Capítulo 6

Valeria Roldán 

Cuando se va Lorenzo me voy a la cama a dormir. Por lo que me levanto y me voy al dormitorio. A la mañana siguiente me levanto cansada como si no hubiese dormido en toda la noche, voy hacia la cocina y me preparo el desayuno, aunque solo me tomo un vaso de jugo porque no me apetece nada más, de repente miro la hora y veo que voy tarde por ello me cambio con mucha prisa y me voy hacia el hospital.

Al llegar me encuentro a Bea, veo que me está haciendo señales para que me acerque a ella.

- ¿Qué pasa Bea?- le digo con curiosidad

- Ha venido tu padre y ha dicho que cuando llegues te pases por su despacho, también me ha llamado el doctor Manzini y me ha dicho que cuando vinieras fueras a verlo, hija no sé qué pasa, hoy estás muy solicitada, por cierto ¿qué te traes con el nuevo doctor?- me pregunta curiosa mirándome por encima de las gafas

- Ay Bea si yo te contará-le sigo la corriente y me voy a mi consultorio

Cuando llego a mi consultorio, abro la puerta dejo mis cosas y reviso mi agenda. Hoy solo tengo una paciente a primera hora. De repente tocan a la puerta, es mi paciente. 

Cuando termino mi consulta bajo a cafetería a por un café bien cargado porque tengo mucho sueño, no se que me pasa, entonces me compró mi café y voy a mi consultorio pero en el camino me encuentro a mi padre

- Hija ¿cómo estás?, no sé si te informo Bea pero te estaba esperando en mi despacho- me dice esto último serio

- Si me informo, pero tenía una paciente y hasta ahora me desocupo- digo cansada- ya iba de camino a verte

- Sube a mi despacho, voy a dejar estos archivos en administración y allí te veo- me dice yéndose por el pasillo

Yo continúo mi camino hasta su despacho y me siento en su enorme sofá a esperar mientras tomo mi café. A los 5 minutos aparece mi padre

- Ya estoy aquí, verás hija lo que te quería contar es que esta noche hay reunión familiar, bueno no sería reunión porque solo van tus abuelos, tu mamá y yo y por supuesto tu futuro marido y tu- me dice mientras me llevó una mano a la cabeza y miró hacia abajo

- Tiene que ser hoy papa, estoy muy cansada, he pasado mala noche y tengo guardia hasta las diez de la noche, lo que menos me apetece es ver a los abuelos y más después del maldito plan de herencia que han hecho

- Hija, tiene que ser cuanto antes, además hemos hablado tú madre y yo y lo mejor será que os caséis cuanto antes y empecéis a vivir juntos, pero sin decirle nada a nadie de la boda porque uno de tus primos ya va pregonando su supuesta boda, y tú tienes que ser la primera-me dice preocupado, en serio tanto quiere este hospital para hacerme esto

- Vale papá-le digo levantándome del sofá y yendo hacia la puerta

- Hija, no quiero excusas, la cena es a las diez y media en mi casa- me informa- por cierto para los abuelos la cena es sólo nosotros cuatro, tú tienes que llegar de sorpresa con tu prometido y así aprovechamos y lo presentas a tus abuelos- pongo cara de me da igual y me voy a mi consultorio

Ya solo me quedan guardias en el resto del día, por lo que me voy a mi consultorio hasta que alguien me necesite y me informen. Entró en él y cierro la puerta, aprovechó para adelantar informes atrasados cuando de repentes tocan a la puerta

- Adelante, está abierto- digo apartando la vista del ordenador, mientras veo a Lorenzo entrar por la puerta

- ¿Por qué no has ido a verme?- preguntó serio

- Estoy ocupada, además si vienes en plan de discutir desde ya te digo que puedes darte media vuelta e irte porque no tengo ánimos - le digo volviendo mi vista al ordenador para seguir informando

- No vengo a discutir, solo venía a ver tu parche, para comprobar que no te haya dado ninguna reacción en la piel y a revisar tus pulsaciones para ver cómo reaccionas al nuevo tratamiento- me dice mientras me llevó una mano a la cabeza, mierda el parche se me ha olvidado completamente ponérmelo-así que si me dejas revisarte me voy enseguida

- Pues verás, no hace falta que me revises, yo estoy bien, no me ha salido nada alrededor del parche así que ya te puedes ir - intentó convencerlo de que se vaya 

- Valeria, aquí el médico soy yo, así que déjame revisarte- me dice un poco serio

- No hace falta, de verdad-insisto un poco más

- Valeria ¿qué pasa?- me mira cruzándose los brazos

- Se me ha olvidado ponérmelo-lo digo susurrando

- ¿Qué? Estas de broma- me dice mientras niego con la cabeza-ves como no me puedo fiar de ti, solo tenías que ponerte el maldito parche, como se te olvida eso-dice alzando la voz cada vez más, yo creo que se está enfadando

- Lo siento, he pasado muy mala noche, y cuando me he levantado iba muy tarde y no me he acordado- digo con la voz floja

- A partir de ahora no se te van a olvidar porque voy a ser yo mismo quien se encargue de ponerlo- me dice totalmente enfadado-sube a la camilla que te revise los signos cardiacos y te coloque el parche

- Ya vale, no te pongas así que no me apetece discutir por favor-le digo mientras me levanto y voy hacia la camilla-además tampoco es para tanto