Por Encima De Todos

Mintieron

Maximus pasó toda la noche inquieto teniendo muchos sueños confusos,  sobre una risa, una playa, pero no las de Grecia, otra playa, una hermosa piel trigueña la cual acariciaba, una dulce voz que le decía que lo amaba.

─Siempre estaremos juntos ─ dijo abrazándola ─ no importa por encima de quién tengamos que pasar para estarlo…

Despertó sintiéndose muy sudado y agitado, toda la noche la paso con sueños así, con los que parecían flashes de varios recuerdos dispersos que no terminaban de tener un sentido concreto aún, pero no dejaba de tener esa sensación de nostalgia...y...pena, pena por aquellos momentos, pena porque no recordaba y no estaba con aquella mujer de sus recuerdo aunque no tenía la menor idea de quién era, su rostro seguía siendo un misterio para él.

Dejando a su novia acostada aun se levantó de la cama para irse a cambiar de ropa por una deportiva y salir a correr, eso lo ayudaría a despejarse un poco de todo lo que lo atormentaba, o al menos eso esperaba.

Corrió por al menos una hora al regresa fue informado que todos lo esperaban para desayunar en él jardín de sus padres, así que tomando una ducha fue también.

Él quería mucho a su familia, de verdad que si, pero había momentos en que lo sofocada demasiado, no se quejaba mucho del lugar que vivía, era precioso, pero quería más espacio, para él y su pareja, prácticamente su novia hacia todo lo que sus padre le indicaba y eso era algo que no le agradaba mucho, no quería que se llevaran mal, no, claro que no, pero en varias ocasiones Milena para alguna fiesta, cumpleaños de él o ella, quería algo, que de verdad quería, pero sus padres o sus hermanas no lo consideraban apropiado dejaba que lo cambiaran sin pelar un poco.

Ellos siempre toman la decisión de todo sobre la vida de todos y se estaba cansando de él ya era alguien lo bastante mayor para tomar sus propias decisiones sobre su vida y cómo quería vivir la. 

─Solo por respeto al hecho de que son los padres del hombre que amo limitaré las palabras que quiero decir ─ de nuevo su voz, ella sujetó su mano y él la sostuvo dándole confianza ─ si quieren creer o no que soy una mujer de bien es su problema, Maximus sabe perfectamente quién soy y con esto me basta y me sobra, así que no crean ni por un momento que bajaré la cabeza y dejaré que digan cuanta cosa se les ocurra por él simple hecho de que se crean más personas por él simple hecho de tener una increíble fortuna, cómo les dije, solo porque son los padres de Maximus, les hablo con las palabras más educadas que se, de no ser sus padres, no me hubiera importado abofetearla en desde la primera palabra despectiva que dijo hacia mi señora ─

¿Qué eran esos recuerdos?

¿Que eran?

─¿Quién eres? ─ se preguntó entrando en la ducha, haciéndo se la pregunta una y otra vez, mientras él sistema de lluvia lo cubría. 

De repente sintió un fuerte dolor en su cabeza y un fuerte pitido atravesó sus oídos, mientras todo llegaba a su mente, cómo se conocieron, cómo desde ese día quedo completamente enamorado de ella, su primera cita y las siguientes, su primera vez, su viaje a República Dominicana a conocer a la familia de ella y sus días conociendo algunas zonas, su viaje a Grecia para él presentarla a su familia, lo mal que la trataron, la discusión que tuvo con su familia después de eso, discusión que nunca le dijo a ella.

Todas sus discusiones por celos de ambos, todo él sexo de reconciliación después de las peleas, sus últimas palabras antes de salir a tomar su avión y la llamada que tuvieron minutos antes de que a él lo chocarán.

Lo recordaba todo.

Y su familia nunca le habló de ella, de su esposa, del amor de su vida, nunca se lo dijeron, le dijeron que Milena era su pareja cuando Lucía lo era en realidad.

Completamente furioso salio de la ducha para buscar su celular y llamar a Alonzo.

─Prepara él auto, en 20 minutos vamos a salir ─ le dijo molesto al celular.

─¿A donde señor? ─ preguntó confundido y extrañado de lo furioso que se escuchaba.

─A cual sea él hotel en que mi esposa y mis hijos estén ─ dijo dejando al hombre sorprendido.

─¿Ya….ya recuerda señor? ─ preguntó casi en shock.

─Si, ya lo recuerdo todo y será mejor que me des una muy buena explicación de porqué no le contaste nada a mi esposa del accidente ─ dijo para después colgar e ir a buscar ropa que ponerse.

Una vez vestido con una pantalón casual, zapatos cómodos y una camisa blanca de manga corta además de su billetera y su celular, salió rumbo a donde su familia los esperaba, tenía varias cosas que decirles. 

Cómo esperaba todos estaban ahí, sus padres, sus hermanas y por supuesto Milena, quién se levantó intentando colgarse de su brazo, pero él no la dejo.

─Hijo, ¿por que tratas a si a Milena? ─ le preguntó su madre en tono de reprimenda.

─Porque la odio, los oído a todos ─ contestó dejando a todos los de la mesa en shock.

─¿CÓMO TE ATREVES A HABLARNOS ASÍ? ─ preguntó su padre furioso.

─Lo hago porque se lo merecen, los odio con todo mi ser ─ dijo sintiendo que su pecho ardía de ira.

─Hermano…

─Hijo….

─No me llamen de esa manera, no usen esas palabras conmigo porque ni siquiera saben lo que significan ─ dijo mirándolos a todos con desprecio ─ si deverdad me consideran un hermano y un hijo, no me habían mentido todo esté tiempo y me hubieran hablado de Lucía, mi esposa ─ dijo y todos en la mesa palidecieron.

─Maximus no puedes tratarnos así cuando seguramente no recuerdas las cosas bien ─le dijo su padre.

─Recuerdo todo perfectamente, se que no igual que ahora, ya no los miraba como una familia y que a ti Milena, mi esposa te había golpeado porque te metiste en mi oficina y me besaste ─ le dijo mirándola ─ él cirujano hizo un excelente trabajo reparando tu nariz, mejor escóndete de Lucía porque si te encuentra ningún cirujano te arreglara ─ le dijo y la mujer palideció ─ me dan asco, no puedo creer que mintieron de la manera más vil, al mismo tiempo que decían que me querían, que hipócritas ─ dijo con desprecio para después irse ignorando por completo los fritos de sus palmares y hermanas para que no se fuera, pero no los escucho, Alonzo lo estaba esperando en la parte del frente con él auto listo ─ habla ─ especto seco.




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