¿por qué a mí?

Epílogo

DOS MESES DESPUES…

Lorenzo Manzini

Ya han pasado dos meses desde que el padre de Valeria se atrevió a levantarle la mano. Actualmente la relación que tiene con ellos es nula, mientras que su relación con Óscar, su hermano, ha mejorado muchísimo y siempre quedamos a cenar o simplemente para vernos. Con respecto al trabajo, hace más de un mes que Valeria decidió no trabajar en la clínica, aunque sigue trabajando desde casa, lo hace porque nuestra hija ya no le permite hacer cosas y entre ellas subir 12 plantas por las escaleras. Y hablando de nuestra niña, todas las revisiones con Jennifer han salido perfectas y ya queda muy poquito para conocer a nuestra preciosa Emma. Entre mi madre y Valeria se han encargado de decorar una habitación para Emma con mucho peluches y juguetes, una cuna pequeñita y un montón de cosas para ella.

- Lorenzo – grita Valeria desde la habitación - sube rápido - subo corriendo las escaleras y me la encuentro cubierta de pintura verde – te gusta este color, o prefieres el azul cielo, o mejor pintamos mitad y mitad y unos arbolitos o mejor unas mariposas – continua Valeria hablando con todos los botes de pintura abiertos por el suelo

- Mi amor, me has hecho subir corriendo las escaleras pensando que te había ocurrido algo, simplemente para preguntar por el tipo de color que pintas la habitación de la niña después de haberle cambiado el color 5 veces – le digo con tono suave porque tiene tan revolucionadas las hormonas que cualquier cosa la pone a llorar

- Es que se me ha ocurrido algo, estoy indecisa y es importante pintar la habitación de mi niña – dice esto último tocándose la pancita, y poniéndose casi a llorar

- Es importante, pero el color que tiene actualmente es muy bonito y no hace falta cambiarlo de nuevo – le señalo la pared pintada de color morado pastel

- Pero es que a mí me gusta más el verde, o el azul, pero este es muy feo – dice levantado las brochas de esos colores – decide tú que yo no sé cuál poner

- De acuerdo, decido yo con una condición —me acerco a ella y la abrazo— lo pintamos de ese color y no la volvemos a pintar hasta dentro de 3 años.

- No, mejor decida mama – se suelta de mi abrazo y sale de la habitación con dos brochas una verde y otra azul – mama – grita ahora Valeria para llamar a mi madre, ya que desde que vive con nosotros la llama mama.

- Lorenzo no me deja pintar la habitación de mi niña de color verde – se queja Valeria delante de mi madre – puedes decidir tú de qué color pinto, este - señala la brocha verde clarito – o este - señala la brocha azul

- Valeria, di la verdad – le abrazo desde la espalda – madre, lo que le dije a Valeria es que yo decidía con la condición de que no sé volvía a pintar la habitación hasta dentro de 3 años

- Hija has pintado muchas veces, y no es bueno que te canses tanto, mira como estas –le dice mi madre tocándole la barriga–, dejamos la habitación así y cuando nazca la niña vemos que color queda mejor, ¿te parece?

- Vale mama – dice Valeria mirándome de reojo – Lorenzo ayúdame a recoger y limpiar la habitación - pone carita de buena, si cuando le interesa, sabe poner buena cara

- Voy – le digo cogiéndola del brazo, la verdad que está muy gordita ya, si no recuerdo mal en menos de dos semanas sale de cuentas, la doctora Jennifer le programo la cesárea para dentro de tres semanas si no se adelantaba antes, porque Emma ya está en buena posición

Después de estar como media hora limpiando los restos de pintura por toda la habitación, escucho a Valeria llorar

- ¿Mi vida, por qué lloras? - me levanto del suelo para aproximarme a ella

- Yo, Lorenzo – intenta hablar – es que creo que me he meado encima – me dice mientras miramos los dos hacia abajo

- No, Valeria, creo más bien que nuestra hija quiere conocernos – le contesto cuando me doy cuenta de que acaba de romper aguas

- ¿qué?, ya tan pronto, pero si faltan todavía un par de semanas – empieza a agobiarse

- Tranquilízate, no pasa nada es normal que a veces los partos se adelanten – le digo mientras busco mi teléfono y empiezo a llamar a Jennifer

Rápidamente nos vamos al hospital Valeria, mi mama y yo, por el camino vamos avisando a mi padre, a Oscar, a Alexander y a todas las amigas de Valeria.

Después de esperar casi 12 horas nace nuestra preciosa hija. Ha pesado más de 3 kilos y medido 48 cm, tras revisarla nos han confirmado que está perfectamente bien de salud y no presenta ninguna enfermedad cardiaca, definitivamente este es el mejor día de mi vida.

 

Narrador externo

 

Ya han pasado 3 años desde el nacimiento de Emma, es muy bonita, idéntica a su madre en el físico y en lo traviesa. Turín se ha convertido en su guarda espalda, ya que siempre va con ella protegiéndola de todos. Lorenzo y Valeria están más unidos que nunca en su relación, Valeria esta otra vez embarazada, de otra niña.

Tras finalizar el contrato después de los dos años de clausula, Valeria y yo decidimos no separarnos nunca. Lo que nos llevó a casarnos de verdad, con una gran celebración por todo lo alto.




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