En un lugar pintoresco, en donde se puede llegar a estar en paz y calma si es que en algún momento te has llenado y artado de toda la bulliciosa vida diaria. En este lugar que pareciera ser tan majestuoso como el de una película romántica, en este mismo que puede ser inspirado ahora como en una leyenda donde algo increíble estaba ahora sobresaliendo y mostrando algo que no se podría ver en ni otro lado. Así es como se encontraban ahora Miel y Sal que habían llegado a salir de este trance.
Los dos se acaban de encontrar nuevamente, aunque en realidad no era que estuvieran tan lejos el uno del otro, lo que pasaba es que el haber estado en un modo como zombi o robot desde ya hace bastante tiempo les estaba pasando factura y sentir que iban rápido pero no era así. Bueno, no era como si se llegaran a quedar así para siempre, sólo era necesario que se volvieran a acostumbrar a regresar a sus vidas que les había sido restringido desde no hace mucho.
En el momento en que los dos se vieron dijeron:
Sal – ¡Al fin te encuentro! De verdad… por un momento creí que… –
Miel – Sal… –
Las palabras que querían decirse en ese momento no podían articularlo bien, no sólo por la emoción, sino que era como si nunca hubieran hablado con alguien y al fin habían llegado a un escenario que se los permitiría.
Los dos se vieron y con ver el gesto del otro se entendieron lo suficiente como para saber que estaban bien, por lo menos lo que se podría considerar bien en este tipo de lugar. Pero en este momento no estaba tan al tanto de tener que ver lo que les rodeaban y sobrepensar en los posibles peligros que supondría mantenerse en este lugar que ya les había tendido una trampa y del cual lograron salir no hace poco.
Con esto, mientras tomaban unas cerezas de uno de los arboles que Miel había logrado encontrar, empezaron a comer, el sabor tan exquisito, dulce y suave que tenía les hacía sentir que esto era un paraíso en el cual se mantuvieron por unas dos semanas en lo que se recuperaban.
Puede que haya sido una mala decisión si lo vemos que estuvieron a punto de ser devorado por el lago, pero en realidad era la mejor decisión que pudieron tomar, ya que en realidad el haberse ido de este lugar supondría que tendrían que enfrentarse a nuevos retos de supervivencia del cual en este momento no estaban en su mejor forma para afrontarlo y lo que les depararía en realidad no sería nada más que la muerte.
Sin dejar ir nada, estuvieron tratando de volver a moverse con total libertad y también recuperar poco a poco su forma de hablar con conversaciones cortas pero amistosa. Conforme paso este tiempo, también aquella fuente que había estado alumbrándoles durante todo este tiempo sin cesar y que no era nada más que una clase de protección que habían encontrado, empezó a desvanecerse poco a poco, hasta que llegada el final de la segunda semana, esta terminó por desaparecer por completo sin dejar rastros de haber existido en un principio.
En el momento en que ya no existía esta fuente protectora, el lago empezó a mostrar su otra cara que no había sido vista para nada y que fue capaz de atraerlos a los dos para terminar caso por devorarlos. Sus aguas claras y cristalines empezaron a cambiar a un color negro y verde, este sólo se miraba en el centro del lago, por lo que las orillas aún no habían llegado a verse de esa forma, era prácticamente como si se estuviera contaminando.
Miel, en el momento en que vio eso dijo:
Miel –¡Sal! El lago… ¡Algo está pasando! ¡¡No podemos quedarnos aquí por más tiempo! –
Sal – ah… no puede ser, ¿Qué es todo… es… to? No puede ser, ¡¡NOOOOoooo!! No podemos tener ni un momento de descanso. ¡¿Por qué jodidos sigue sucediendo esto?! No es suficiente con lo que nos ha estado pasando ¿Acaso es que todo el mundo nos ha abandonado? –
Miel – este… – miró a Sal que tenía una expresión de derrota, en el cual terminó sujetando su cabeza con las dos manos con fuerza mientras no lograba terminar de procesar todo lo que sucedía – no… no podemos quedarnos más tiempo aquí –
Miel, respirando profundamente, empezó a ver todo lo que sucedía y aunque no pudieran hacer nada, todo este lugar no podría ser seguro desde un principio, pero el haber sentido que al fin estaba volviéndose en un sitio seguro para ellos, al parecer esto es lo que estaba jugando con ellos, sin poder pensar en nada más y sabiendo que este tipo de sensación puede que sea algo nuevo para Sal y por eso es que su reacción era un poco mayor que el de ella.
La verdad, era que Miel ya había pasado por un momento como este hace tiempo, cuando encontró a unas personas que parecían ser buenas pero en un momento en que se separó del grupo, estuvo desesperada buscándolos, sólo para poder encontrar que ellos se lamentaban de que ella se había separado de ellos y, aunque esta escena debería de haber sido nostálgica, en realidad era todo lo contrario y ella lo escuchó todo
Lo que en realidad buscaban esas personas era lanzarla como una carnada en el momento en que se encontraran en peligro, esto la hizo llorar y cuando estuvo a punto de correr en busca de reclamarles con todo su ser, fue que vio como un monstruo se acerco a ellos, era una un poco difícil de identificar pero parecía tener más la apariencia de un loro, pero lo que no esperaba es que este empezó a reírse cuando estaban con ellos para luego terminar lanzando sus plumas contra ellos y así hiriéndolos para luego abrir su pico y dejar ver en el mismo algo espantoso, era como si salieran gusanos blancos de su pico que se pegaban a ellos y sólo el verlos y escuchar las espantosos llantos de dolor, ella sólo se quedó inmóvil sin poder hacer nada para luego terminar huyendo de ese lugar sin entender nada.
Editado: 31.08.2025