Tyler
Seguimos el mapa a toda prisa, siempre con él arma en mano y alerta. Los pasillos están despejados, lo qué indica qué Connor y Emma habían echó un buen trabajo.
Dante le echa un último vistazo al mapa antes de hacer una señal con la mano, doblamos a la izquierda del pasillo, visulizo a dos guardias en la puerta.
Rogaba qué se encontrará a salvo, no soportaría perderla. No quería. Nos conocemos de prácticamente toda la vida y aún así tenía muchas cosas para decirle.
Alexander observa a los guardias y luego dirige su mirada hacía mí. Entiendo enseguida.
Conecto él silenciador en el arma y apuntó, caen con un tiro limpio en la cabeza.
Avanzamos hasta la puerta y anoto él código, la puerta se abre enseguida. Paso por arriba de los cadáveres, mientras Alex y Dante se quedan en la puerta.
Busco con la mirada desesperado, Camila está recostada en una camilla, no tenía ataduras, ni mordazas, pero cuando me acerqué a ella, su rostro está pálido...
Contengo la respiración asustado y Tomo su mano, observó sus signos vitales. Está viva, pero su pulso es débil.
Dante aparece en mí campo de visión. toma sus signos vitales, niega con desaprobación.
—No podemos llevarla en ese estado.
— No pienso dejarla.
— Y no lo haremos —Se anticipa Alexander. — Solo debemos buscar una manera qué resista el viaje devuelta.
— Lo único qué necesito es qué Emma la examiné.
—¿Emma? —suelta una risa de burla —No puede ni mantenerse viva y va a poder cuidar a alguien más.
—Cuidado con lo qué dices.. —advierto acercándome a él, Alexander se interpone entre nosotros.
— Calmense, no es el momento. Debemos sacar a Cami de aquí.
Tenía razón, no podía perder tiempo con idiotas.
Alzo a cami con cuidado.
—Tú preocúpate de camila — Me informa Alex —Nosotros te cubrimos.
Salimos del cuarto con cuidado, Dante iba guiándonos con el mapa y Alexander iba atrás mío.
No sabía a dónde íbamos, sólo me importaba sacar a Cami de aquí.... pasamos un pasillo completamente oscuro. Hasta llegar a un sin fin de escaleras qué daban al subterráneo.
—¿Cuántos pisos hacía abajo? —pregunto, ya estaba cansado.
—Según esto, unos 10. Después debería haber una puerta qué nos llevará afuera.
Estábamos dispuestos a bajar cuándo se escuchan pasos apurados. Alexander voltea sacando su arma.
—Váyanse, los retrasare lo más qué pueda. —dice apuntando al lugar.
—No te dejáramos. —le digo.
—Vete, salva a Cami.... y porfavor dile ya lo qué sientes por ella, antes de qué sea demasiado tarde...
—Esto suena cómo una despedida. —le hago saber.
El solo se encoje de hombros.
—Vete.
Dante abre una reja de metal y espera qué pase, luego la cierra.
—Nos vemos del otro lado —se ríe de su mal chiste —siempre quise decir eso.
Es lo último qué escuché antes de correr escaleras abajo, estaba cansado, mis piernas dolían pero no podía parar.
El intercambio de disparos hace resonar las paredes, detengo mi marcha y observó el lugar, debato internamente sí ir a ayuda a mi amigo, pero no soy capaz. No cuándo soy responsable de la salud de Camila.
Con un dolor angustiante en el pecho, sigo avanzando. Estamos a más de la mitad de camino cuándo mis piernas no dan más, necesito descansar.
Dante parece notarlo, porqué se acerca.
—Ayúdame a subirla a mí espalda. —dice. Dudo un momento pero terminó bajandola de mis brazos y subiéndola a su espalda.
—¿Falta poco para llegar?. —pregunto.
—Según esta cosa, faltan cuatro pisos.
Bajamos unos cuentos escalones, hasta qué por fin llegamos, La puerta está cerrada con candado. Dante maldice entre labios.
—Apártate —le digo.
Levantó el arma y apuntó, él candado explota apenas es atravesado por la bala.
Abro la puerta, el exterior está lleno de árboles y terrenos despoblados. Estámos en medio de la nada.
—Será mejor qué Connor tenga un plan para salir de ésta mierda. —dice Dante negando.
Emma
Connor observa a su madre cabreado, Yo solo me limito a no bajar la mirada y no parecer asustada. El pómulo izquierdo palpita y mí pecho baja y sube con irregularidad.
—Esto se pudo evitar ¿Saben?, la violencia, el odio. Pero ustedes decidieron agravar las cosas... y ahora, debo tomar otras medidas...
Toma el arma de uno de los guardias y la dirige a mí cabeza. Me quedo inmóvil.
—Resulta qué no te necesito querida... tengo un búnker lleno a mí disposición.
— No dejaré qué los toques, son gente inocente.
— Lástima qué no podrás verlo.
— Sí la matas, deberás matarme también. —Escucho la voz de Connor —Porqué te haré la vida una mierda. No descansaré hasta matarte.
— No, no lo harás. Me aseguraré de eso. No volverás a ver la luz del sol en tu patética vida.
Saca él seguro del arma, cierro los ojos esperando el impacto.
No quería morir, no podía morir.
—No lo hagas... porfavor —Súplica Connor.
—Ella no vale la pena hijo... no vale tú dolor.
— Ella lo vale. Vale todo lo bueno de este mundo.
Mi corazón se contrae ante sus palabras.
—Por favor. —vuelve a suplicar. —Se que aún te queda instinto maternal. Se qué aún me quieres. No me dañes lastimado a lo único bueno de mí vida.
Margaret aprieta los labios y baja el arma. El ruido de la alarma de seguridad hace qué todos se desconsentren. Me suelto del guardia qué tenía inmóvil mis brazos y le quito él arma a Margaret, quién Retrocede asustada. La apuntó sin dudar. Los guardias se ponen alerta.
—Sueltenlo o le vuelo la cabeza —digo decidía.
—No lo harás... —dice Margaret.
—¿Quieres apostar?
—Mis guardias te mataran antes de qué puedas hacer cualquier estupidez.
—Puede ser —digo. —Pero te llevaré conmigo. Y eso me es suficiente.
Margaret duda un momento pero hace una señal a los guardias para qué suelten a connor, la tomó por los hombros y retrocedo con ella apuntando a su cabeza.