Para mi querido nieto:
Mi hermoso Mathias, ¿en qué momento llegaste a tanto?
Hoy más que nunca cae todo el peso sobre mí. Nunca puse un alto a todo tu dolor, a pesar de que estuve para ti, debí de haber hecho más al respecto con tu padre y hermanos, pero, no lo hice. Vivirás en mi memoria por el resto de mi vida, tu imagen agonizante llena de dolor jamás me dejará respirar en paz, me atormentará toda mi eternidad por no haber hecho lo correcto. Yo debí prestarte más atención, sé que te ofrecí mucho de mi tiempo, pero hoy me doy cuenta que no fue el suficiente. Si hubiera hecho mi deber bien hoy estaríamos juntos, te vería sonreír felizmente como lo merecías. Siempre fuiste mi más grande amor, y ahora que no te tengo me esperan largas horas de soledad y sufrimiento. Conmigo quedará nuestro último día juntos, esa hermosa tarde en la que comimos helados y hablamos diferentes temas, por lo menos de vi sonreír por última vez.
Te llevo y te llevaré en mi corazón por siempre.
Tu abuela, Nuria.