En este inmenso lugar, donde nadie podría mantenerse con vida si no tenía cuidado, justo se encontraban dos adolescentes en busca de encontrar una forma de poder regresar con sus familias, aunque no sabían nada de lo que sucedía a su alrededor y el tener que confiar el uno en el otro, no porque así lo quisieran, sino porque no tenían otra alternativa, se encontraban rodeados por varios monstruos y lo que parecía ser un lugar seguro al fin empezaba a derrumbarse, mostrando que en realidad esto sólo era cuestión de tiempo.
Miel, que había tenía una idea de como salir, dijo:
Miel – Sabes… quiero decirte algo muy importante –
Sal, un poco impactado, respondió – Sí –
Miel – quiero que sepas que en este momento es necesario correr cuando te dé la señal así que – con una expresión que mostraba una determinación – espero que no mueras –
Esta afirmación fue un shock para Sal, quien inmediatamente empezó a reclamar – ¡Oye! ¿Cómo que no muera? Eso no se lo dices a alguien con quien estas en momentos como estos, deberías de decir algo como “Vamos a sobrevivir juntos” o algo más por el estilo –
Miel, mientras empezaba a reírse al oír esa afirmación, se retorcía de esto y, aunque Sal trataba de poder organizar sus pensamientos para poder responderle algo ante esta cruel forma de ser de Miel hacia él, por lo menos desde su punto de vista.
Miel, después de haberse reído un poco, exclamo – oye, no seas así, eso sólo pasa en las películas, pero me temo que eso no aplica aquí. Si es que quieres vivir tienes que dar todo y si no lo haces, entonces todo se habrá acabado. Así que no lo decía en lo más mínimo como para ponerte de malas ni nada por el estilo, pero dejémonos de pajas aquí (Nota: Por si acaso aclaro, sería como decir dejar de decir mentiras, ser honesto, dejar de hacerse el tonto eso sería dejar de pajas) ya no eres para nada un niño ni mucho menos alguien que no entiende las cosas. Este lugar ante cualquier cosa que hagas es posible que sea lo ultimo que sabrás. Si sigues pensando que todo esto no es real, entonces no puedo hacer nada por ti, así que si eres listo, es mejor que te pongas pilas para salir de aquí. En el momento en que la barrera caiga, más te vale el poder seguirme el ritmo para poder escapar vivos de este lugar –
Sal – Agh… tan sólo porque estamos… haaaa… está bien, no sirve de nada pelear, así que salgamos de este lugar, sólo dame la señal para poder seguirte –
Miel – eso es lo que me gusta, así que… –
Un estruendo se escuchó, esto hizo que los dos dirigieran su mirada hacía donde provenía, sólo para darse cuenta que era la barrera que empezaba a mostrar fisuras a su alrededor, esto en realidad no era para nada una buena señal. Ante esta situación, Miel ya no indicó nada del plan a Sal y sólo se puso en posición para poder empezar a correr. Sal, por otro lado, parecía que se había distraído, pero en el momento en que volvió en sí, dirigió su mirada a Miel sólo para notar que ella ya estaba lista para empezar a correr con todas sus fuerzas, así que él, que empezaba a darse la vuelta para en dirección a la que ella se encontraba viendo, la barrera terminó por romperse y ella sólo hizo una seña con su mano para indicar que todo estaba empezando y la hora para salir de aquí ya estaba cerca.
Sin siquiera dejar que todo pudiera llegar a ser un poco más planificado, la barrera terminó por romperse, en ese preciso momento Sal y Miel empezaron a correr. Todas las criaturas que estaban a su alrededor tampoco perdieron tiempo para poder ir en contra de ellos, pero lo que no se esperaban era que la barrera, que ahora estaba hecho añico, empezó a lanzar lo que fue una leve luz que logro repelerlos y con ello abrirles paso a los dos adolescentes.
Miel, que no podía siquiera saber si es que el correr era la mejor solución o no, se dijo que no vería hacía atrás, ya que en su corazón sentía que si lo hacía podría ser que no llegara a salir de este lugar. Así que, apretando los puños, siguió corriendo con todas sus fuerzas y no le importo en lo más mínimo el dolor provocado por algunas de las ramas y maleza que estaba en su camino.
Sal, por otra parte, miraba a Miel como iba dirigiendo y al mismo tiempo notaba como ella lograba darle una clase de paz y seguridad, aunque fuera un poco problemático hablar con ella a veces, o parecieran polos opuestos, tenía muy claro que sin ella no estaría hasta este momento. Es por eso que se dijo a sí mismo que cambiaría y buscaría la forma de ser mejor para que así también pueda ser alguien en quien ella se pueda sentir segura mientras lograban salir de este lugar.
Los monstruos, por otra parte, se encontraban confundidos en este momento, esto podría ser un golpe de suerte, pero en realidad no era esos, esto se debía a que el lugar “seguro” donde estaban Miel y Sal en realidad no era tan seguro como eso, lo que este sitio esperaba en realidad era devorar a todo lo que lo rodeara en un radio de un kilómetro, el porque no detectaba a Miel y Sal en este radio pero si a todo lo demás era algo incierto si ellos se hubieran dado cuenta de esto, pero igualmente no podían quedarse a averiguarlo, o más bien, se trataba de algo que ellos traían consigo pero que en sí no sabían que tenía un cierto efecto que les ayudaría a sobrevivir.
Esta barrera, en el cual a su alrededor había una gran fiesta, ahora todo lo que había era una clase de liquido negro y morado a su alrededor, que era de todos los monstruos a su alrededor, pero en el caso de las plantas, estas se mantuvieron intactas, esto debido a que estas eran inmunes a los efectos de esta barrera que consumía todo a su alrededor.
Editado: 12.06.2025