Para mi hermano Martin:
Hermano… Siempre busqué tratar de llamar tu atención de alguna manera, sólo aspiraba tener esa hermosa relación entre hermanos, poder vivir esa experiencia contigo. Pero, entre más intentaba acercarme a ti, tú te distanciaste más. Fue algo imposible, otro sueño que nunca podré cumplir. Cada grito, cada empujón y golpe que me diste me dolió mucho, y no me refiero únicamente al dolor físico, sino a las heridas a mí corazón y dignidad, porque yo sólo quería compartir con mi hermano mayor, un hermano que cuidara de mí y me llevará cada tarde a la plaza del pueblo. Martin, a pesar de todo siempre te quise, te quiero y te querré, nada ni nadie, incluyendo tu actitud de odio hará que ese sentimiento cambie. Mi amor por ti es real, sincero e incondicional. Lastimosamente no es y nunca será un sentimiento recíproco. Ni porque tus sentimientos hacia mí fueron lo opuesto a los míos por ti… Ni porque fui agredido por ti tanto física como mentalmente. Ni porque me reprochaste constantemente diciendo lo patético que soy, ni por ello y más dejaré de amarte.
Tu hermano, Mathias.