Por Favor... Dime quien eres

Odios e historias

 

Leila Duncan

La rabia me sube por la venas, la tenía en mis manos, estaba apunto de terminar con el latido de su corazón, estaba a unos segundos de que esos perfectos ojos dejaran de brillar, recuerdo el temor en sus ojos, ese dolor quebrándose dentro de ella, la sangre corriendo por su mejilla, ¡Diablos! fui tan lenta, sólo faltaba poco para lograr mi objetivo, maldita sea la hora en que su perro guardián llegó; mi frustración sube por mi cabeza reprochando una y otra vez a mi mente mi mal desempeño, siempre he sido perfecta en mis objetivos, me había preparado tanto tiempo para que esos ojos temibles me confiaran el objetivo principal y solo ¡fallé!.

Juro que John pagará muy caro por arruinar mis planes, entrometerse en mi camino fue muy mala idea.

El sonido de mi móvil suena sobre la cama, cierro los ojos dejando salir un suspiro, no es necesario ser adivina para saber quien espera por mí, me doy un último vistazo al espejo que está frente a mí, el moretón en mi mejilla sigue notorio, él se atrevió a tocarme, sus asquerosas manos tocaron mi piel, sus malditos movimientos fueron exactos y eso me frustra más, fallar no existe en mi vocabulario, empuño mis manos haciendo que se libere mi magia,  lo lanzó hacia la pared haciendo que parte de esta se destruye en segundos, desperdiciar nuestra magia azul no es una opción pero la rabia es muy grande en mí, puedo salir a la calle y desquitarme con cualquier mortal,  dándome satisfacción con su muerte  ¡Juro que lo mataré!.

Camino hacia la cama tomando el móvil, contesto la llamada tratando de notar mi voz lo más tranquila que puedo.

一 Necesito resultados 一  pongo los ojos en blanco, 一 Estás siendo muy lenta querida y eso no lo tolero 一  trago grueso porque se perfectamente a lo que se refieren aquellas palabras, él es el único que puede intimidarme.

一 Señor 一  a él no puedo darle excusas 一 Estoy trabajando en eso 一  miento.

一 Mi cuerpo se está debilitando y tú sabes perfectamente a qué me refiero 一 

一 Obtendré la victoria 一  mi voz suena con firmeza, quiero que él se sienta orgulloso de mí.

一 Si no obtengo resultados tuyos, sabes tus consecuencias 一  escuchó el final de la llamada.

Al carajo si me descubren, tengo que acabar con ella de una buena vez.

 

 

Amaris Ruiz:

Escucho el aire soplar a mi alrededor, mi vista empieza a normalizarse observando la parte trasera de mi casa, el calor de unos brazos me rodean en forma de abrazo, se siente tan reconfortante, tan cómodo, puedo sentir ese olor a lavanda, me resulta tan familiar, cierro los ojos tratando de entender las cosas, esto está pasando o solo estoy en un gran, tortuoso y hermoso sueño, los abro encontrándome con una realidad muy confusa, me trago toda la saliva que le queda en mi boca, hay un extraño abrazándome. Agito la cabeza empujando con las manos al extraño que hace unos minutos antes me tenía en sus brazos y yo no me quejaba, rápidamente la helada de la noche me recibe entre sus brazos.

Alzó la mirada de manera aterrada, no entiendo qué está pasando, unos ojos grises y opacos me observan confusos bajo esta noche oscura, con dolor en mis piernas me levantó con torpeza del suelo, sigo los movimientos del extraño y él con mucha agilidad se pone de pie, ¡¡¡ohhh!!! me siento tan pequeña ante su altura, como una acosadora le doy una mirada de pies a cabeza, su vestimenta es todo tan negro, una gorra de lana cubre su cabello; bajo mi vista observando con cautela su rostro, gracias a las luces encendidas en el jardín puedo ver su cara, su rostro, es tan perfecto, él sigue con sus ojos clavados en mí, observando con detalle mis movimientos, eso me pone más incómoda.

El silencio reina el lugar, maldigo eso en estos momentos, no hay ni un sonido a nuestro alrededor solo soy yo y un completo extraño parada justo enfrente de mí.

Mi corazón se alarma cuando noto que sus pies empiezan a tomar movimiento, retrocedo con torpeza en mis pasos, teniendo miedo de que mis pies se enreden y caiga al suelo, una oleada de temor dentro de mi ser, veo como una sonrisa se le forma en los labios, ¡Dónde demonios está John!.

一 ¿ Te encuentras mejor? 一 una voz demasiado conocida para mis oídos habla detrás mío, suelto el aire retenido en mis pulmones girando hacia él.

Esos ojos cafés que tanto anhelaba ver están observando detenidamente, sin responder a su pregunta me lanzo hacia su cuerpo envolviendo mis brazos alrededor de su cuello en forma de abrazo, escondo mi cara en sus cuello con olor a cítricos, sus cálidas manos me abrazan la espalda. 一Tenía miedo一

一 Estoy aquí, nunca te dejare 一 su cálida voz habla a un lado de mi cara.

Un cascarreo interrumpe mis pensamientos, suelto de golpe a John quien se tensa al instante soltandome y aclarándose la garganta, sus ojos se dirigen a un punto en especifico, yo sigo su mirada y el chico extraño está delante de nosotros. Los recuerdos llegan a mi mente una tras otra como diapositiva, estaba en casa , algo en mi mente empezó a perturbar alocadamente, el sudor en mi cuerpo, ese dolor en mi brazo, bajo los ojos observando mis muñecas, todo alrededor se congela, el dibujo en mi muñeca me deja sin aliento, una media luna adorna mi muñeca, dentro de ella la mitad de una mariposa. 一 Entonces es verdad 一 digo en susurro, solo para mí.




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