Por Favor... Dime quien eres

Donde las almas son libres

Dos semanas despues

 

Amaris Ruiz:

El dolor en cada parte de mi cuerpo es insoportable, no sé cuanto tiempo he estado encerrada dentro de estas cuatro paredes, todo ha sido tan eterno para mí, el olor a humedad y suciedad, lo único que he visto en estos días han sido los intimidantes ojos de Bahirava, antes no sabía que tan podereso eran esos ojos, ahora cada vez que vuelven a mi cabeza mi cuerpo se estremece de miedo, sus relatos de cada día, sus palabras retumbando en mis oídos y esa luz que emergue de sus manos, me ha debilitado demasiado, trato de moverme de la cama pero todo el cuerpo me pesa mucho, trato de apoyarme con las dos manos sobre el colchón pero estas flaquean y vuelvo a caer, suelto un suspiro ya casi sin aliento, ya sin fuerzas los parpados me pesan, algo dentro de mi me pide no cerrarlo, pero ya no resisto más.

Escucho como la puerta es abierta, ya no me da curiosidad ver hacia esas figuras por que son las mismas de cada día.

一No me gusta que me contradigan一 su voz llega a mis oídos nuevamente, esa voz que podría  enloquecer a cualquiera.

一 Señor, debería matarla de una vez, ya no es una amenaza para usted, solo observela, en cualquier momento morira一

一 Necesito a los otros y aunque yo la mate ahorita, no serviria de nada, ella es la clave, ¡Aún no lo entiendes!一 escucho como su voz es mas grave.

一 Pero señor...一 

一Ya he dicho o prefieres morir tú一 no escucho mas la voz de la rubia, 一Llevala a donde he ordenado, despues ve a su casa y deja el recado, ¡Entendido!一

Que se supone que haran conmigo, siento como alguien sostiene mis brazos pero sin soportarlos mas, mis ojos se cierran.


 

John:

Ya son dos semanas desde que Amaris esta desaparecida, dos semanas en las que yo la he buscado como un loco, en cada rincon de la casa, afueras de la ciudad, pero no hay rastros de ella, regreso a casa con la ilución de que ella este ahí y nada. Elián a hecho lo mismo, buscamos en cada parte que pudiera estar pero nada, ese día que desaparecio pensamos que nos estaba jugando una broma pero no, no volvio, fui al colegio a buscar pero los compañeros no la habían visto, con los días Elián afirmo sus sospechas, Bhairava la tenía, eso era lo más logico, despues recorde a la rubia Leila, ella ha sido su mano derecha desde hace mucho y estoy seguro que ellos la tienen, hay veces en las que pienso lo peor, tal vez ella este muerta y eso me destruiría por completo.

Suelto el aire retenido en mis pulmónes, vuelvo a diriguir mi vista hacia las rosas, desde hace una semana las rosas que había sembrado con Amaris en su jardín se han empezado a deteriorar, la mayoría se ha secado; los recuerdos llegan a mi mente, ese día que la conocí, parecia tan perdida, sus mejillas rojas cuando la molestaba, esa primera vez que la ví algo dentro de mi empezo a crecer, solo quería protegerla y que nada malo le pasara, yo debía protegerla y ahora ella no esta.

Mis pensamientos se esfuman cuando escucho tocar la puerta de la casa, tal vez sea Elián, él solo ha estado en las calles buscando rastros de Bhairava, me levanto rapidamente del suelo, con pasos veloces camino hacia la puerta pero mis pasos se detienen de golpe cuando mis ojos se detienen en una pequeña caja color blanco con un moño del mismo color recostada enfrente de la puerta, observo hacia la calle pero no hay nadie.

Levanto la pequeña caja entre las manos y un mal presentimiento se aloja en mi interior, tal vez esto sea lo que hemos estado buscado.

一¿Qué es eso?一 la voz de Elián habla a un lado mío.

Sin poder responder Elián me arrebata la caja de las manos y entra a la casa, él nunca ha sido muy educado.

一 ¿Podrías abrirlo? 一 pido con algo de temblor en las manos.

Elián le quita el moño y destapa la caja, sus ojos se abren de par en par observando hacia la caja 一¡Que demonios!一 el saca un mechón de cabello blanco.

一 Es el cabello de Amaris一 respondo titubeando.

一 Espera, hay una nota一 de sus manos sotiene un papel dorado y empieza a leerla.

 

一 Hola mis queridos amigos, hace tanto sin verlos, espero les haya encantado su regalo, lo trate de hacer de la mejor manera, pasando a otros temas, debo confesarles que son tan tontos como buscadores, tan poco les importa la pobre chica, pero no se preocupe  ella no pudo estar en mejores manos, aunque sentí que ya los extrañaba, así que se las devuelvo, busquen entre la oscuridad de la noche, donde las almas son libres,algo anhelado encontraran, los quiero y muy pronto nos reuniremos todos.

 

一 Quien demonios te entrego esto一 sin poder hablar, él me agarr de la camisa con los dos manos.

一 Estaba en la puerta, no había nadie一 suelto de golpe, con las manos lo empujo haciendo que me suelte y caigo al suelo 一 ella esta viva一 susurro para mi mismo.

一Busquen entre la oscuridad de la noche, donde las almas son libres, algo anhelado encotraran, ¡donde se supone que es eso!一 escupe él con rabia.

Observo el reloj que decora mi muñeca y esta por anochecer, donde las almas son libres, los recuerdos llegan a mi mente 一¡Claro!, esta en la tumba de su madre一 

一 ¿Como estas tan seguro? 一 le pongo los ojos en blanco, tomo las llaves de mi auto y camino hacia la puerta.

一 Solo lo sé, ¿vendrás?一 pregunto abriendo la puerta y saliendo de ella, escucho los pasos de Elián de tras mío, subo al auto, y él en el puesto del copiloto, arrranco hacia el cementerio donde enterramos a la madre de Amaris, espero no estarme equivocando.

 




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