¿ Por qué no puedo ser feliz?

Parte 9

Chaos no pudo soportar las palabras del otro, tomó una lanza y la tiró hacia el corazón de la muchacha del vestido blanco, el padrino, Krillin, gritó al novio para ver si podría ayudarla, pero estaba muy lejos, Ten se dio cuenta lo que iba a pasar, se interpuso y fue él quien recibió el arma blanca en su pecho.

— No puede ser — susurro el pequeño de piel clara, con un cuchillo se cortó el cuello, muriendo en el acto, no pudo soportar haber sido quien hiriera de muerte al ser que amaba.

Todos quedaron callados al oír la desesperación de Launch que sujetaba arrodillada entre sus brazos a Ten.

— Por favor no te mueras, te amo.

— Ya nada... puede evitarlo... cuídate — miró al novio — protégela, eres su... esposo... actúa a la... altura — en ese momento falleció.

— NOOOOOOOOOOOO. 

El grito de la novia se escuchó en todo el lugar, los amigos de Ten se conmovieron, menos las familias de los novios, que empezaron a atar cabos y entender que era lo que había pasado. Al terminar Launch cayó desmayada, retiraron el cuerpo del luchador muerto, que dejo el vestido blanco convertido en uno rubi. Cuando ella volvió en sí, su razón se había ido, a veces era la dulce joven que todos conocían, a veces era una rebelde que luchaba, maldecía. 

— ¿Qué le pasa? — preguntó Vegeta al doctor que fue llamado para revisarla.

— Esta sufriendo un cuadro esquizofrénico, desarrollo una doble personalidad, como consecuencia de lo que me contó que vivió.

— ¿Qué debo hacer? — se sentía responsable por lo que ocurrió, si hubiera insistido en entregárselo personalmente a Ten, o hubiera dejado que Krillin lo ayudará... debía ayudarla a que volviera a ser la de antes, se juró.

— Hay que someterla a un largo tratamiento.

Pero Launch se escapaba de los psiquiátricos públicos donde era internada, sus familias les dieron vuelta la espalda a ambos, dejándolos sin su apoyo económico, por suerte Vegeta logró conseguir cada vez mejores trabajos en seguridad de personas o empresas, según tenía más dinero, pudo llevarla a mejores instituciones. Pero nada parecía servir para su caso.

 Ahora la había internado con muchas esperanzas en un lugar que muchos recomendaban, solo le habían solicitado que no fuera a verla durante el primer año, ya que en su mente la muchacha consideraba a su esposo el responsable de la muerte de Ten, y se volvía muy agresiva al verlo. Luego de ese tiempo, ella al ver a su esposo estaba muy estable, era muy amable cuando conversaban. 

Ahora iba a buscarla.

— Vine a llevármela.

— Le daré el alta inmediatamente.

— ¿No debe tomar medicación?

— Nada, eso es lo mejor del tratamiento, ella es de nuevo una persona centrada psicológicamente.

— Gracias doctor... — miró el gafete — ¿16?

— Así nos designan aquí, el director no le gusta que se personalicen los doctores, así cuando uno se va, los pacientes no se recienten tanto.

— Doctor 16, dele mis saludos al director...

— G.

— ¿Solo G?

— Sí, es por lo que le dije recién.

— No puedo creer que estuvo casi 10 años en distintos lugares, y aquí en tan poco tiempo recuperó la cordura.

— Son los nuevos desarrollos en neurología y neurociencia, los adelantos son increíbles. Aquí viene su esposa.

Launch se veía tranquila, con esa risa suave que a él le gustaba, y sus ojos alegres.

— Gracias por venir a buscarme Vegeta ¿Dónde vives ahora?

— En un pueblo cerca de acá, pero ahora que ya estás bien quiero volver a la Capital del oeste, allá me espera un buen trabajo, ya hable con una antigua jefa que tuve. Allí estarás bien, y podrás rehacer tu vida, cuándo y cómo tú quieras.

— Por ahora quisiera descansar, siento como si hubiera estado viviendo una pesadilla.

Cuando la pareja se fue el Director del lugar apareció en la puerta, era un hombre muy mayor, de cabello y bigote blanco.

— Doctor Gero — le dijo 16 — ¿Está seguro de esto? 

— Sí, ella me ayudará en mi venganza, que coincidencia más grande que él fuera quien me contactó para traerla.

Unos días después Vegeta volvió a tomar su puesto en la Corporación Capsula, estaba emocionado, aunque por fuera no lo demostraba, casi lloró cuando vio de nuevo a Bulma, y al pequeño Trunks.

— ¿Cómo está?

El hombre del pelo de flama dio vuelta rápidamente al escuchar la voz de la mujer en quien nunca dejó de pensar.

— Bien, gracias — ella llevaba a su hijo en sus brazos — hola amigo — el pequeño de un poco más de un año le tomó la mano con fuerza, sin demostrar intenciones de soltarlo — está más fuerte que antes.

— Lo sé — rió — que gusto tenerlo de nuevo en la compañía.

— Para mí también es un agrado volver.

— ¿Le gustaría ir a un asado a mi casa este sábado? Por supuesto que la invitación es extensiva a su esposa.

— Gracias, será bueno para ella salir un poco de casa.

El día de la actividad fue perfecto, Vegeta estaba contento de ver a Launch tan bien, ya habían arreglado lo de la separación, le daría lo necesario para que pudiera rehacer su vida, y por fin el podría... temía que su amor no fuera correspondido, pero por ahora se tomaría las cosas con calma, por apurarse en el caso de Launch se desató toda esa tragedia.

— Es un lindo bebe ¿Me permite? — la joven morena extendió los brazos para tomarlo.

— Por supuesto.

— Que preciosura, y esa mirada tan seria para su edad.

— Siempre la ha tenido.

— ¿Será cómo la de su padre?

— Quizás — respondió en un suspiro Bulma y apartó la vista — debo ir a ver si esta lista la carne.

— Ve tranquila, yo lo cuidaré — le sonrió amable la muchacha.

Cuando no la veían, Launch tomó varios cabellos de la cabeza del pequeño, que empezó llorar por el dolor.

— ¿Qué pasa cariño? Mamá está aquí.

— Creo que quiere que lo tomes en brazos — se lo entrego, apenas pudo guardo los pelos en un pañuelo que puso en su bolso.




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