Para mi abuelita Nuria:
Abuelita… ¿Recuerdas el hermoso sentido de la vida? Pues yo no, lo he olvidado por completo. He aceptado que el motivo de mi vida es darle alegría a los demás por medio de mi sufrimiento y desgracia. Hoy más que nunca me siento un inútil, un estorbo, no hago nada más que causar problemas, te causo dolor a ti. Esto sólo me desmotiva cada vez más, soy inservible. ¿Crees que había otra solución para sanar estas heridas en mi corazón? Yo digo que no. Sé que mi decisión será correcta, aunque no la mejor, pero ya no sé qué más hacer, ya no quiero sufrir, además de ello todo acabará. Porque fuiste mi abuela, esa persona humilde que trató de mostrarme el camino a ser nuevamente feliz. Porque siempre me hiciste saber la esperanza que tu corazón tenía de verme actuar con normalidad. Porque no abandonaste tu meta de verme feliz, justo por eso te amaré desde mi nuevo lugar de residencia, ya sea el cielo o infierno.
Tu nieto, Mathias.