Por mensaje

Capítulo 1

-Val, Val ven, Val.

 

¿Quién está hablando? Se pregunta la chica muy confundida al no ver quien la llama ni reconoce la voz.

 

-¿Quién eres? -pregunta la joven con miedo-. ¿Dónde estás?

 

-Val rápido- le responde la voz, esta vez con más insistencia.

 

-¡VALERYA! ¿Es que algún día vas a despertar? -Le reclama un chico un poco más alto que ella.

 

-¡No molestes!-la chica le lanza una almohada con fuerza al joven y se vuelve a echar en su cama.

 

-Bueno, pero después no te estés quejando, que la profesora Barranco no te ha dejado ingresar a clases -dice el chico mientras sale de la habitación de su hermana y cierra la puerta con fuerza como último intento de despertarla.

 

-¡La profesora Barranco! -de un salto sale de su cama y comienza alistarse como pueda.

 

Desde hace tiempo que tiene problemas con esa profesora y no es porque sea una mala alumna, al contrario, aquella chica es de las mejores alumnas del colegio, sobresale en todas las materias, incluso en la de esa profesora, pero tiene un problema y es que por las noches no puede conciliar el sueño, pero durante el día se para quedando dormida principalmente en las primeras horas de clase, la mayoría de los profesores no le dicen nada por ser una alumna destacada, pero Barranco no se las ha perdonado ni una y no parece que llegue hacerlo de todos modos como nunca falla con sus trabajos no ha hecho que afecte sus calificaciones, pero siempre le da un sermón cada que llega tarde o se queda dormida, lo cual es todas las clases.

 

-Ya estoy, vámonos -avisa la chica al salir del cuarto muy apurada.

 

-Es tarde, pagaras el taxi porque por tu culpa no pienso quedarme fuera del aula -dice el chico que tranquilamente camina hacia la puerta-. A y por cierto tu merienda está en aquella bolsa de papel -le señala con el dedo hacia la cocina y después sale de la casa. 

La chica no pierde el tiempo, corre hacia la cocina, agarra la bolsa y sale corriendo, estando afuera, agarra a su hermano del brazo y devuelta, empieza a correr, esta vez en dirección al colegio.

 

-Es que acaso no me escuchaste, ya es tarde -le grita el chico, el cual todavía no puede zafarse del agarre de su hermana.

 

-Si te escuche, pero sé cómo eres, sabes perfectamente que por las mañanas no agarro el celular porque se me hace tarde, cometiste el error de salir tranquilo y sin enojarte, aquello me hizo deducir que aún teníamos tiempo como para ir corriendo y llegar a tiempo.

 

-Estás loca ¿Lo sabes? -dice con el poco aire que le queda de tanto correr.

 

-Pagar todo eso por ir unas cuantas cuadras más allá, eso sí, es de locos -En ese momento se detiene de golpe al darse cuenta de que llegaron al colegio.

 

-Por fin.

 

-No seas un llorón Elías, ni que hubiéramos corrido por toda la ciudad.

 

-Pues lo pareció -Valerya se ríe ante las ocurrencias de su hermano menor.

 

-Como digas, ahora entremos que nos dejan fuera -apenas dicho eso la joven sale corriendo al lugar donde se encuentra su salón.

 

Su hermano la observa desde lejos hasta que la pierde de vista, se siente culpable por lo que le pasa a esa chica, él es el único que sabe todo por lo que ella pasa y no porque ella se lo haya contado sino porque ya dejo de ser un niño pequeño, el cual no se percata de lo que pasa a su alrededor.

 

Sniff Sniff

 

-Mamá. ¿Por qué está llorando mi hermanita?

 

-Por nada, hijo, solo quiere llamar la atención, como siempre.

 

-¿Eso es cierto, hermana?

 

-Yo -La niña se calla al sentir la mira fulminante y llena de desprecio de su madre hacia ella.

 

-¿Qué paso Valerya? Ya no tienes más mentiras que decir, la que en verdad debería estar llorando, soy yo, por tener una hija como tú, irresponsable, fea, contestona, lenta, molesta y que no sabe hacer nada más que mentir, lo cual es lo único que a la señorita le sale bien -mira con demasiado desprecio y rencor a aquella niña llena de lágrimas que lleva puesto un vestido azul de mangas largas todo sucio y de unas dos tallas más pequeña, el cual es lo suficientemente largo para ocultar sus heridas, de su hermano, aquellas heridas que le hizo la mujer que más amaba-. Valerya vete a tu cuarto que verte así ya está llegando al límite de mi paciencia.



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En el texto hay: superacion, amor, apoyo mutuo

Editado: 28.02.2023

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