Pasó más de un año desde que llegaste a la escuela, y desde entonces, no habías parado de hacer nuevas amistades.
Ahora no sólo estabas con nosotros. Tenías tu propio "grupito" de niñas.
De un momento a otro, te habías vuelto la chica más popular de la generación, y nadie, ni siquiera tú, estaba seguro de cómo lo habías conseguido.
Nuevos nombres habían sido agregados a tus listas de contactos, y uno en específico, a tu lista de admiradores.
Nunca te fijabas en mí, pero lo hacía más llevadero el que tampoco te fijaras en otros.