a la cocina por los vasos de jugo de limón

-Cassy ¿Me ayudas con matemáticas? No entiendo nada-dice Melody sonriendo nerviosa, le sonrío también y me pongo al lado suyo

-¿Ustedes no necesitan ayuda?-Las tres niegan, entonces me pongo a ayudar a Melody con las fracciones

Markus Powell

Entro el auto en el garage, ha sido un día cansado, entre resolver el problema de la cafetería y la insistencia de mi madre para que le presente a Casandra, realmente termine agotado, casi que puedo escuchar las réplicas de mi madre todabia

Aparco el coche, salgo de el con mi habitual maletín en manos, y cierro la cochera

Arrastrando los pies camino hacia la puerta de la casa, sólo escucho silencio, no niñas traviesas gritando por doquier o televisión a todo volumen, frunzo el ceño mirando a mi alrededor ¿Me equivoque de casa? el peluche de Mady sobre el césped me dice que no, lo recojo sin dudar

Cojo la llave, la introduzco en la cerradura y giro para un lado, al abrir la puerta encuentro a mis cuatro hijas tumbadas en el sofá con algo verde en el rostro y ¿Tomate? ¿En los ojos?

Dejo mi saco en uno de los percheros y el maletín en una mesita cerca de la puerta, junto con las llaves de la casa y el auto

-Niñas, ya pasó el tiempo-Casandra o Cassy -como le dicen las niñas- regresa de alguna parte de la casa con unas toallas en las manos

Las niñas se quitan las rodajas de tomates de los ojos lentamente

-¿Eso se puede comer?-Pregunto cuando Melody se intenta pasar la lengua por un costado de la boca

-¡Papá!-En seguida Lizzie, Melody y Mady me abrazan con fuerza, Abby al contrario se me acerca caminando y me da un beso en la mejilla

-Hola mi amor-le sonrío

-Hola papá-ella me sonríe de vuelta-Vamos, tenemos que quitarnos esto-dice llevándose a sus hermanas al baño, con la sospecha en la mente, bajé la mirada hacia mi camisa y efectivamente, estaba manchada con esa cosa que tenían en la cara

Tengo que lavar esa camisa, pensé mientras desabrochaba los botones de ella

-Hola Casandra, hoy no hubo tantas travesuras por lo que veo-digo quitándomela camisa por los brazos, la llevo hasta el área de lavado y la dejo en uno de los canastos

Ya la lavaría después, voy a la cocina y me sirvo un poco de agua

-Markus-Dice Casandra en tono de sorpresa observandome por la ventana, la miro extrañado, Casandra niega y suspira-No, las niñas se portaron muy bien hoy-

-¿Y qué estaban haciendo?-Me siento en el sofá donde antes yacían mis hijas y le señalo un tazón que parecía contener lo que mis hijas tenían en el rostro

-Estabamos haciendo un "self care day" con una mascarilla de aguacate-Casandra se sienta en uno de los sillones y coge el tazón transparente entre las manos, la miro y sonrío

-¿Me pondrías? Creo que mi piel nesecita hidratación-Digo a la vez que paso mi mano derecha por una de mis mejillas, Casandra ríe y se sienta a mi lado

-La mascarilla de aguacate no sirve para eso Markus-Casandra empieza a jugar con la brocha que está dentro del bol

-No me importa-me encojo de hombros recostado en el sofá, Casandra niega y se hinca a mi lado con la mezcla en las manos, sonríe y empieza a cubrir la piel de mi cara con la "mascarilla de aguacate"

No mires hacia bajo, no mires hacia bajo Markus Me dije cuando Casandra se inclinó un poco más

Ignoro mi subconsciente y bajo la mirada, topándome con mi torso desnudo y el diminuto escote de Casandra, sus pechos, no tan grandes ni tan pequeños son tapados por su blusa de tirantes, sin embargo puedo ver el inicio de ellos, eso me hace desear ver mas

Saco mi mirada de allí y la llevo a la ventana, por ahí sólo se ven los perros de la vecina Huges corriendo

Que aburrido, los pechos de Casandra son más entretenidos

Me regaño por pensar así de inmediato

-Markus, deja de moverte-me replica Casandra acercándose más a mi, y con eso sus pechos chocaron con mi cuerpo, Oh, me dije otra vez bajando la mirada hacia mi problema, no los pechos de Casandra, si no, más abajo, en mi entrepierna

Maldita masculinidad

Respiré hondo, muy hondo, necesitaba sacar esa sensación de mi cuerpo y mente, vamos Markus fuiste a dos clases de yoga, puedes con esto



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En el texto hay: chicklit, romance, niñeras

Editado: 23.12.2020

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