¿ Por qué no puedo ser feliz?

Parte 7

Una hora después ya las contracciones habían empezado, Milk soltó a Bulma para ponerla en el suelo, momento en que la científica trato de escapar, pero el hombre con pasamontaña que condujo el automóvil la tomó con fuerza, y entre él y Milk la controlaron.

— Por favor ayúdeme.

El desconocido rió y se fue, a la parturienta le parecieron muy conocidas sus carcajadas, pero no pudo ubicarlas.

Cuando el hombre salió del edificio, Vegeta aprovechó de golpearlo, pelearon hasta que el otro tomó un palo y golpeó al de pelo parado en la cabeza, a los ruidos apareció la viuda. El desconocido amarró al encargado de seguridad, y lo dejo en un costado del edificio.

— ¿Cómo nos encontró?

— No lo sé — dijo el del pasamontaña — debemos terminar con ella e irnos, si él llegó deben venir más.

— No podemos, si la movemos el bebé pude morir. DESEO a ese niño.

— Mejor será que muera también.

— No quiero perder a Gohan dos veces.

— Quemaré todo.

— No te dejare matar a mi hijo.

Ella tomó una pistola y quiso asesinar a su cómplice, pero éste estaba pendiente, le pegó un tiro en el brazo a la morena, y otro en el estómago.

— Eres un... — dijo la viuda antes de caer seminconsciente, su sangre manchó el piso donde cayó.

— Por fin cumpliré mi venganza — dijo el desconocido.

Arrastró el cuerpo de la viuda al lado de la mujer en parto.

— Cuando las encuentren la policía sumará dos más dos — tiró cerca de Bulma la pistola que uso, sin más balas — Milk quiso matar a la mujer que culpaba por la muerte de su esposo, pero no pudo evitar que tú le dispararás, pero por el parto no pudiste huir jajaja — cuando quedó a cara descubierta la mujer de pelo azul se estremeció de terror.

— ¡¡Yamcha!!

— Me quedaré con la Corporación, y ya no podrás humillarme con ese bastardo.

— Maldit... mi bebé... — no pudo seguir hablando por una contracción.

— Por fin terminaré lo que Goku me impidió esa vez.

— ¡¡Fuiste tú!! ¡¡Mataste a mi mejor amigo!!

— Para ser una genio, fuiste muy lenta jajaja

— Desgraciado.

— Él se interpuso, y luego ya no quisiste salir, no había forma de matarte mientras estabas en la Corporación o en tu casa ¿Pensaste que está era la primera vez que trate de acabar contigo? — empezó a hacer un círculo alrededor de las mujeres con un líquido acelerante, luego tomó un fósforo — adiós cariño.

Pero antes que iniciará el fuego recibió un golpe con un palo en la cabeza, con tanta fuerza que la madera se rompió, cayó de rodilla, su pistola cayó cerca de las mujeres, el deportista se rehízo rápidamente.

— ¿Quién...?

— Eres un cobarde, a ver si con un hombre eres igual de valiente.

Vegeta se había soltado rompiendo la cuerda con un vidrio, tenía varios cortes en las muñecas, pero nada importante, solo estaba débil por el golpe en la cabeza, veía todo a través del velo de sangre que cubrió su ojo izquierdo.

Cuando Yamcha vio perdida la pelea, tomó tierra y se la tiró a los ojos al más bajo, ya con la ventaja lo volvió a golpear en la cabeza, dejándolo nuevamente tirado en tierra.

— También morirás aquí — apenas prendió el fuego, sintió varios puntos de intenso calor en su pecho y vientre, al tocarse se dio cuenta que tenía sangre, vio a Milk, moribunda, que se había arrastrado, tomó la pistola que se le había caído al hombre en la pelea y la descargo contra él.

— Alégrate Goku, te vengue y a Gohan — cayó muerta.

El hombre quedó de rodillas, la sangre manó de su boca, mientras trataba de decir algo, ya con los ojos en blanco cayó al piso.

— Ayuda — Bulma se había logrado soltar, pero los dolores no la dejaban caminar, por suerte unos brazos la tomaron y la sacaran rápidamente del lugar.

— Vegeta... va a nacer AAAHHHHH.

El hombre la acomodó en los asientos traseros del auto de Milk. En eso llegó la policía, comandada por Krillin. El encargado de seguridad lo puso en cuatro palabras al corriente de lo que pasó.

— La ambulancia ya viene — avisó uno de los oficiales.

— Ya no hay tiempo — el de pelo de flama respiró profundo — Bulma, puje, tranquila, todo irá bien.

— ¿Ya ha estado en un parto?

— Sí, en uno, y todo fue bien — lo que no le dijo es que fue en su propio parto en el que estuvo, solo quiso tranquilizarla.

— Será muy pequeño HAAAAA.

— Si tiene su fuerza interior no le pasará nada.

La mujer sonrió antes de hacer una nueva mueca de dolor. Cinco minutos después entre el ruido de los carros de bomberos y la policía, se escuchó el débil llanto de un recién nacido, por suerte la ambulancia llegó en ese momento.

— Hay que llevarlos pronto, el bebé respira con dificultad — dijo el paramédico.

Subieron a la mujer y al pequeño a la ambulancia.

— Por favor venga — le dijo el enfermero a Vegeta.

— Pero...

— Será bueno para su señora que usted este con ella y con su hijo, mientras vamos en el camino le curare la cabeza.

El encargado de seguridad no dijo nada, subió con cuidado, vio el bebe, era muy pequeño.

— No se preocupe de mí, solo atienda a Bulma y al pequeñito.

— Pero usted...

— Hágalo insecto, ellos deben vivir.

Cuando llegaron al hospital pasaron inmediatamente al recién nacido a neonatología, a la hora dejaron que el hombre entrará a ver a la madre.

— Bulma ¿Cómo está el niño?

— Bien, es fuerte como su padre, de todas maneras tendrá que pasar un tiempo en la incubadora.

— Me alegra escuchar eso.

— Gracias por ayudarme en todo, se arriesgó mucho.

— Es mi trabajo

— No era su trabajo, usted lo sabe, muchas gracias por todo.

Recién en ese momento Vegeta dejo que le curarán las heridas, en la sala de emergencias recordó lo que le dijo Bulma "es fuerte como su padre"... si fuera una inseminación artificial, ¿Entonces como conocería el carácter del donador? Le había mentido a él... a todos...




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