Wendy
Dos minutos dejamos sola a Emily.
Bueno... quizás fueron unos minutos más. Pero ese no es el punto.
Ósea, ¿qué persona en su sano juicio se pierde? Tan solo mi hermana.
Estábamos literalmente a dos pasos de ella, definitivamente no hay forma de poder perderse y no encontramos.
Pero Emily, logra hasta lo imposible. En este caso, no en el buen sentido.
Chase y yo, llevamos casi quince minutos buscándola por todo el festival.
Y no hay rastros de ella.
Está comenzando a anochecer, tan solo unas tenues luces de colores iluminan por sobre nuestras cabezas. Por lo tanto, es aún más difícil poder encontrarla.
–¿No tienes una foto?–Pregunta Chase
–¿Una foto de quien?
–De tu hermana Wendy, ¿de quien más va a ser?–Rueda sus ojos–Quizás si le mostramos una foto de ella a la gente, nos puedan decir si la vieron o no...
–¿Y por qué tendría yo una foto de ella?
Creo que estoy haciendo demasiadas preguntas. Y definitivamente este no es el momento indicado.
–No lo sé, ¿quizás porque es tu hermana?–Dice aclarando lo obvio. Noto exasperación en su tono de voz.
Busco en mi galería de fotos aunque sea una foto de ella, y para mi sorpresa no hay ninguna.
Soy una terrible hermana, además de perderla, ni siquiera tengo una foto con ella.
Seguimos caminado. Creo que hemos pasado más de cinco veces por el mismo sitio, y Chase lo nota ya que nos detenemos frente a un local de helados.
–Maldita sea, si tu tan solo no te hubieras distraído con la manzana...–digo por lo bajo para que Chase no me oiga, pero para mi desgracia logra hacerlo.
–¿Disculpa? ¿Así que ahora es mi culpa de que tu hermana se haya perdido?–Yo solo lo miro en silencio.
En momentos como este, mi frustración y enojo se me hacen imposible ocultarlos. Y quiera o no, termino enojada hasta con personas que quizás no tengan la culpa de nada.
Tal y como lo estoy haciendo ahora con Chase.
Me descargo con él, sabiendo que la culpable de todo esto fui yo.
Yo era quien estaba al cuidado de mi hermana, y la conozco tanto, más que a la palma de mi mano, como para saber que estas cosas podrían ocurrir, que Emily podría ser capaz de hacer una de estas tonterías.
Pero mi rencor es tan fuerte, que me impide decirlo en voz alta, me impide confesarle a Chase que quien ha sido la culpable de todo esto, he sido yo, no él.
Es así que tan solo soy capaz de pronunciar dos palabras.
–Lo siento.–Sus ojos buscan los míos, pero automáticamente mi vista se dirige al suelo
Abre su boca para hablar, pero de ella no sale nada.
Lleva su mano a su cabeza y frota su cuero cabelludo como si le hubiesen lanzado algo a esa zona.
Y luego de un silencio que pareció durar toda una eternidad, sus palabras comienzan a salir con total neutralidad.
–Wendy, enserio que a veces no te comprendo. Por un momento estamos bien, y al siguiente te comportas como una niña.–Su mirada se desvía hacia algún lugar del festival. Ignorando completamente mis disculpas.
–Lo sé. Lo siento– vuelvo a decir. Son las únicas palabras que mi boca puede transmitir.
Pero Chase ni siquiera me mira. Tan solo, se aleja unos cuantos pasos de mi.
–Sigamos buscando a Emily. Yo iré por aquí–señala a un lado del carrusel– y tú irás por allí.–dicho eso, se pierde entre la multitud.
Mierda.
Yo y mi costumbre de hablar cuando no debo hacerlo.
Estábamos bien. Estábamos perfectamente bien.
Si yo no arruino las cosas, definitivamente no soy yo.
Me dirijo rápidamente hacia el lado contrario del que acaba de ir Chase, hacia la pista de los autos chocadores, y pregunto a cada persona que se cruza frente a mi, si no han visto a una niña pelirroja, de un metro y veinte centímetros aproximadamente de altura. Pero llevo recibiendo la misma respuesta hace diez minutos: "No, disculpa no la hemos visto"
Frente a mi aparece nuevamente Chase.
Su cabello alborotado se mueve ligeramente a causa del viento. Y su rostro destila enojo, pero también tristeza.
Tengo que buscar a mi hermana.
Debo, buscar a mi hermana.
Pero lo que acabo de decirle a Chase me tiene inquieta. En él y en mis palabras es en lo único que puedo pensar. Hago el mayor esfuerzo de no mirarlo a los ojos, porque sé que empeoraría la situación, pero es imposible.
–Por allí nadie la ha visto–dice acercándose a mi con ambas manos dentro de los bolsillos delanteros de su jean.–Y por lo que veo, aquí tampoco. Sigamos buscando, no puede estar muy lejos.
–Mi madre va a matarme–Digo mientras nos encaminamos hacia la salida del festival. Pero como era de esperarse no recibo comentario alguno por parte de Chase. El simplemente se dedica a observar hacia todos lados en busca de Emily, y preguntando si alguien la ha visto.
–Chase... yo...
–Wendy, este no es momento–me interrumpe girándose hacia mi y sus ojos color avellanas se posan sobre los míos.
Ninguno de los dos vuelve a emitir sonido alguno, simplemente nos dedicamos a seguir buscando a mi hermana.
–Maldita sea Emily, ¿dónde estás?–digo por lo bajo.
Como si no fuera poco estar metida en este lío, y sin hablar con chase...
Mi madre está llamándome al celular.
Tardo unos segundos antes de contestar. Intento controlar mi voz, estoy a punto de mentirle a mi madre, y no quiero que el tono de mi voz haga que me descubra. Lo que menos necesito en estos momentos es preocuparla o ponerla nerviosa.