Por Favor... Dime quien eres

Sin temor

San Sebastián, España:

 

Elián:

 

Vendrás a despedirte de mi amigo, es injusto, pero no puedo rebelarme contra mi padre. 

El sabor del café inunda mi boca, sé que debí haber ido, pero no me gustan las despedidas, ayer Axel me dio la tan esperada noticia, él se va hoy de la ciudad, y no volveré a verlo, así es la vida, las personas simplemente se van de un día para él otro y nunca los vuelves a ver. Tal vez lo vuelva a ver en alguna nota del periódico, anunciando que Axel Donovan es el nuevo dueño de los hoteles más prestigiosos del país.

No pensé encontrar en medio de este lío a una persona como Axel, nunca he tenido amigos, desde que Aditya fue separado de mi lado, ese maldito día todo acabó, solo eramos unos niños de 7 años, y nuestra jodida vida se fue en segundos.

Nunca más fuimos felices después de ese día, donde el mal reino nuestro mundo, todo se volvió tan gris.

A Veces tengo tanta rabia hacia mi persona, no me entiendo a mi mismo, la soledad, la muerte y mi deber para salvar a mi mundo, uff, son tantas cosas, sé que debo volver, pero debo encontrar a mi hermano y los demás, para poder abrir el portal y lo peor de todo y me frustra tanto, es que no se que dirección tomar, para hallarlos, es como si buscara una aguja en un pajar.

Volteo observando hacia las demás mesas, si tan solo pudiera ser un simple humano y no esto.

Detengo mis ojos en una de las mesas, un par de hombres con trajes refinados me llaman la atención, por alguna razón sus comportamientos misteriosos no me agradan, se protegen tanto del sol, como si les fuera a lastimar, me coloco de pie sacando un billete de los bolsillos de mis jeans y lo depositó sobre la mesa.

Me giro dándoles la espalda y comienzo a caminar de manera para no mostrar alguna muestra de sospecha.

Puedo oír como unos pasos empiezan a sonar no muy lejos de mi, los músculos de mis brazos se tensan al instante, al parecer era lo que me temía, ¡sus perros ya dieron conmigo!.

Bueno, ¡es hora de divertirme un rato!

Empiezo caminando rápidamente hacia un callejón sin salida, donde lo único que hay es basura y desperdicios, la gente no sospechara nada, la peste de inmediato se hace presente. Me escondo detrás de una pared mientras escucho sus pasos más cerca.

Podría rendirme y acabar con esta pesadilla, pero soy un poco terco, además no quiero morir como un cobarde.

 

Sin pensarlo dos veces, salgo de mi escondite tratando de mantener mi postura tranquila.

 

一 Hola chicos, de casualidad, ¿Me buscaban a mí? 一

El primer hombre refinado al parecer de unos 30 años, se acerca con pasos rápidos, soltando una carcajada, puedo oler el odio.

一 ¿Qué?, Bhairava no puede con el paquete solo 一

Apenas terminó la frase cuando el hombre lanza un golpe directo a mi abdomen, mi espalda choca contra la pared, puedo oír el sonido de mi espalda.

¡Auch! eso me dolió.

Veo venir otro golpe hacia mi cara, respondo velozmente tomando sus dos manos, le guiño el ojo y le lanzó una patada entre sus piernas, él cae al suelo sobándose ciertas partes de su cuerpo, sin poder ocultarlo, suelto una carcajada, me acerco a él lanzándo le más golpes.

Siento como mi cuello es jalado con fuerza, ¡Mierda!, con los dos brazos tomó su cara y aunque esté de espaldas hacia él, no me es difícil lastimar su cara con mis dedos, el hombre suelta un gemido de dolor y con eso me liberó de su agarre, me giro para verle los ojos al imbécil, mi satisfacción al ver como la sangre escurre en ambas parte de su mejilla, debería temer, pero no siento ni una pizca de lástima, tal vez sea más monstruo que el pobre hombre.

Levanto mi puño para proporcionarle un golpe y en eso me asomo cuando el hombre saca entre sus bolsillos una filosa navaja, retrocedo hacia atrás.

一 ¿Ahora ya no eres tan valiente? 一 su voz es ronca.

Levanta su filoso artefacto pasando sus dedos cuidadosamente en él, su cara brilla de satisfaccion, es demaciado tonto con pensar tan rapido en su victoria.

一 ¿Y tus poderes?, ¿Acaso tu dueño ya no tiene tanta fuerza? 一

Y en menos de que él reaccione, camino velozmente hacia su dirección clavandole con sus propias manos la navaja en su cuellos, la sangre empieza a escurrir por su refinado traje gris.

Suelto mi agarre y el cuerpo cae al suelo, observo mis manos, ambas están manchadas de sangre.

Una voz tosiendo agudamente me saca de mi trance, camino con pasos seguros hacia su dirección, el primer hombre sigue en el suelo, me agacho quedando a la misma altura que él.

一 Pensé que nos estábamos divirtiendo 一 la oscuridad de sus ojos me ven directo a los míos.

Nuevamente el toser escupiendo sangre de su boca.

一 El te encontrara, y cuando llegue ese momento, querrás llorar 一 si, literalmente mis golpes lo enloquecieron, si supiera que espero con ansias el día en que Bhairava me de la cara.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.