¿por qué no me quieres?

Te vigilo

                                         CAPITULO TRES      

                                         Te vigilo

 

- Acabamos de romper y ya te estas besando con otro.

La tenía contra el portón agarrándola del brazo.

- ¡Suéltame!

Lo miraba furiosa.

-No estaba haciendo nada. Además, tu y yo hemos roto.

- Te fuiste sin que pudiera decirte nada.

Le dijo él mientras la agarraba más fuerte.

- ¡Suéltame! ¡Di que es lo quieres y márchate!

Él no la soltó, se acercó más a ella. Al punto de estar casi besándola

- No acepto la ruptura. ¡Seguirás siendo mía! las tonterías de esta tarde, ¡olvídalas!

  • ¡Ah! ... ¿Estás loco? Nunca he sido tuya, ni lo seré. Has cambiado y no me gustas así. Vete con todas esas chicas con las que coqueteabas.

Él intento besar la.

-¡Ni de broma voy a besarte, déjame ya!

-Lo estas deseando, solo estabas celosa de las otras chicas. Ellas son solo para pasar el rato, tu eres especial, eres la chica de mi corazón.

Taylor acaricio el rostro de la joven.

- Te amo Alyssa.

Ella dejo de resistirse tras oír esas palabras.

Se acerco a besar a la joven, cuando sus labios estaban por rozarse los de ella, lo empujó.

- Lo siento Taylor, hemos terminado.

El joven se puso furioso por su rechazo. Se abalanzo sobre Alyssa, la agarro por el cuello y le susurro al oído.

- Conozco las chicas como tú, que seducen a cualquier solo por diversión. Pues eso se acabó ! ahora solo serás para mí!

Él la soltó para que ella pudiera respirar.

- Te equivocas- Entre troces decía la joven.

- ¿Va todo bien?

Pregunto un hombre detrás de ellos.

- Oh, Señor Anderson. Buenas tardes.

- Hola Taylor. ¿Esto todo bien aquí?

- Bien, bien. Aquí con Alyssa que se atraganto.

- ¿Es eso cierto cariño?

La joven tocio, y trato de tapar su cuello.

- Si papa, me atragante con un caramelo de menta muy fuerte. Pero estoy bien.

- Cariño es tarde, despídete y entra.

- Sí, papa.

El chico se acercó a ella, y le susurro al oído

- Te vigilo.

Taylor se separa y le da un beso en la mejilla, mientras ella se veía asustada.

El señor Anderson abrió el portón y entro en su casa.

- Adiós Taylor. Dijo la muchacha apurada para entrar en casa, dejando atrás al joven sonriendo.

Cerro rápidamente la puerta tras de sí. Dentro de casa ya se sentido segura.

Subió aprisa a su habitación, tenía que poner en orden las ideas de lo loco que había sido este dia.

 

 

 

 

 

 




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