Por Qué Tanto Odio? (en físico)

nota 2

Lunes 10 de febrero de 2014.

Hoy, al llegar a casa luego de un largo día de escuela, encontré a mi hermana Katia en la sala, estaba acompañada por un muchacho quizás de unos 20 años igual que mi hermana.

De manera simpática y de buena fe, decidí acercarme para saludar. Cuando me acercaba noté como mi hermana volteó los ojos un tanto molesta, aun así, no di el brazo a torcer y saludé:

—¡Hola!, ¿Cómo estás?, Soy Mathias.

El hombre me extendió la mano con modo amable, no dudó ni un instante en devolverme el saludo:

—¡Mucho gusto niño, soy Andrés!

Le caí muy bien al muchacho y a mi hermana, eso le fastidió bastante, no sé el porqué, no hice nada malo más que saludar, y, al contrario, sino lo hubiera hecho, si hubiese estado mal, porque no saludar a una persona es descortés. De igual modo, a mi hermana no le importó, posiblemente porque mi presencia fue el detonante de su rabia.

Apretando la mandíbula, Katia me empujó fuertemente por el pecho, logrando que cayera acostado en el sofá grande. Abrió su boca y gritó sin remordimiento aparente:

—¡Vete de aquí Mathias, nadie te quiere!

El hombre miró con asombro a mi hermana, probablemente no esperaba ese tipo de actitud. Pasados unos segundos, volteo la vista a mí, sonrió por lo bajo un tanto nervioso y luego tendió la mano ayudando a levantarme del sofá.

—¿Estás bien Mathias? —preguntó colocando su mano derecha en mi cabeza.

Tímidamente asentí con la cabeza, y sin que fuese mi intención hacerlo, logré enfadar más a mi hermana. Ella, quien se había sentado en uno de los sofás pequeños se acercó nuevamente a mí. Sentí el fuerte impacto de la palma de su mano derecha en mi cabeza. Luego volvió a gritar:

—¡Vete Mathias, vete ya! sólo causas problemas, no te quiero, nadie te quiere, tú eres el causante de todos nuestros problemas.

Avergonzado por lo acontecido, no fui capaz de despedirme del hombre. Reaccioné dando un giro para luego correr a mi habitación, cerré la puerta con seguro y me lancé a la cama, tomé la almohada y ahogué mi llanto en ella.

 Desde que tengo memoria, Katia siempre ha sido cruel conmigo, pero jamás antes me había culpado de ser un problema para todos, mucho menos echarme en cara que nadie me quiere. ¿Por qué es así? Siento que realmente me odia.

 



#1093 en Otros
#235 en Relatos cortos
#281 en Thriller
#92 en Suspenso

En el texto hay: llanto, arrepentimiento, muerte odio

Editado: 01.10.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.