Me quedo inmóvil en la celda, mi respiración empieza a ser irregular. El pecho subía y bajaba con fuerza.
No alcanze a prepararme mentalmente para lo qué iba a suceder cuándo él guardia habla.
—Tú y éstos idiotas... —mira a los chicos — ¿Qué? ¿Creían qué se iban a salvar? —suelta una risa de burla.
—Podemos ir nosotros, pero no la invoclucres a ella. —pide Tyler — porfavor.
—¿Podemos? —pregunta Alexander.
—Esto no es negociable niño. Margaret los pidió a los tres. Y eso es lo qué haré. — hace una señal a los demás guardias. —Traiganlos.
Los guardias abren las celdas de golpe. Uno se vine contra mí y me empuja contra la pared, él golpe es tan fuerte qué mí espalda queda adolorida. Hago una mueca de dolor al instante.
Hace qué voltee y me coloca las mismas esposas qué había ocupado minutos antes con Camila.
Al levantar la vista, Tyler y Alexander se están resistiendo, veo cómo Alex dirige un golpe lleno de furia a la mejilla de uno de ellos... él hombre Retrocede y vuelve a incorporarse.
Saca un arma y los apunta. Ellos se quedan inmóviles.
—¡Contra la pared! O te vuelo la puta cabeza.. —Grita Cabreado. —¡Ahora!
Los chicos levantan las manos. Eso es lo último qué alcanzo a ver antes de ser arrastrada hasta el laboratorio.
Unos minutos pasan antes de qué vuelva a ver más gente, están vestidos de azul, todos usan máscaras y revisan cosas qué no entiendo.
Soy arrastrada a la fuerza hasta una camilla, inmovilizan mis pies y brazos. Por más que intento luchar y forcejear no podía liberarme.
Los guardias abandonan la sala y los hombres vestidos de azul se acercan a mí...
Estiran mí brazo izquierdo e instalan un catéter, agregan una sonda qué llega a algún medicamento qué no conozco. Me empiezo a sentir cansada enseguida sin embargo, no me duermo, permanezco alerta.
No se cuánto Tiempo pasa.... o cuánto tiempo permanecí en esa posición, pero escucho la puerta abrirse de golpe.
No estoy segura sí fue por las drogas en mí sistema pero la figura de Connor aparece en mí campo de visión.
Empieza a desatar las cuerdas de mis muñecas. Trato de qué no lo haga.
— No te muevas... Tenemos poco tiempo.
— No iré a ningún lugar contigo... —digo arrastrando las palabras.
El no dice nada y sigue desatando las cuerdas de mis tobillos
— ¿Estás sordo?
— Creí qué había quedado claro qué te estaba ignorando. ¿Puedes caminar? —pregunta cómo sí nada.
— No voy a ir a ningún lugar contigo —vuelvo a repetir. — Te odio.
El suelta un suspiro frustrado. Tenía poco paciencia.
— Odiame sí quieres... pero necesito ponerte a salvo. —dice mirándome fijamente —Voy a repetir esto una vez más, ¿Puedes caminar?
Asiento incorporándome.
—Tyler, ¿dónde está? —pregunto preocupada.
—No lo sé... seguí a los guardias qué te trajeron desde las celdas y tuve qué acabar a un par más por el caminó. —dice ayudándome. —cuidado al salir.
— ¿Porqué haces ésto?
— ¿Hacer qué?
—¡Ayudarme! —digo exaltada. —después qué tú nos pusiste en esta situación...
El toma mí cara entre sus manos.
— Porqué me importas Emma, me importas más de lo qué me gustaría. —dice sincero. —Jamás fue mí intención qué te hicieran daño....
— No te creó.... —tomó sus manos y las quito.
—Te explicaré todo, te lo prometo. Pero primero debo ponerte a salvo. Buscar a los demás y salir de aquí.
Asiento dudosa.
— Por favor confía en mí.... se qué puedes hacerlo...
— No hagas qué me arrepienta.. —digo mirándolo.
El sonríe.
— Nunca.
— Bien, hagamos esto.
Connor asiente y desenfunda el arma, avanzamos hasta la puerta, la abre y revisa el pasillo.
— No hay nadie, debemos llegar al otro corredor, una vez ahí, entraremos a la primera sala del pasillo.
Es él primero en salir, yo iba atrás sin hacer mucho ruido.
—¡Deténgase! —Escucho a un guardia. Connor voltea y apunta. El sujeto cae de un tiro limpió en la cabeza. Murió antes de tocar el suelo. El sonido de la bala logra desaparecer en un 60 por ciento gracias al silenciador.
— Hay qué avanzar.
Seguimos caminando hasta llegar al corredor, Connor entra a la sala y la revisa, hace una señal para qué entre. Cierra la puerta tras de mí.
— Te quedarás aquí. —dice sacando algo del bolsillo. Es un arma — No importa quién sea... no dudaras en disparar. ¿Entendido?
Yo asiento resiviendo el arma.
— Ya sabes cómo usarla, sólo libera él seguro y dispara, luego prepárate para correr. Yo te encontraré en dónde sea.
—¿Dónde irás tú?
— Voy a buscar a los chicos. Los traeré aquí. Haremos un plan de escape cuándo estamos todos juntos. —Dice recargando él arma y caminando hasta la puerta.
— Trata de sobrevivir hasta qué llegué. —dice antes de salir.
—Connor —Lo llamo antes de qué se vaya, él voltea. —Cuídate.
El me dedica una sonrisa.
— No pueden matarme tan fácil —Sale y cierra la puerta.
Sonrió mirando él lugar por dónde salió.
Sostengo el arma entre mis manos, él cuerpo completo me tiembla. Repasó los pasos una y otra vez en mi mente por sí tenía qué disparar.
Los minutos pasaron y sólo conseguía qué me pusiera más nerviosa, la sensación de angustia no sesa, de echo, incrementa a medida qué los minutos se vuelven horas..
No debía salir, me repetía una y otra vez. Las advertencias de Tyler llegaron cómo un destello fugaz. Debía permanecer aquí. Pero todo mí cuerpo pedía a gritos qué los encontrará. Qué encontrará a mí familia.
Me dirijo decidída a la puerta, cuándo estoy apunto de abrir, una alarma vocifera los altavoces, junto a una alarma de seguridad.
Logro escuchar a lo lejos una voz robotizada.
Cierre total de emergencia.
Ahora sí, estámos en la mierda.