Parte 1

En un universo alterno, solo existen los terrestres en la Tierra, allí las personas cuentan con muy buenas tecnologías, muchas de ellas proporcionadas por la Corporación Capsula, como científico el Dr. Brief es uno de los mejores, en cambio como Administrador de la empresa lo hizo pésimo, realizó malos negocios, que en ese momento lo tienen a su empresa a punto de quebrar.

— Pero papá como hiciste algo así.

— Yo pensé... no leí todo el documento porque Juan José me cayó muy bien. Se veía como una buena persona.

— No puedes hacer negocios de esa envergadura con alguien solo porque te cae bien. El precio que pago por cada unidad es de miseria. Estamos casi en la quiebra — estaba angustiada, sabía que ella y su familia estarían bien dentro de todo, pero se preocupaba por los trabajadores, los proveedores, etc.

— No te preocupes hija, haré una nueva lineal de robot que apoyen a los deportistas, con eso nos recuperaremos, como siempre que Yamcha la publicite nos ayudara, con el mejor campeón de Beisbol no puede irnos mal.

— Papá, con él terminamos, es que... lo importante es que no nos apoyara, le pediré a Goku su ayuda, él también es un campeón.

— Pero no es tan conocido.

— Es nuestra única oportunidad ahora.

Hacía unos días atrás Bulma encontró a su novio acostado con otra. Al saber lo que le pasaba a la Corporación, que era un secreto a voces, Yamcha empezó a negociar una gran campaña para la empresa competidora del Dr. Brief. Todo iba tan mal que la joven tuvo que ir a hablar con el deportista, por el bien de su padre y de los trabajadores, si las cosas seguían así deberían declararse en bancarrota.

El beisbolista la recibió en su casa, sentado en el sillón como si fuera un emperador recibiendo al general del ejército que acababa de derrotar.

— Te dije que me buscarías, no por nada llevamos 10 años juntos — el hombre se levantó riendo triunfante, trato de tomar la cara de la mujer, pero esta se soltó, cruzó los brazos, suspiró resignada antes de comenzar a hablar.

— Necesitamos... tu ayuda... — susurro la mujer.

— No te escucho ¿Qué quieres?

— Tu ayuda, si nos publicistas la empresa saldrá de las deudas que tiene, por favor, piensa en los trabajadores que perderán su trabajo.

— ¿Y qué paso con la otra figura de la Corporación? ¿Goku creo que se llama?

— Las ventas no han repuntado tanto como pensábamos. Por eso te necesitamos.

— Te ayudaré, pero tendrás que cumplir algunas condiciones.

— Eres un... — sabía que no le quedaba de otra — ¿Qué quieres?

Cuando se las dijo, Bulma estaba, no roja, sino purpura de ira.

— ¡¡Quién te crees que eres para querer proponerme algo así!!

— Soy quien puede salvar tu empresa, como me dijiste, si quiebran miles de personas quedaran sin empleo... piensa en ellos, cariño.

La joven quería mandarlo a la mierda... pero era verdad, todo se perdería, ya tenía lista su mano para darle una cachetada, pero a último minuto se quedó quieta, era verdad lo que dijo, su rostro cambio de ira a rabia, para luego bajo los ojos, el otro no había parado de reír en todo ese tiempo, sabía que tenía las cartas precisas para ganarle la mano a Bulma, siempre lo había tratado con cariño, pero según él creía, a cada rato le hacía ver que ella era más inteligente que él, ahora le demostraría quien era el más listo de los dos. Tenía que aceptar lo que le proponía, y ese sería su mayor triunfo ante ella.

— ¿Cuándo quieres que nos casemos?

— Lo antes posible, eso traerá mucha publicidad a tu empresa jajajaja recuerda que no solo es eso lo que quiero — la miró como un león a su presa.

— Lo sé, haremos el acuerdo prenupcial con tus otras peticiones — ahora ella tenía un brillo especial en su mirada — pero también quiero poner un par de condiciones.

— ¿Cuáles? ¿Quieres que tus padres sean los padrinos de la boda?

Se rio, suponía que algo así podría proponerle ella, esperaba muchas cosas, pero no las que escuchó.

— No dormiremos en la misma habitación.

— Para que veas que soy considerado lo aceptaré, con la condición que nunca te acuestes con otro hombre, si es así me quedaré con todas las acciones de la Corporación que te pertenecen.

— No acepto — lo miró indignada.

— Entonces ándate y avísale a los empleados de la inminente quiebra.

— Voy a tener que estar amarada a ti para siempre, y sin tener la posibilidad de hacer vida de pareja normal... — se iba a ir, aunque perdiera la corporación no le daría las armas para que alguna vez pudiera quitarle su empresa.

— Para que ves que no soy tan mala persona, una de las clausulas será que si tienes un hijo nos divorciaremos, y renunciaré a todos mis derechos a la Corporación.

— Pero si no puede acostarme con otro que no seas tú...

— Exacto, si quieres que nos separemos, deberás tener sexo conmigo, y darme un hijo — su risa era de victoria, ella meditó un segundo, luego bajo los brazos, abatida.

— Esta bien, acepto — tenía la esperanza que encontraría una forma de deshacer ese matrimonio sin perder su empresa — pondremos todo lo que hemos conversado en el contrato prenupcial.

Un mes después se realizó la ceremonia, tal como predigo Yamcha, las acciones de la corporación subieron, y las ventas de las nuevas unidades lograron revertir los problemas económicos que tenían. La vida de los recién casados siguió como antes del matrimonio, él vivía en una de las habitaciones de la casa de Bulma, iba a sus entrenamientos, todas las noches llegaba tarde, siguió manteniendo su departamento de soltero, donde tenía sus encuentros con sus amantes. En cambio su esposa pensaba como salir de esa unión, pero no encontraba ninguna forma que no fuera acostarse con su esposo, y antes que eso prefería vivir como hasta ahora.

Dos meses más tarde, la joven tuvo dos accidentes que casi acabaron con su vida, una fue su auto, los frenos no funcionaron, por suerte la mujer se tiró y solo quedó con heridas leves. En el segundo dos tipos trataron de llevársela, por suerte su protegido y mejor amigo, Goku, que había ido a visitarla vio lo que pasaba y la salvo. Luego de las declaraciones que dieron a la policía, ambos se fueron a la casa de la muchacha, a descansar.