—¿De qué hablas? —Escucho la voz confundida de Tyler.
—¿Es qué no te das cuenta? El maldito Connor nos traicionó —dice Dante pegado a la reja de la celda.
—Sabía qué venir era una mala idea... —murmura Alexander sentado en él suelo.
—¿Pero están seguros? Hablamos de Connor, él mismo qué nos acompaño durante 15 años, es nuestro amigo —dice Cami sin poder creerlo.
—Tuyo será, mío no es —Dijo Dante cruzándose de brazos.
Ruedo los ojos.
— Él mismo admitió todo... —digo ignorando a Dante —No se qué pensar.
—Esto es una mierda —dice Alex—. Estamos en la mierda.
—Vaya qué positivo.
—La positividad también es una mierda. —dice dejándose caer hacía un lado.
Tyler dirige su atención hacía mí.
—¿Qué fue lo qué te dijo exactamente?
Y les conté todo, a lujo y detalle. Todo se resumía a qué somos un maldito experimento y qué Connor Sabía eso desde un principio. Es decir, nos llevó al matadero.
—Vaya qué fingía bien —dice Alexander —Fingir un día ya es mucho, ¿Pero, fingir 15 años? es una locura.
— Lo siento Emma. —Escucho a Tyler.
— Me molesta que la haya elegido a ella antes qué a nosotros, éramos su puta familia, pasamos 15 años junto a él. Casi toda su miserable vida y somos nosotros quiénes están encerrados en éstas celdas con olor a moho. —digo cabreada.
—Veanle el lado positivo... estamos todos juntos. —Dice Cami.
— Sí y juntitos nos vamos a morir.. —dijo Alexander aún recargado en el piso.
—¿Qué deberíamos hacer ahora?
No tenía la respuesta para eso, para nada realmente.
Solo sabía qué iban a experimentar con nosotro, cómo conejitos de India. Lo qué no sabía era sí lo harían mañana o en un futuro cercano... era completamente incierto.
Esto me agobia, tener a Tyler en las mismas condiciones mías me molesta. No saber qué va a pasar con nosotros me molesta aún más.
Los minutos pasaron y no teníamos noticias, él ambiente era denso. De vez en cuando Alexander soltaba algún otro comentario absurdo, pero nadie estaba de humor para contradecir.
Los minutos se convirtieron en horas y nada.
Empecé a sentir la boca seca, no tenía hambre , pero sí mucha sed.
—¿Cuánto tiempo nos harán esperar aquí? —Se queja Alexander—.
Tengo el culo cuadrado.
—Eso es lo qué menos debería importarte en este momento —Lo reprende Dante.
— Yo tengo hambre... —dice Cami sentada en la celda de al frente de Tyler.
Tyler se para y rebusca en sus bolsillos, encuentra algo en él de atrás y lo lanza a Cami. Ella lo recibe.
—Es un barrita de cereal. Puedes comertela. —dice.
—¡Gracias! Me salvaste la vida. —Dice dedicándole una sonrisa qué el devuelve. Ella abre él envoltorio y empieza a comer.
—Él amor, él amor... —murmura Alexander.
Yo contengo una sonrisa.
La puerta de la sala principal se abre de golpe, nos ponemos en alerta de inmediato, los qué están sentados se incorporan rápidamente, todos esperamos expectantes.
Margaret entra haciendo sonar fuertemente sus tacones. Los guardias son sus escoltas.
— Esto no debió terminar así... es una lástima. —dice con tristeza fingida.
— No lo creo así —hablo acercándome a ella, solo nos separa la reja de la celda— Creo qué es exactamente dónde querías que estemos... a tú maldita disposición.
—Veo qué eres muy lista... verán —dice cambiando el tema. — hace 15 años...
— Sí, ahórrate el sermón qué me lo sé de memoria. —Habla Alexander. —Tú hijo estuvo con nosotros en el Bunker, porque no vas y lo molestas a él.
Margaret suelta una carcajada.
—Buen intento muchacho.... pero Connor tiene asuntos más importantes que atender.
— ¿Ser un mejor cobarde? —Pregunta Tyler interrumpiendo —Porqué últimamente es lo unico qué sabe hacer.
—Voy a dar inicio a las pruebas. —dice ignorando los comentarios hacía Connor —Para eso necesito dos primeros voluntarios, con dos me serán suficiente. Pueden elegirlos ustedes o lo haré yo. No tengo problema, tienen 5 minutos.
Compartimos miradas entre nosotros, la cara de burla de Alexander se transforma por completo. Sentía que mí corazón se iba a salir de mí pecho. ¿Qué juego retorcido era ese? .
— ¿Y bien? —pregunta Margaret observando a todos con perspicacia.
— ¿Qué clase de pruebas son? —dice Dante acercándose a la reja.
— Son 3 fases, las primeras dos son las más simples, en teoría y la tercera....bueno, esa es otra historia.
— No se qué retorcido juego quieres jugar, pero ya lo dije antes, no dejaré que suceda.
Margaret se masajea la cien cansada.
— ¿Van a elegir ustedes o lo haré yo?. —vuelve a repetir.
— Yo voto por Dante. —dice Alex levantando la mano.
— Imbécil. — Dante le pone mala cara.
Tyler y Cami se quedan en silencio. Yo hago lo mismo. Los cinco minutos pasan y Margaret suspira con Lástima.
— Saca a ella y a él. —Apunta a Cami y a Dante. Abren la reja. Sólo soy capaz de escuchar los gritos de Tyler.
— No, déjenla! Llevenme a mí! Yo haré las malditas pruebas!!
Pero nadie parece escucharlo. Ponen a Cami contra la pared y le ponen esposas.
— ¡Sueltenla no la toquen!
Yo no sabía que hacer... no quería ver a mi hermano en ese posición.
— !Te voy a matar hijo de puta! —dice Tyler golpeando la reja—.
Dolorosamente.
Cami se dirige a él.
—Estaré bien... no te preocupes. —sonríe a medias antes de qué la saquen de ahí.
Tyler se sienta resignado en el piso, Alexander se acerca a consolarlo.
—Ella es fuerte, estará bien.
—Nada de ésto esta bien...
— Vamos a salir de esto —digo —Todos. Ya lo verás.
— En que clase de locura nos metimos... nos van a someter uno por uno.
— Y nos levantaremos... Mataremos a cada uno de los hijos de puta qué se atraviesen en nuestro camino. —dice Alexander decidido.