Hay muchas cosas que no tienen explicación como por ejemplo ¿por que la luz tiene que brillar? O ¿por que el agua es cristalina? La gente piensa que cuando eres joven tienes todo resuelto, piensan que tu vida es mas fácil que la de un adulto pero no es así, ellos se equivocan. El hecho de ser joven no significa que nuestras vidas sean mas fáciles.
Por ser jóvenes no quiere decir que tenemos la vida comprada o que viviremos todo lo que queramos solo por que si, la realidad es que todos estamos expuestos a lo mismo. Que seamos jóvenes no significa que saldremos a la calle y todo estará bien si no por el contrario, un auto puede pasar y acabar con nuestras vidas mas sin embargo ese no es el caso.
Recuerdo una y otra vez lo que sucedió aquella noche de invierno, las gotas caían del cielo, podría ser una noche un poco lluviosa pero perfecta para muchos si lograban sacarle un buen provecho como leer un libro o tomar un chocolate caliente o incluso tener una noche de películas con sus amigos o seres queridos pero eso no ocurrió aquí.
Yo me encontraba haciendo la tarea de matemáticas la cual dependería de mi calificación final del semestre por lo cual no podía darme el lujo de distraerme, si Eliza supiera de eso inmediatamente hubiera echado los cuadernos a un lado y hubiera puesto musica obligándome a bailar con ella por que eso era lo que hacia de vez en cuando, aunque lo hacia con un solo propósito el cual era que no me agobiara tanto con el instituto.
Pero para mi tener un promedio de ocho era necesario, tal vez no era el mejor pero quería concentrarme bien para tal vez en un futuro tener un empleo que no se tratase de limpiar baños, no por el hecho de que esa gente sea rara o mala, yo pienso que cualquier persona con un trabajo honrado es una persona decente pero el salario no ayuda mucho para sustentar un hogar.
Una risilla escapo de mi al pensar en que Eliza me pondría a bailar ya que me imaginé su típico baile de sacudir todo el cuerpo, agite la cabeza e internamente me dije a mi misma "no mas distracciones" por lo cual me dispuse a continuar con el trabajo.
Luego de algunos minutos el teléfono sonó haciéndome levantar la vista para apartarla de los apuntes, me levante del frío pero cómodo suelo en el que me encontraba y me dispuse a coger el teléfono el cual afortunadamente se encontraba en una pequeña mesa cercana a donde yo me encontraba trabajando.
Lo cogí y conteste.
—¿hola?
—Alison—su voz fue un sonido muy débil pero sabía de quién se trataba.
—Dylan—pause por algunos segundos esperando a que dijera algo pero no lo hizo—¿en que puedo ayudarte?—había demasiado ruido desde el otro lado de la linea, pude escuchar el sonido de algunas sirenas y gritos, también la respiración algo agitada de Dylan—¿Dylan?—comenzaba a preocuparme por alguna extraña razón y todos esos sonidos me hacían pensar que algo no andaba bien—¿que esta pasando? ¿Que son todos esos ruidos?
—Alison...
—¿que pasa? ¿Que sucede? ¿Por que se escuchan sirenas? Dylan habla, dime algo.
Debo admitir que me altere un poco pero entre en nerviosismo y me preocupe sin siquiera saber algo.
—Alison...
—¡Dylan habla ya!—ordené, definitivamente me altere demasiado.
—es Eliza...—en ese momento por alguna extraña razón me preocupe demasiado.
—¿Que pasa con ella?—pregunte inmediatamente pero no obtuve respuesta—¡Maldición, Dylan habla ya! ¿Que pasa con Eliza?
Recuerdo cada palabra saliendo de su boca, eso fue como una tortura para mi, incluso recuerdo que el teléfono resbaló de mis manos y cayó al suelo luego de escuchar esas palabras por la línea.
—Eliza se suicidó.
¿Por que? No lo sabía, su cumpleaños acababa de ser la noche anterior, esa mañana que la había visto en el instituto se le veía igual de feliz que siempre y de un momento a otro me entero de que mi mejor amiga se suicidó.
No me dio tiempo de reaccionar del todo, simplemente salí del departamento y cerré la puerta, baje las escaleras corriendo, me olvide por completo del ascensor —despues de todo la mayor parte del tiempo estaba ocupado— salí a la calle y pare un taxi.
Lo hice conducir hasta la casa de Eliza, durante el camino solo pude pensar en las palabras que Dylan había dicho, ¿cual fue mi sorpresa al llegar? Habían demasiadas personas alrededor de la casa, una ambulancia se encontraba estacionada en el patio, podía escuchar los gritos de la madre de Eliza suplicando por que no fuera verdad.
Me detuve por algunos segundos a contemplar la escena y después corrí, empuje a algunas personas para poder pasar y me encontré con que Eliza estaba encima de la camilla de la ambulancia. Mi mundo se fue abajo en cuestión de segundos, había sangre —aún— escurriendo desde su sien y sus ojos se encontraban cerrados.
—¡No, no, no! ¡Mi pequeña!—su madre seguía gritando mientras lloraba incada en el césped de su patio.
Dylan estaba parado al lado de ella, podía verlo llorar.
»Eliza esta muerta«
Era lo único que se repetía en mi cabeza mientras la observaba, no supe como reaccionar, sólo sentí las lágrimas que caían recorriendo mis mejillas hasta el mentón.
¿Que rayos acababa de suceder?
Una simple respuesta, seis palabras muy duras y difíciles de decir, un dolor inmenso me invadía pero la realidad era que: