¿por qué a mí?

Capítulo 24

Lorenzo Manzini

 

Tras realizarle el ecocardiograma fetal a Valeria hemos descubierto que nuestro bebe no presenta la enfermedad del corazón que tiene su madre, pero al tarado de Alexander solo se le ha ocurrido gastarle una broma.

- ¿cómo se te ocurre gastarle esa broma a Valeria? - le grito a Alexander – mira cómo se ha puesto, no sé si te acuerdas, pero es tu paciente y eres cardiólogo, ¿lo relacionas? - discuto con Alexander mientras limpio el gel del abdomen de valeria

- Pasan los años y sigues con las mismas cosas – dice Jennifer detrás de mi

- No pasa nada, ya se encuentra mejor, solo ha sido un susto – comenta Alexander - además, hay que quedarse con lo positivo hermano, mi sobrinillo no presenta la enfermedad – grita alegremente abrazándome

- Eso sí, cuando se entere Valeria se va a poner feliz, claro después de matarte por el susto que le has dado

- Ahora solo queda esperar para que se le vaya el efecto del calmante y podamos conversar con la doctora sin hacerle ninguna broma – explica Jennifer dirigiendo su mirada a Alexander

Mientras esperamos a que Valeria reaccione, empezamos los tres a estudiar el cambio del tratamiento de Valeria por lo menos durante el embarazo, ya que los fármacos que está tomando pueden perjudicar al bebe. Tras pasar como media hora más o menos, vemos que Valeria está despertando

- ¿Cómo te encuentras? - le pregunta Jennifer

- ¿Qué ha pasado? - pregunta Valeria un poco confundida, pero conforme va recordando empieza otra vez a llorar

- Valeria, cariño tranquilízate, mira que tenemos una buena noticia – le informo – nuestro hijo no presenta tu enfermedad

- No, es mentira. Seguro que me lo dices para que no me altere otra vez. Mira Alexander iba a decirme la verdad - habla mientras que está sollozando

- No, Alexander te estaba gastando una broma – explica Jennifer a Valeria – Lorenzo no te está mintiendo tu bebe está muy bien

- De verdad – empieza a llorar más fuerte

- Claro que es verdad, ¿por qué lloras ahora? - pregunta Lorenzo

- De alegría – antes de terminar de decir de alegría se levanta corriendo de la camilla y se lanza sobre mí y me empieza a dar muchos besos – gracias, gracias, gracias – no para de agradecer

- Gracias a ti, mi vida – y nos perdemos en un beso profundo

- Bueno parejita, separarse – nos habla Alexander

- Jennifer, tienes por aquí algún bisturí o algo punzante – pregunta Valeria

- Si, ¿Por qué? - responde esta

- Porque voy a matarlo – dice Valeria separándose de mí y yendo hacia Alexander golpeándolo – como se te ocurre bromear sobre mi hijo – sigue gritando

- Parar a esta loca – grita Alexander, parecen el gato y el ratón corriendo uno tras otro por todo el consultorio

- Ya basta, parecéis unos niños - digo cogiendo a Valeria de la cintura

- Suéltame – me golpea a mi – tu deberías ayudarme a matarlo – me explica Valeria

- Era una pequeña broma – dice Alexander

- Bueno ya está hecho, ahora a lo importante – digo – Valeria, vamos a tener que cambiarte la medicación para que no le afecte al bebe y debes tomarte el embarazo muy tranquilo y sin alteraciones para evitar ataques del corazón y así no se altere él bebe

- Si pues eso díselo a tu amiguito que por su culpa me ha dado uno – dice Valeria mirando a Alexander

- Lo siento cuñadita - dice Alexander poniendo cara de pena, pero no sirve como actor el muchacho – también hemos pensado que, aunque él bebe no padezca ninguna enfermedad cardiaca, vamos a seguir las revisiones con Jennifer, por lo que será tu ginecóloga durante todo el embarazo

- Perfecto – dice Valeria – podemos ir a merendar – me dice bajando el volumen con la intención de que lo escuchará yo solo, pero lo escuchamos los tres

- Otra vez Valeria – dice Alexander acercándose a ella – como sigas así vas a engordar más rápido de lo normal – vuelve a bromear, pero a Valeria no le hace ni pizca de gracia

- Déjala Alexander – habla Jennifer – lo único que, si te recomiendo es que controles lo que comes, ya que en embarazadas es muy frecuente el aumento del azúcar, pero cuidando eso puedes comer cuantas veces quieras, aunque evita las cosas crudas o poco cocinadas. Y también podemos programar la siguiente cita para que sea dentro de 4 semanas, aunque si notas cualquier molestia o dolor, o simplemente necesites una consulta me llamas y organizamos la cita más pronto

- Vale Jennifer, muchas gracias por todo – dice Valeria acercándose para darle dos besos

- Nos vemos – decimos al unísono Lorenzo y yo y salimos del hospital

Dejamos a Alexander en su departamento y nos vamos al nuestro para que Valeria descansará, no sin antes parar a comprarle algo para merendar, ya que tenía muchas ganas. Y para una vez que tiene buen apetito. Nos pasamos la tarde en el sofá viendo una película y comiendo palomitas. Antes de que termine la película, Valeria se queda durmiendo, por lo que la dejo en el sofá y me levanto para irme al estudio a trabajar, aunque al mismo levantarme empieza a sonar el teléfono de Valeria y antes de que se fuera a despertar, lo cojo y salgo para el estudio.




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