Trigesimosegundo capitulo: sueño de morir (4)

En este momento, justo después de haber perdido a varios compañeros y encontrarnos ya más de tres años en este lugar, no sé ni qué pensar, sólo puedo considerar que aquí nos ven como nada menos que presas fáciles, además de que también somos nada más que sus juguetes, ya que les gusta vernos con esperanza para luego eliminarla.

En este punto ya sólo quedamos unos cinco en total. Ya todos estamos al borde de la locura. En este instante veo como es que uno de mis compañeros empezó a tener algún tipo de ilusiones de vez en cuando, no sé que hacer en este momento, pero justo vio como fue que uno de nuestros compañeros era sacado su alma de su cuerpo para quedar completamente vacío.

No tengo nada más que decir, incluso le simple idea de morir se me ha cruzado por la mente más de una vez. Cada vez que veo un barranco o un lago, me dan ganas de lanzarme y terminar con este sufrimiento. De verdad, he… ¡¡¡He tenido suficiente de esto!!! Ya no puedo conciliar el sueño, ya no tengo ganas de comer ni un bocado más, ya no quiero nada. Ya… ya sólo [sollozar] só-sólo déjenme terminar mi vida aquí.

Incluso, en este punto ya no he sentido ni las heridas que se me hacen en algunos lados, más que no sentir y saber que me he lastimado, es algo más como si el dolor me hace sentir bien, ya… me estoy volviendo loco. Hay instantes en que pasa por mi mente que puede ser que uno de mis compañeros no sea uno de nosotros y pueda ser esa cosa que toma la apariencia de nosotros. Si eso sucede y… ¿Qué tal si todos los que me acompañan son esas malditas cosas? De verdad… ya no estoy seguro de nada.

El día de hoy, mientras caminábamos, uno de mis compañeros terminó lastimándose sin querer, todo sucedió mientras tratábamos de cruzar lo que parecía ser una “pradera”, todo era ordinario sin nada que pudiera ser anormal, pero, como nos ha enseñado este lugar, todo salió mal. Justo mientras cruzábamos, algo empezó a hacer que estuviéramos más alerta, el suelo empezó a arder de la nada en unas partes y en otras se sentían que estuviéramos caminando sobre hielo, así que empezamos a avanzar lo más rápido posible, por supuesto que sin correr, ya que justo empezó a mostrar algunos signos en el cual al correr no se llega a avanzar nada.

Este sitio es tan especial que hay lugares en las que no avanzas nada si es que no cumples ciertos requisitos y, para terminar de arruinar todo, lo más difícil de todo es saber lo que tenemos que hacer para poder cumplirlo.

En este momento, ya después de estos tres años de estar vagando, hemos logrado entender como saber alguno de estos requisitos, por supuesto que eso no nos garantiza que salgamos todos, pero al menos nos da una seguridad de que todo podría salir bien en algún punto.

De esta manera es que hemos logrado seguir con vida, pero justo mientras lográbamos avanzar en esta “pradera”, justo tuvo que perder las fuerzas de sus piernas y caer. En realidad, no era causado por fatiga o algo que se pudiera justificar que era por nuestro estado, sino era más bien que este lugar nos estaba drenando nuestras energías.

Lo malo de todo esto es que no nos habíamos dado cuenta hasta que él terminó cayendo en el suelo, tras haberlo visto, rápidamente fuimos a ayudarle, pero en ese momento lo sentí, empecé a darme cuenta que todo lo que estaba en mi cuerpo era succionado lentamente. De esta manera, con la ayuda de los demás, empezamos a salir de ese maldito lugar.

Una vez habíamos logrado salir, tuvimos que descansar para recuperar un poco de nuestras energías, pero lo que le sucedió al compañero es que estaba empezando a infectarse su herida, era como si hubiera pasado sin cuidado y hubiera sido descuidado por unas dos semanas. Esto era grave, podría ser que perdiera la pierna, pero él grito “¡¡¡General!!! Si ya no hay salvación para mi pierna, ¡¡¡Sólo máteme!!!, prefiero morir en lugar de ser una carga para ustedes” de verdad, pero que… de verdad ¡¡¡Cómo chingas con querer morirte así nada más!!! Lo único que quieres es ir por la vía más cobarde, ya que en el momento en que mueres, todo se acaba. Pero no dejaré que mueras, sí hay algo que quería ver si era cierto, era que este lugar era capaz de curar algo como esto, pero lo único es que es peligroso, ya que el tener que hacerlo puede ser una apuesta del cincuenta cincuenta.

Así que, mientras miraba a mis demás compañeros con una cara de fatiga y con ojos casi muertos, dije con firmeza “En este campo, no voy a dejar que mueras tan fácilmente. Así es, somos como cucarachas, no dejaremos que este lugar nos mate tan fácilmente, así que haremos lo que sea necesario para que los que estamos aquí podamos seguir con vida” y con eso lo tomé en brazos y, al habernos encontrado con una zona donde había una planta rara, lo dejamos ahí.

Todos me miraban con sentimientos encontrados, pero a la vez no dijeron nada ya que sabían que cualquier cosa que intentaríamos hacer no valdría la pena, incluso de uno de ellos tomó el rifle listo para dispararle a nuestro compañero para darle fin a su sufrimiento, pero yo no lo dejaría.

Sin dudar en lo más mínimo dije “Deja de ser un completo idiota… NO LES HE DADO LA ORDEN DE MATARLO, en este momento veremos si se merece vivir o no. Si logra sanarse en los próximos tres días, es porque no es su destino morir en este maldito lugar donde no hace más que chingarnos a todos” con esto claro y sin poder decir nada sólo bajo el arma.

Claro que no lo bajo sin sentir odio hacia mí, el simple hecho por la que no me mato es sólo por qué en este lugar la muerte puede considerarse como el mayor acto de compasión… no ¡¡¡ES UNA BENDICIÓN EL LLEGAR A MORIR!!!, el simple hecho por el que no hemos muerto es porque la compañía de los demás es algo que nos mantiene de pie y, aunque no sea más que un engaño, la esperanza de salir de este lugar.