Para mi abuelita Nuria:
Querida abuelita, lo he pensado bastante y quiero confesarte algo, hoy me divertí mucho contigo. Tenía tiempo de no salir de mi habitación más que para ir al baño. Me gustó mucho compartir esta tarde con la persona más importante de mi vida y, sobre todo, me alegró mucho verte feliz. Hubo lágrimas por tu parte, pero esta vez fueron de felicidad y eso me hizo sentir muy bien. Una vez más me pregunto… ¿Por qué fuiste tan buena? Alguien como yo simplemente no merecía tener en su vida a alguien de buen corazón como tú. Debes saber que siempre me enorgulleció llevar tu sangre, ser tu nieto, porque siempre velaste por todos. Estoy orgulloso de la persona que has sido hasta ahora, por favor nunca cambies abuelita. Porque fuiste mi abuela, una mujer de valores que entregó no sólo por mí sino por muchas personas. Porque realmente hiciste el mundo mejor para muchos. Porque no existe nadie como tú, justo por eso te viviré eternamente orgulloso de ti.
Tu nieto, Mathias.