El día que volviste estuve tan feliz.
Yo ya tenía 14, tardaste en volver, pero lo hiciste. Aunque no vivías con nosotras como antes te veía todos los días y me encantaba.
Te comenté sobre mis 15 y con tu ayuda y la de mamá empezamos a crear la mejor fiesta de todas.
Ustedes no hablaban mucho, pero con tal de que vos estuvieses conmigo eso no me importaba.
Pensé que con el tiempo íbamos a volver a estar como una familia, en mi mente ilusionada creía que mientras más hablarán y mientras organizarán mi fiesta iban a volver y jamás se separarían.
Ese fue mi gran error, creer en ti.
Ahora tengo que volver a esos recuerdos para decirte lo que sufrí y lo que hiciste me terminó de desilusionar, pero ya eso lo sabrás en las siguientes cartas, si es que algún día las vas a leer donde quiera que estés.
Todavía lo que me atormenta es...
¿Por qué me abandonaste papá?