¿por qué no me quieres?

¿Me ignoras?

Delante del restaurante con el capo del coche levantado estaba el mecánico. El joven sudaba hacia un calor asfixiante.

Pero asfixiada estaba Alyssa, no quitaba la mirada de encima del chico, sucio y sudoroso pero muy sexy. Él no solo era muy caliente, sino que también tenía algo que atraía a la joven, que a ella le resultaba imposible no comerle con los ojos.

Ella no era tan insensible como hacia pretender a todos, la ruptura con su novio le había afectado. Por lo que no era el momento para fijarse en el chico sexy, eso ella lo tenía claro. ¿Pero ese atracción que siente? Él era guapo, muy guapo, pero aun así, ella había salido con chicos más guapo que él, su físico no era lo único que le atraída del mecánico.

- ¿Perdona, vas a tardar mucho?

Alyssa trataba de llamar  su atención, aunque fuera un poco. Ella no paraba de mirarle, quería que la mirara, que se voltease a contemplarla . Pero el chico va y la ignora desde que comenzó a arreglarle el coche, no le había mirado ni una sola vez.

Así estuvieron ellos unos diez minutos más. Hasta que el cerro el capo del coche y le informo.

- Hay que llevarlo al taller, aquí no puedo arreglar lo.

- ¿En serio? ¿será muy caro el arreglo?

- No estoy muy seguro, hay que examinar lo bien. No quiero hacer un arreglo a medias.

- Si lo entiendo-resoplaba ella.

- Está bien llévalo al taller.

Pensaba ella, que aunque él la ignoraba, ahora mismo él no paraba de mirarle los labios.

- Y tendrías que venir para rellenar unos papeles.

- Vale sin problema.

Ella siguió sin quitarle la mirada de encima mientras él remolcaba el coche. No tardo en remolcar lo coche.

Sentada a su lado no podía evitar sentirte muy incómoda, estaba muy nerviosa no entendía que le pasaba con ese chico.

- ¿Está muy lejos el taller?-Él volvió a ignorarla, tenia la vista fijada en la carretera.  

Pero menudo idiota podría tener la educación de responder y dejar de ignorarme cuando le hablo. Pensó Alyssa muy cabreada.

La estaba llevando cada vez más a zonas desconocidas, adentrándose en barrios humildes. Ella se preocupaba por no saber volver a casa, no sabia donde estaba.  

El chico detuvo la grúa delante de un taller bastante modesto, allí estaba trabajando dos personas. Un señor ya entrado en los 50 años estaba dando ordenes a otro muchacho que tendría alrededor de los 20 años. Por la forma de cómo se hablaban tenían mucha confianza entre ellos.

Tras bajar el coche de Alyssa, el joven se puso a hablar con el señor mayor, seria el jefe. 

Después de un rato el mayor fue a hablar con la chica. Le hice un resumen de lo que le ocurría al coche e hicieron los arreglos oportunos.

Diez minutos después salió Alyssa cabreada del taller, no le iba a salir barato el arreglo y tenia que volver a casa en autobús. En el taller le habían dado indicaciones de donde esta la paraba del autobús.

El día no para de complicarse para ella, rompe con su novio, un chico que le llamo la atención la ignora, su coche se estropea y ahora está sola esperando el autobús un barrio conflictivo.

Ella estuvo esperando unos veinte minutos y nada del autobús, ya estaba harta de esperar y no podía llamar a nadie porque hacia un rato que se había quedado sin batería. No parecía que fuera una zona transcurrida y menos que pudiera tener alguna cabina telefónica.

Paso quince minutos más esperando y seguía sin aparecer el autobús.  Estaba cansada y agobiada ¿pero que podía hacer? 

- ¿Te llevo alguna parte?

Levanto la vista y ahí delante suyo vio a su sexy mecánico.  

Ella estaba tan centrada en sus pensamientos, que no se había dado cuenta que había llegado en coche. No le hacia muy feliz la situación, él le había ignorado y ahora pretende rescatarla. ¿Quien se creía que era?

 A ella no le importaba lo que dijese la gente, ella no tenía complejo de princesa, no necesita un príncipe que la rescate. ¿Pero aun así que opción le queda? ¿Quedar se ahí esperando hasta sabe cuándo al autobús?

- ¿Podrías acercarme a casa?

Le dijo ella mientras le miraba desafiante,  no está de buen humor y no tenía ganas de ser amable con un chico que pasaba de ella.

- ¿Por dónde queda tu casa?

Sin duda era un chico de pocas palabras pensaba ella. Directo y sin rodeos, sexy pero soso.

Los dos se metieron en el coche. Alyssa no entendía de vehículos, pero por el aspecto del coche sabía que era un clásico y le preocupada de que ese coche antiguo a medio arreglar les pudieran dejar tirados. Con la mala suerte que estaba teniendo no era algo imposible.

Fue un trayecto largo y silencioso, ella no estaba dispuesta a sacar tema de conversación para que él volviera a ignorarla. Ella se limito mirar por la ventanilla del coche, mirar las calles al pasar, e ignorar por completo la presencia del chico.

 

Ya estaba en su zona, pronto llegarían a su casa. Él la miro,- ¿Cual es tu casa?




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