¿por qué a mí?

Vigésimo capitulo: Mudar piel (Trasparente)

En un este lugar donde todo está tranquilo, se empieza a ver como un lugar que puede ayudarles a seguir con vida por un buen tiempo, por lo menos mientras no muestre sus dientes.

Pero lo que no esperaban era lo que sucedería después de unos pocos días de encontrarse en este lugar. Justo en un lugar a unos tres kilómetros de distancia de donde se habían instalado algo empezó a burbujear en esta agua tan cristalino.

Esto causo una gran curiosidad en Miel y Sal que, sin darse cuenta, no habían dicho ni una sola palabra, era como si los dos se hubieran quedado mudos durante todo este tiempo y no sólo eso, sino que era mucho más de lo que creían, puesto que el no hablarse no llegó a afectar en nada de lo que hacía, más bien era como si cada uno supiera lo que estaba esperando el otro o lo que debería de hacer.

Este instante en que los dos se movían y hacían cosas como si fueran como robots, puede que no sea nada de lo que poder presumir o envidiar, ya que en este mundo en el que habían estado viviendo al limite de todo, en realidad habían logrado dejar a un lado todo este ajetreo.

No se podía ver en ellos ni una pizca de sentimiento alguno, sus ojos no tenían luz, no tenían esperanza, no mostraban nada, en sus acciones no había nada más que monotonía, sólo se podía sentir en sus caminar una rutina que una maquina haría.

Los dos se encontraban sin propósito en este momento, ni una gota en este basto lugar podría caer y que les llegara a devolver lo que habían perdido en este corto tiempo. Los dos no significaban nada para el otro, todo eso que se habían planteado en sus corazones parecía que había desaparecido sin dejar rastro alguno.

Lo que habían estado haciendo estos últimos días no era gran cosa, sólo caminaban una cierta distancia todos los días, por supuesto que empezaban caminando un poco más cada día, no recolectaban nada, no comían, no dormían, sino que sólo caminaban viendo al frente. Llegando a su meta del día, el cual no estaba escrito, sino que simplemente sentían que eso era suficiente y luego miraban nuevamente hacía aquel lago por un tiempo para luego darse la vuelta y volver al lugar de siempre.

En el momento en que regresaban, sólo se sentaban con una distancia de unos dos metros. Que hacían en ese momento, pues nada, sólo se quedaban viendo el suelo, como si algo emocionante pasara en este, aunque no había nada. Sería algo difícil decir que estaban imaginándose cosas pues en realidad no estaban pensando en nada. Pero algo que sí estaba claro es que nunca miraban al cielo, no se miraban la cara del otro, más bien, esto era evitado en la medida de lo posible sin razón alguna, como si fuera alguna clase de programa que tenían. Con un poco de esperanza que algo pasara, en realidad este lugar no había cosa alguna que fuera destacable más que el intenso silencio y era roto sólo por el caminar de ellos dos o una que otra ráfaga de viento que soplaba de vez en cuando.

Sal y Miel, en el momento en que llegaron al lugar donde estaba burbujeando algo hizo que pusieran toda su atención a este, desde una distancia de unos dos metros de este fenómeno que no había sucedido durante todo este tiempo en que se encontraron ahí, se fijaron como el agua seguía burbujeando, pero de pronto esta empezó a cambiar a un color completamente diferente, ahora se teñía de un color verde esmeralda. La brillantez de este también era atrayente, pero de un momento a otro cambiaba su color nuevamente a uno rojizo, como si fuera alguna clase de señal.

Los dos se acercaron más a este a tal punto que ya sólo estaban a nada más que unos dos pasos de entrar en el agua, esta agua empezó a fluir como una pequeña fuente y el agua ahora estaba siendo expulsada a una distancia de un metro aproximadamente, pero a pesar de eso no representaba ni un peligro para alguno de los dos.

Los dos se quedaron viendo como este seguía fluyendo sin parar para nada, no había ni un cambio en el resto del lago, no había siquiera un mal para los dos ni parecía ser venenoso para el mismo lago.

Los dos decidieron, después de un rato de estar viendo el agua fluir de esta manera y mostrar un espectáculo con su color rojizo que cambiaba a cada cierto tiempo en un color verde esmeralda para regresar al rojizo, acercaron sus manos para tocar el agua, pero esta se alejaba de tal manera que ni una gota caía en ellos, era como si hubiera alguna clase de repelente que evitaba esto, así que siguieron intentando tocarlo repetidamente.

Lo curioso de esto, además de lo que hacía, era que en lugar de irse más profundo en el lago y atraerlos a que se metieran en este, lo que hacía era ir recorriendo la orilla y siempre a la misma distancia para que ellos no se metieran en el lago.

De esta manera iban siguiendo este sin llegar a tener en lo más mínimo resultado alguno, pero después de un rato de haber estado haciendo esto, los dos sintieron que era momento de regresar y regresaron como de costumbre, sin ningún esfuerzo además del poder tratar de tocar la fuente de agua. Pero a pesar de todo, sus miradas y forma de ser no habían cambiado, más que la curiosidad de tocar la fuente de agua.

La fuente de agua, por su parte, en el momento en que ellos dos se alejaron empezó a ser expulsado cada vez más alto de tal manera que ellos pudieran verla desde donde estuvieran, como si estuviera tratando de llamarlos. Por supuesto que esta fuente de agua no se movió del lugar donde se quedó en su última vez en que ellos intentaron tocarla. Pero algo que fue sorprendente fue que al caer la noche y entrar la oscuridad, esta empezó a brillar y volverse transparente. Su luz no era cegadora por lo que se podía ver directamente en esta, pero era lo suficientemente luminosa para que ellos pudieran ver su camino y, al mismo tiempo, lo suficientemente débil para que pudieran dormir sin que fuera una molestia en lo más mínimo.



#1861 en Thriller
#720 en Suspenso
#318 en Terror

En el texto hay: suspenso

Editado: 15.08.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.